La organización critica que el Real Decreto 1051/2022 aumenta la carga burocrática en el campo y desoye las demandas del sector

La norma modifica los criterios de aplicación de estiércoles en determinadas zonas donde no es posible hacerlo de forma localizada, salvo en parcelas menores de una hectárea no colindantes con otros recintos de la misma explotació. / AVA
Valencia Fruits. Redacción.
AVA-Asaja ha mostrado su rechazo al Real Decreto 1051/2022 sobre nutrición sostenible de los suelos agrarios, recientemente aprobado por el Gobierno y pactado entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, UPA y Unión de Uniones. Según la organización, la norma ignora las reivindicaciones de agricultores y ganaderos y supone una nueva carga burocrática para el sector. Asaja Nacional también ha manifestado su oposición al texto.
El Real Decreto, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), introduce nuevas obligaciones en materia de fertilización. Entre ellas destaca la obligación de disponer de un plan de abonado a partir del 1 de enero de 2026 para las explotaciones de regadío cuyos cultivos se siembren o planten entre el 1 de marzo y el 30 de junio, y desde el 1 de septiembre de 2026 para el resto.
Asimismo, el registro mensual de todas las labores de fertilización en el cuaderno de explotación —ya sea en papel o digital— será obligatorio a partir del 1 de enero de 2026, con algunas excepciones.
El asesoramiento técnico en fertilización también se convertirá en un requisito: será exigible un año después en las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos y dos años más tarde en el resto del territorio.
La norma modifica los criterios de aplicación de estiércoles en determinadas zonas donde no es posible hacerlo de forma localizada, salvo en parcelas menores de una hectárea no colindantes con otros recintos de la misma explotación. También se aclaran los criterios sobre el cómputo de los pastos comunales en la superficie total de las explotaciones.
AVA-Asaja ha lamentado que el Ministerio haya desatendido sus propuestas de simplificación, entre ellas excluir de las nuevas obligaciones a las explotaciones de regadío de hasta 15 hectáreas y a las de secano de hasta 30 hectáreas. La entidad advierte además de que el Real Decreto podría abrir la puerta a inspecciones técnicas de abonadoras y aperos de fertilización, una medida que considera injustificada, ya que la mayoría de las zonas agrícolas cumplen con la normativa de contaminación por nitratos.
La organización agraria también propuso suprimir la obligación de registrar la fertilización en el plazo máximo de un mes, al considerarla una presión burocrática innecesaria. Solicitó además retrasar la aplicación de la norma hasta que el Ministerio publique las guías de buenas prácticas en fertilización y ponga en marcha un programa formativo para difundirlas entre agricultores y ganaderos.
Entre otras demandas, AVA-Asaja pidió reducir la burocracia para quienes suministran estiércoles a terceros; que las administraciones —central o autonómica— reconozcan un programa informático gratuito oficial para elaborar los planes de abonado sin necesidad de contratar un asesor; la supresión del actual régimen sancionador, que contempla la aplicación simultánea de hasta siete leyes, dos reales decretos y las normativas autonómicas correspondientes, además de posibles responsabilidades civiles, penales o medioambientales.
AVA-Asaja subraya que el sector agrario ya cumple los estándares medioambientales exigidos por la Unión Europea, y considera que esta nueva normativa “no aporta soluciones reales”, sino que aumenta los trámites, costes y cargas administrativas que soportan los profesionales del campo.