El aumento de la superficie de cultivo ha incidido de forma directa y positiva en el aforo de una campaña irregular, debido a la meteorología, ya que las lluvias llegaron tarde a unos árboles muy afectados por la sequía

La estimación de la cosecha de almendras en Andalucía para 2025 se sitúa en las 39.636 toneladas. / Archivo
Efeagro.
La estimación de la cosecha de almendras en Andalucía para 2025 se sitúa en las 39.636 toneladas, frente a las 41.582 del pasado año, un descenso del 4,68% que no impedirá que la comunidad autónoma andaluza vuelva a ser la mayor productora de este fruto.
La Mesa Regional de Frutos Secos de Andalucía, integrada por las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA, Aeofruse y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, y con la asistencia de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, estima que la presente cosecha de almendra alcanzará las 39.636 toneladas.
La superficie productiva andaluza sigue creciendo, con un aumento de 12.126 hectáreas, de las que 4.133 son de regadío, según han informado las centrales sindicales en un comunicado, en el que se destaca también que Granada es la provincia con mayor incremento de superficie en secano, con 3.888 hectáreas, mientras que Sevilla es la que más crece en regadío, con 2.159 hectáreas.
Este aumento de la superficie de cultivo ha incidido de forma directa y positiva en el aforo de una campaña irregular, debido a la meteorología, ya que las lluvias llegaron tarde a unos árboles muy afectados por la sequía.
La coincidencia de las precipitaciones con la floración, causó la pérdida de gran parte de la cosecha en determinadas zonas y variedades, el viento también ha perjudicado el vuelo de las abejas durante la polinización.
En el mes de abril granizó en muchas zonas, tirando fruto al suelo, además, se están observando problemas de hongos derivados de la gran cantidad de lluvias recibidas, factores que afectan a la cosecha final.
Pese a que el estado del cultivo ha mejorado mucho con las lluvias, la cosecha es menor que la del año precedente, con unas pérdidas del 4,68 por ciento, que podrían haber sido peores de no compensarse con el aumento de la superficie productiva.
Almería se mantiene en las mismas cifras del año anterior, con 4.500 toneladas, ya que el descenso de la cosecha se ha visto compensado con el buen tamaño de los frutos y por el incremento de la superficie productiva.
Cádiz, con 924 toneladas, registra un incremento del 4,41 por ciento sobre las 885 toneladas del año anterior, ya que, pese a la fuerte afectación de las lluvias durante la floración y el cuajado, el crecimiento de la superficie productiva hace que la cosecha sea superior.
En Córdoba, con 8.501 toneladas, se espera una disminución del 2,28 por ciento sobre las 8.700 toneladas cosechadas en 2024, debido a las lluvias, a la poca actividad de las abejas y a la incidencia de monilia.
En Granada, con 9.828 toneladas, debido a las incidencias meteorológicas como el granizo o la nieve en la zona norte y la lluvia en el sur, se espera una disminución del 10,65 por ciento sobre las 11.000 toneladas cosechadas el año anterior.
Huelva, con 1.089 toneladas, está muy afectada por las lluvias en las etapas de floración y cuajado, viendo caer la cosecha un 14,04 por ciento sobre las 1.267 toneladas del año precedente.
Por su parte, Jaén es la otra provincia que registra un incremento en la producción, ya que pese al daño provocado por la monilia, que hacía esperar una cosecha media, similar a la de 2024 e incluso algo inferior, ha aumentado la cosecha estimada debido a la entrada en producción de nuevas plantaciones, concretamente 1.700 toneladas, lo que supone un incremento del 27,82 por ciento, sobre las 1.330 toneladas de 2024.
En Málaga, con 1.094 toneladas, disminuye la cosecha un 21,85 por ciento sobre las 1.400 toneladas del año precedente, se espera una cosecha floja debido a la coincidencia de las lluvias con la floración y al estado previo del cultivo por la prolongada sequía.
En cuanto a Sevilla, se ha perdido hasta un 50 por ciento de la cosecha en algunas zonas de regadío y un 30 por ciento en secano. lo que deja la disminución de la cosecha en un 4 por ciento, dando una cifra final de 12.000 toneladas, frente a las 12.500 del año anterior.