Una buena campaña en Andalucía… hasta la fecha

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Cuando aún quedan semanas muy importantes para la campaña citrícola andaluza, parece que se las expectativas de producción se van a cumplir a pesar de los retos a los que se ha tenido que enfrentar

En general las cotizaciones son inferiores a las registradas el año pasado debido a la mayor producción. / ARCHIVO

Raquel Fuertes. Redacción.

La previsión de aforos presentada en septiembre por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía preveía que se superarán los 2,26 millones de toneladas de cítricos en la comunidad, una cifra que implicaba un aumento respecto del 19,2% con respecto a los resultados de una corta campaña 23-24 marcada por la sequía. Este año, en cambio, las lluvias han interrumpido las labores de recolección en algunas provincias andaluzas en las últimas semanas.

El problema de las nuevas plagas es ya una realidad que puede afectar sensiblemente al campo andaluz y los sindicatos afirman que hay que tomar medidas fitosanitarias que encarecen el coste de producción

Cuando aún quedan semanas muy importantes para la campaña citrícola andaluza, parece que se las expectativas de producción se van a cumplir, algo más importante si cabe en un año en el que la producción de países terceros parece que va a reducirse y se abren nuevas oportunidades para la exportación, aunque el problema de las nuevas plagas es ya una realidad que puede afectar sensiblemente al campo andaluz.

Claves de la campaña 

Según subraya Ricardo Serra, presidente de Asaja-Andalucía, “la campaña hasta ahora ha ido realmente bien, los aforos se han cumplido. Incluso en la mayoría de los casos ha habido algo más de lo que se había, digamos, aforado, especialmente en Navelinas y en la primera parte de la campaña”.

Una visión algo diferente esgrime Salvador Fernández, responsable de cítricos de COAG Andalucía: “Empezó bien, pero va regular, es posible que se alcance el aforo, pero también que no todo sea comercializado, quizás no llegue a recolectarse, está muy condicionada por los precios y los márgenes tan ajustados entre coste-beneficio”.

La climatología es un factor esencial. Este año Andalucía ha contado con más lluvias, aunque irregulares, que en años precedentes en los que la sequía extrema fue protagonista. En esta campaña el agua no llegó a tiempo para las variedades tempanas, pero “las lluvias de otoño fueron favorables para las variedades más tardías”, señala Fernández.

En la fase de cosecha, Ricardo Serra señala que “la climatología ha incidido dificultando la recolección, sobre todo en la zona del Guadalquivir, por los muchos días de lluvia. Por otra parte, eso es positivo, porque de alguna manera nos da esperanzas de tener un verano con agua suficiente para tener los cultivos en buenas condiciones”.

En 2024 se declaró por primera vez la presencia de Scirtothrips aurantii en Andalucía, algo que ha provocado que haya “que tomar medidas fitosanitarias adicionales, lo que encarece el coste de producción”, en palabras de Salvador Fernández, mientras que Ricardo Serra no duda en afirmar que “en muchos sitios ha sido absolutamente nefasta, produciendo un extraordinario daño sobre la comercialización y además con la preocupación de todos de que el año que viene puede ser peor porque es una plaga nueva. Aún conocemos poco cómo funciona el insecto, pero según los expertos va a suponer un antes y un después en el cultivo de los cítricos, dada la extraordinaria incidencia que puede tener esta plaga, que ya la está teniendo desgraciadamente, sobre la comercialización del cultivo”.

Fernández subraya que “la Consejería de Agricultura de Andalucía hace muy buen trabajo con el Plan de Vigilancia de Cítricos y permite al sector anticiparse y tomar medidas antes de que el problema vaya a mayores”, mientras que Serra señala que “es fundamental el control de las plagas porque determinará el futuro de este cultivo”.

Sobre los precios en el campo, en general las cotizaciones son inferiores a las registradas el año pasado debido a la mayor producción. Serra señala que “han sido razonablemente buenos”. Sobre este mismo aspecto Fernández matiza que “la campaña empezó con buenos precios en campo, sobre 30 céntimos, había demanda y buena calidad, pero empezó a bajar y las variedades más tardías ya se están pagando muy baratas para los costes de recolección. Desde el inicio del grueso de la campaña en noviembre, según el IPOD de COAG el diferencial de precios entre origen y destino es uno de los más elevados, alcanzando su máximo en el mes de diciembre con un 626%”. 

Uno de los factores que ha podido ser decisivo en el precio es la menor incidencia de las producciones de países terceros. Mientras que Fernández lo atribuye a las limitaciones fitosanitarias de Sudáfrica y a la sequía en Egipto y Marruecos, Serra recuerda que la irrupción de la producción egipcia en el final de la anterior campaña “marcó de manera muy drástica el resultado final”.

Sobre lo que resta de campaña, Fernández señala que “hay mucha naranja aún en el campo y se espera que hasta mayo-junio sea así, la gente está retrasando cogerlas por si sube el precio, pero parece que seguirá bajando hasta el final. Puede que suba algo para zumo. Si llegase a 22 o 23 céntimos, un precio que se considera más o menos alto, se espera que mucha cantidad vaya para zumo”. 

Para Ricardo Serra “las perspectivas no son malas para la segunda parte de la campaña, bien es cierto que hay mucha naranja tocada por trips como hablamos antes, y eso pese a que hay cierta animación en la demanda, hará que estas variedades, afectadas por la plaga se comercialicen a menos precios. Aunque lo previsible es que, de alguna manera, la demanda hará salir toda esta fruta de forma ordenada”. 

En cuanto a los aspectos estructurales del sector citrícola, Serra aprovecha para “reiterar la necesidad de una interprofesional que funcione y que haga promoción, puesto que el consumo está cayendo extraordinariamente y es necesario que haya más y más promoción, nos reforcemos donde estamos y vayamos a más países en los que a lo mejor no estamos, pero podríamos estar si se hacen bien las cosas” y no deja en el olvido que “el problema de la falta de mano de obra es uno de los más graves del sector”.