“Los retos de la citricultura valenciana”, por Carlos Mazón, president de la Generalitat

Gustavo Ferrada Navidad
Deterra líder multiproducto

El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, habla sobre la seña de identidad que representa la citricultura para la Comunitat Valenciana

“La citricultura en la Comunitat es por historia, esfuerzo y derecho propio una de las principales señas de identidad de nuestro pueblo”. / Generalitat Valenciana

Carlos Mazón (*)

La citricultura en la Comunitat Valenciana es por historia, esfuerzo y derecho propio una de las principales señas de identidad de nuestro pueblo. Sector que está en el ADN de valencianos, alicantinos y castellonenses, gracias a la laboriosidad, emprendimiento y esfuerzo de nuestros agricultores, sin cuyo saber hacer, desvelos y afán de superación, no se habría podido moldear el paisaje de nuestras tierras y municipios.

Gracias a este sector y al denodado e incansable trabajo de sus actores, durante 240 años se ha conseguido desarrollar un sector productivo que es clave en la historia económica valenciana y española, pues ha servido de base sobre la cual se han sustentado infinidad de proyectos financieros e industriales, que han visto la luz en esta tierra a lo largo de más de dos siglos.

Sin olvidar el intangible valor agroecológico de la citricultura valenciana, dado el papel que ejerce en la lucha contra el cambio climático, la deforestación del suelo y su importancia como pulmón verde de numerosas comarcas.

El cultivo de cítricos, con naranjas, mandarinas, pomelos, limones y limas, dibuja un tapiz que tiñe de verde, amarillo y naranja nuestra Comunitat, surcando la misma de norte a sur. 

Este paisaje ha permitido que la Comunitat Valenciana lidere la producción de cítricos a nivel nacional y europeo, siendo considerados sus productos en fresco de máxima calidad en los principales mercados exteriores. De hecho, los cítricos representan un papel decisivo en el conjunto de las exportaciones agroalimentarias valencianas ya que suponen aproximadamente el 31% de su valor en 2021, unos 2.445 millones de euros.

Los cítricos valencianos representan casi el 50% del valor de los cítricos en España y el 29% de toda la Unión Europea. Actualmente, la Comunitat Valenciana es la principal región citrícola a nivel nacional, con una producción estable superior a los 3 millones de toneladas anuales durante los últimos 30 años y cuenta con una superficie de casi 160.000 hectáreas, equivalente al 53,7% del total de España. 

Soy consciente de las amenazas que sufre la citricultura valenciana como las fitosanitarias, la deslocalización de la producción, la competencia desleal por la apertura de mercados con terceros países, la galopante sequía, las extremas condiciones climatológicas y la deslealtad interna de los socios de la Unión Europea como se hace patente con el tratamiento en frío. 

A esta radiografía de la citricultura valenciana también se suma la concentración de la exportación y la comercialización, el lento crecimiento de superficie en ecológico, el aumento de costes, la falta de rentabilidad de las explotaciones, el retraso en la modernización de las infraestructuras de riego, el escaso relevo generacional, el despoblamiento…

Retos actuales y futuros que deben ser afrontados con contundencia y sin ningún tipo de demora para que la citricultura valenciana siga siendo parte inherente y fundamental de nuestra sociedad y de nuestra economía. 

Un sector que ha estado abandonado por el gobierno de Ximo Puig durante demasiado tiempo necesita políticas agrarias urgentes y eficaces que acompañen el proceso de transformación en la que está inmerso y reclamen igualdad de trato para los agricultores de la Comunitat. 

Desde el gobierno del cambio trabajamos con firmeza y sin detenimiento para que la citricultura valenciana recupere el protagonismo y esplendor que merece. Para ello, hemos dotado de una mayor partida presupuestaria a las políticas agrarias, con ayudas directas que repercutan en la estabilidad económica y calidad de vida de los agricultores.

Asimismo, durante los primeros 100 días de gobierno ya hemos iniciado la reforma fiscal con impuestos cero al campo para evitar el abandono de tierras y conseguir el relevo generacional, al tiempo que hemos empezado a poner en marcha el Plan Simplifica para reducir los trámites burocráticos y facilitar una gestión asequible de las ayudas para nuestros agricultores. 

En materia hídrica, la creación de la Mesa del Agua de la Comunitat Valenciana velará desde la unidad, el rigor y el diálogo por el agua que necesita nuestra tierra y dará respuesta a los retos en ese sentido.

Igualmente, actualizaremos la Ley de Estructuras Agrarias para posibilitar explotaciones más rentables, potenciaremos la investigación y la innovación consolidando el IVIA como centro de referencia de investigación agraria al servicio de nuestros agricultores, proporcionando herramientas efectivas para combatir nuevas plagas, además de llevar a cabo un amplio conjunto de medidas transversales para aumentar la rentabilidad, competitividad y eficiencia de las explotaciones citrícolas.

La estrategia agraria para la citricultura puesta en marcha desde la Generalitat Valenciana persigue estar mejor preparados y dar respuesta ante los retos y desafíos del siglo XXI para seguir tejiendo este sector productivo de vital importancia para nuestra tierra. 

Y, por supuesto, alzando la voz allá donde sea necesario, defendiendo junto a nuestros agricultores los intereses de la citricultura valenciana y lograr mayor capacidad de presión en la Unión Europea. Porque la citricultura valenciana no debe ser moneda de cambio de nada ni de nadie.

(*) President de la Generatitat Valenciana

Acceso al artículo en la página 4 del dossier Extra de Cítricos en el ejemplar de Valencia Fruits.

Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.