Ha sido posible a través de los primeros cereales transgénicos que expresan dos componentes de la enzima que fija el nitrógeno atmosférico convirtiéndolo en amoniaco
Efeagro.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la UdL-Agrotecnio han logrado un nuevo avance en la fijación biológica de nitrógeno en arroz a través de los primeros cereales transgénicos que expresan dos componentes de la enzima que fija el nitrógeno atmosférico convirtiéndolo en amoniaco.
Según han informado desde la universidad, cada componente se ha producido en una línea de planta transgénica diferente y se ha demostrado que es biológicamente activo in vitro o en plantas vivas.
Cada componente se ha producido en una línea de planta transgénica diferente y se ha demostrado que es biológicamente activo in vitro o en plantas vivas
Estas plantas transgénicas todavía no pueden fijar su propio nitrógeno porque se necesitan componentes adicionales para reconstruir la enzima nitrogenasa completa, pero el trabajo es pionero en demostrar, por primera vez, que es posible expresar estas proteínas altamente sensibles al oxígeno de manera estable en las plantas, y que las mismas proteínas conservan sus actividades.
Estas plantas transgénicas todavía no pueden fijar su propio nitrógeno porque se necesitan componentes adicionales para reconstruir la enzima nitrogenasa completa
Así pues, la introducción de genes de nitrogenasa en las plantas de cultivo proporcionaría la maquinaria necesaria para fijar el nitrógeno de manadera independiente, no obstante, el proceso es “extremadamente complejo”, ya que se requieren muchas proteínas individuales diferentes y los principales componentes proteicos muy sensibles al oxígeno.
En este sentido, los investigadores consiguieron superar esta dificultad produciendo dinitrogenasa reductada funcional y una maturasa del cofactor nitrogenasa de forma separada en líneas de arroz transgénicas.
El investigador principal del proyecto, el doctor Luis Rubio, explica que “se trata de un gran avance de la bioingeniería, ya que derrumba 2 obstáculos técnicos y muestra el camino para generar cereales fijadores de nitrógeno”.
De esta forma, se resuelve uno de los principales impedimentos para la fijación biológica del nitrógeno en los cultivos y establece las bases para el ensamblaje de un “complejo de nitrogenasa completo y funcional para las plantas”.
Los trabajos posteriores para conseguir establecer plantas que contengan la nitrogenasa completa podrían tener un impacto duradero en la seguridad alimentaria mundial, según apunta el profesor de investigación del ICREA y líder del prouecto en la UdL-Agrotecnio, Paul Christou.
“Una de las principales repercusiones del trabajo a largo plazo se daría en los países de ingresos bajos y medios, que no pueden permitirse los caros fertilizantes nitrogenados”, ha concluido.