Biocombustibles renovables para una maquinaria agrícola más sostenible

BOLLO QUÉDATE CON LO BUENO
HERNANDORENA fiabilidad varietal

La multinacional española Repsol está desarrollando biocombustibles elaborados con subproductos como restos de poda, aceites usados y otros subproductos

Una alternativa con grandes posibilidades para la maquinaria agrícola y el transporte por carretera. / LA UNIÓ

Valencia Fruits. Redacción.

Repsol y New Holland colaboran en el desarrollo e implantación de los biocombustibles “cero emisiones” a partir de restos vegetales. Llegarán a final de año y serán una interesante alternativa para reducir las emisiones de la maquinaria agrícola. La actividad humana de los últimos dos siglos está dejando un impacto sin precedentes en la salud del planeta Tierra. El cambio climático es una realidad cada día más patente de la que agricultores y ganaderos somos perfectos conocedores –y víctimas– del calentamiento global y las consecuencias meteorológicas que lleva aparejadas. En este 2023 la sequía está dejando su nefasto efecto en el campo, en forma de pérdidas muy importantes para los agricultores españoles.

La sostenibilidad es hoy en día un reto de toda la humanidad, y el sector agrario no es una excepción

La sostenibilidad es hoy en día un reto de toda la humanidad, y el sector agrario no es una excepción. El mundo acaba de sobrepasar la barrera de los 8.000 millones de personas, cifra que seguirá aumentando en las próximas décadas. Personas que deberán disponer de alimentos en cantidad, calidad y variedad suficientes, y todo ello en un contexto de creciente complejidad climática. En ese inmenso reto de producir más con un menor impacto ambiental los expertos coinciden: la tecnología será uno de los elementos clave. Avances tecnológicos que deberán producirse en todos los campos, y el de la maquinaria agrícola es uno de los campos más interesantes para los agricultores y ganaderos.

Tractores más sostenibles

La industria del automóvil lleva ya varios años volcada en un importante proceso de reconversión para reducir las emisiones de sus vehículos. En el caso de los turismos, la electrificación, ya sea parcial –con los híbridos en sus distintas modalidades–, o total, con la aparición de numerosos modelos eléctricos, parece que será la alternativa dominante en la próxima década. Sin embargo, si hablamos de maquinaria pesada, como los tractores agrícolas, el camino no parece tan claro. En el mercado empieza a haber ya algún tractor eléctrico, pero hay importantes limitaciones en lo relativo a potencia, autonomía y peso de las baterías que restringen las posibilidades de la electrificación a tractores pequeños, destinados a explotaciones de frutales y viñedo. Para cultivos extensivos, en los que es necesaria una gran potencia, hoy día no es factible, y no lo será en los próximos años, hacer uso de tractores eléctricos.

Por lo tanto, surge la pregunta de cómo lograr una reducción de emisiones de la maquinaria agrícola. Un equipo de LA TIERRA pudo conocer de primera mano, el pasado mes de abril, la iniciativa que están desarrollando conjuntamente Repsol y New Holland para dar respuesta al reto de la sostenibilidad de la maquinaria agrícola.

Biocombustibles renovables

La multinacional española Repsol está desarrollando un producto novedoso, el de los biocombustibles elaborados con subproductos como restos de poda, aceites usados y otros subproductos. Una alternativa con grandes posibilidades para la maquinaria agrícola y el transporte por carretera. Estos nuevos biocombustibles se pondrán a la venta en hasta 100 estaciones de la compañía a finales de 2023, cuando entre en pleno funcionamiento la planta que la empresa está construyendo en Cartagena (Murcia), que producirá 250.000 toneladas al año y en la que han invertido cerca de 190 millones de euros. Repsol busca alcanzar la neutralidad climática en el año 2050. Un objetivo al que contribuirán estos biocombustibles renovables, como también lo harán los e-fuels o combustibles sintéticos, que la Unión Europea ha aceptado como fuente de energía renovable para no prohibir los motores de combustión a partir del año 2035, y para cuya producción Repsol está construyendo una planta piloto en Bilbao.

Aunque en la presentación conjunta en el Campus New Holland el pasado mes de abril Repsol no se atrevió a dar cifras sobre el precio al que pondrán a la venta los biocombustibles renovables, parece claro que será necesaria una fiscalidad beneficiosa, que favorezca el uso de estas tecnologías frente a los combustibles tradicionales, para hacerlos competitivos en un uso agrícola profesional.

Colaboración New Holland – Repsol

Ambas compañías demostraron su estrecha colaboración en la presentación que se celebró en el “campus” que la marca de maquinaria tiene en Peñarrubias de Pirón (Segovia). Allí, ambas marcas, con la colaboración de científicos de la Universidad de Castilla-La Mancha, están probando tractores New Holland con los biocombustibles Repsol en condiciones reales de trabajo, realizando telemetría y analizando la potencia, el rendimiento, el consumo y las emisiones. Los biocombustibles renovables son químicamente indistinguibles de los combustibles tradicionales, por lo que pueden ser utilizados en los tractores sin realizar modificaciones en los mismos, al menos en los más modernos, sin pérdidas de rendimiento. Además, tienen “cero emisiones netas”, ya que en su producción se fija carbono de la atmósfera y se combina con hidrógeno procedente del agua, lo que compensa las emisiones que sí se producen al quemar el combustible.

Los avances en sostenibilidad en todas las actividades humanas son un reto irrenunciable de nuestra sociedad

Maquinaria para una agricultura más sostenible

Los avances en sostenibilidad en todas las actividades humanas son un reto irrenunciable de nuestra sociedad. La humanidad debe reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, y el sector agrario tiene sus propios retos dadas sus particularidades. Iniciativas de empresas líderes en sus respectivos sectores, como Repsol y New Holland, son imprescindibles para ayudar a los agricultores y ganaderos a ser más eficientes, rentables y sostenibles. Un objetivo compartido desde UPA y para el que es necesario un impulso por parte de las Administraciones públicas, haciendo accesibles estas tecnologías a todos los agricultores y ganaderos, cuidando especialmente a los de pequeña y mediana dimensión y de carácter familiar.