Baja la producción de la aceituna de mesa en Extremadura

DIQUESÍ

La campaña de aceituna de mesa ha alcanzado una producción un 65% menor en relación a un ejercicio normal debido a las condiciones climatológicas

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Se ha dado una escasa cosecha de manzanilla cacereña en el norte de la comunidad y con algunas mejores cifras en el caso de la aceituna de regadío de la provincia de Badajoz. / Archivo

Efeagro.

La campaña de aceituna de mesa en Extremadura, según estima Asaja, ha alcanzado una producción un 65 por ciento menor en relación a un ejercicio normal debido a las condiciones climatológicas, que han provocado que el fruto tuviera un calibre “muy pequeño”.

El presidente de la organización agraria, Ángel García Blanco, ha expresado a EFE que la campaña de este año “ha sido muy corta en duración”, de en torno a 15.000 toneladas de producción obtenidas.

En concreto, se ha dado una escasa cosecha de manzanilla cacereña en el norte de la comunidad y con algunas mejores cifras en el caso de la aceituna de regadío de la provincia de Badajoz.

Esta escasez de cosecha ha provocado al menos el aumento de los precios, que se ubican por encima del euro/kilo.

Después de un comienzo del año con abundantes precipitaciones, la ausencia de lluvias durante los últimos meses ha marcado la campaña de aceituna de verdeo.

Estas circunstancias meteorológicas también han obligado a que la campaña haya sido corta, con unos 15 días de duración, cuando habitualmente tiene lugar desde finales de agosto a mediados de octubre.

La temporada de aceituna de mesa se ha desarrollado este ejercicio del 15 al 30 de septiembre, a la espera ahora de que la situación mejore de cara al producto para almazara.

En la actualidad “está lloviendo”, aunque “este hecho se produce más bien tarde”, y las previsiones apuntan a que la aceituna para aceite “comience a recogerse ya de una forma masiva a partir de la próxima semana”, ha manifestado Angel García Blanco.

“La aceituna está ya muy avanzada, a la espera de que las lluvias actuales mejoren su situación gracias a la toma de una mayor humedad, en el objetivo de salvar una campaña de aceite que obviamente será inferior en relación al año anterior, -ha explicado- habrá que ver si se pueden alcanzar las 50.000 toneladas en Extremadura”.

La ausencia de las lluvias desde el pasado junio ha incidido especialmente en el sector del olivar, aunque también ha afectado a la vendimia, sin olvidar el retraso provocado en la siembra del cereal de cara a la próxima campaña.