Las superficies solicitadas en este plan, convocado el pasado 29 de agosto, contemplan el arranque de 85 hectáreas de cultivos y la plantación de 41 hectáreas con variedades resistentes a la enfermedad
El fuego bacteriano es una enfermedad infecciosa grave y altamente contagiosa que está causada por la bacteria Erwinia amylovora. / JAVIER ORTEGA
Efeagro.
El departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón ha recibido 53 solicitudes para acogerse al plan de ayudas contra el fuego bacteriano, una enfermedad que afecta gravemente a cultivos de peral y membrillero en la comunidad.
Las superficies solicitadas en este plan, convocado el pasado 29 de agosto, contemplan el arranque de 85 hectáreas de cultivos y la plantación de 41 hectáreas con variedades resistentes a la enfermedad.
Con estas cifras, todas las solicitudes podrán ser atendidas, lo que supondrá un gasto estimado de 330.000 euros, dentro del presupuesto total de 500.000 euros asignado por el Departamento de Agricultura para esta convocatoria, según ha informado este miércoles el Gobierno de Aragón.
No obstante, los datos son provisionales a falta de resolución definitiva.
Según la misma fuente, se trata de la primera vez desde la detección de la enfermedad del fuego bacteriano en la comunidad hace diez años que el Gobierno de Aragón aborda el problema causado por la bacteria Erwinia amylovora, que este año ha provocado la pérdida del 100 % de la superficie cultivada de peral en la comarca de Calatayud.
La directora general de Calidad y Salud Alimentaria aragonesa, Aitziber Lanza, ha insistido en la especial afección en Calatayud, donde se han perdido más de 470 hectáreas de peral y membrillero en los últimos años.
“Era imprescindible actuar con rapidez y con recursos propios, sin esperar a fondos externos”, ha subrayado Lanza, quien ha destacado que esta convocatoria “ha sido una respuesta urgente, pero también estratégica”.
“El fuego bacteriano no puede seguir siendo una amenaza silenciada en Aragón”, ha enfatizado.
El Departamento de Agricultura ha reafirmado su compromiso de continuidad con estas ayudas en los próximos años ante la necesidad de apoyo de los agricultores en la reconversión de sus explotaciones y en la mejora de la sanidad vegetal.
En ese sentido, Lanza ha asegurado que este plan no es puntual, sino el inicio de una estrategia progresiva a medio plazo.
“Queremos que los agricultores tengan certidumbre y herramientas para reconvertir sus explotaciones con garantías sanitarias”, ha dicho.
