Cirilo Arnandis: “Y ahora, la presidencia del Consejo de la UE”

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El presidente de Frutas y Hortalizas de Cooperatives Agro-alimentaries, Cirilo Arnandis, opina sobre la presidencia del Consejo de la Unión Europea de España

La agenda de la agricultura europea debe avanzar durante la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea de España. / ÓSCAR ORZANCO

Cirilo Arnandis (*)

Dicen que nuestro país, debido a su ordenamiento jurídico, está en permanente campaña electoral. A las recientes elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo, hay que unir las inminentes generales, apareciendo ya en el horizonte las europeas del mes de mayo de 2024, cuando no son las autonómicas de las comunidades consideradas históricas, o cuando no se adelantan algunas por diferentes motivos, antes de los cuatro años previstos de duración de una legislatura. En este escenario, aparece un hecho de vital importancia, al menos para nuestro sector, como es que España ostenta entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de este año la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, de acuerdo con el sistema establecido entre los 27 Estados Miembros.  

Será la quinta ocasión en que nuestro país asume dicha presidencia, pero esta vez con importantes cambios y retos desde que se ostentó la última vez en 2010. La crisis financiera, la salida por primera vez de un país del seno comunitario, el COVID y la guerra en Ucrania, han hecho cambiar el posicionamiento geoestratégico de la UE y sus retos y, por lo tanto, sus políticas, con un importante impacto en la PAC. En este contexto, el papel de la presidencia es muy importante para orientar las prioridades de los 27, para intentar llegar a acuerdos proponiendo soluciones de compromiso, para establecer el timing de los dossieres que se debaten y realizar propuestas a discutir, y además, para instar a la Comisión Europea a presentar propuestas legislativas.

Para este periodo, España ha establecido cuatro prioridades estratégicas generales durante su presidencia, que son: impulsar la reindustrialización de Europa, para que sea líder mundial en tecnología de energía renovable, con el objetivo de crear un millón de empleos en esta década y no quedarse rezagada ante el empuje de China y EEUU; avanzar en la transición y adaptación ambiental, entendiendo que esta prioridad no sólo es una necesidad y una demanda ciudadana, sino una oportunidad para ahorrar en importaciones de combustibles fósiles y crear nuevos empleos; consolidar el pilar social y hacer de Europa un continente con mayor justicia social y económica luchando contra la evasión fiscal; y reforzar la unidad de Europa, para lo que se trabajará en una mayor profundización del mercado interno: por un lado desde el punto de vista bancario, y de mercados de capitales, y por otro, de mejora de los instrumentos comunes como son los fondos Next Generation.

“¿Y de la agricultura qué? En este contexto electoral en el que permanentemente se mueve nuestro país, la agricultura suele pasar bastante desapercibida para las distintas opciones políticas. Ya sea porque hay pocos votos en una España vaciada, o porque estos, en el entorno rural, parecen ya decididos para las opciones políticas más potentes. Lo cierto es que una actividad que sirve para garantizar el suministro de alimentos del mundo urbano, además de cuidar del entorno y del paisaje que estos disfrutan en sus momentos de asueto, no es entendido como un tema importante”

“Afortunadamente, en Europa esto no ocurre, pues la agricultura es la única política común que afecta por igual a todos los socios comunitarios, con el mayor presupuesto de todas las partidas, y con la atención, del todo desmesurada, de todas las opciones verdes y medioambientalistas, que fijan en la agricultura su única preocupación. Por si fuera poco, los últimos acontecimientos en el ámbito geoestratégico la han hecho protagonista de las prioridades generales de Bruselas”

¿Y de la agricultura qué? En este contexto electoral en el que permanentemente se mueve nuestro país, la agricultura suele pasar bastante desapercibida para las distintas opciones políticas. Ya sea porque hay pocos votos en una España vaciada, o porque estos, en el entorno rural, parecen ya decididos para las opciones políticas más potentes. Lo cierto es que una actividad que sirve para garantizar el suministro de alimentos del mundo urbano, además de cuidar del entorno y del paisaje que estos disfrutan en sus momentos de asueto, no es entendido como un tema importante. Afortunadamente, en Europa esto no ocurre, pues la agricultura es la única política común que afecta por igual a todos los socios comunitarios, con el mayor presupuesto de todas las partidas, y con la atención, del todo desmesurada, de todas las opciones verdes y medioambientalistas, que fijan en la agricultura su única preocupación. Por si fuera poco, los últimos acontecimientos en el ámbito geoestratégico la han hecho protagonista de las prioridades generales de Bruselas. 

Así, ya sea por obligación o por devoción, España ha tenido que trabajar en el plano agroalimentario europeo, siendo sus prioridades, en primer lugar, la seguridad en el abastecimiento y la seguridad alimentarios. La Guerra de Ucrania ha puesto de manifiesto que la seguridad en el abastecimiento no está garantizada como muchos pensaban, al igual que está pasando con la energía. En segundo lugar, las nuevas tecnologías como instrumento para hacer una agricultura más resiliente. En el marco actual de las distintas iniciativas europeas para reducir el uso de productos fitosanitarios y fertilizantes, las nuevas tecnologías, incluidas las nuevas técnicas de reproducción, son un instrumento clave para aumentar la producción en la UE y hacer la agricultura más resiliente al cambio climático.

En la lista de prioridades, la tercera de la lista para España en materia de agricultura será la PAC, no sólo para asegurar la producción de alimentos, sino para revitalizar las zonas rurales. Conviene recordar que a finales de año la Comisión Europea debe presentar el primer informe de evaluación de la nueva PAC, para lo que se tendrá un intercambio de puntos de vista con los Estados miembros, siendo importante para marcar las pautas de la PAC a partir de 2027. Por último, queda analizar el papel de las zonas rurales en Europa, no sólo porque en estas zonas se producen los alimentos para los ciudadanos europeos, sino que también suponen el 80% del territorio de la UE. Avanzar en el debate y en la implementación del Pacto Europeo por las Zonas Rurales (lanzado en el 2021) es la piedra angular de la UE para una mayor igualdad económica y social entre los habitantes de las zonas rurales y urbanas, promocionando la agricultura y otras actividades que den vitalidad a dichas zonas y donde las cooperativas agroalimentarias juegan un papel clave.

Desgranando estas prioridades, en el Consejo de Ministros de Agricultura, España tendrá que presidir los debates de las iniciativas legislativas en curso y de las que tienen que publicarse en lo que queda del 2023. Aquí nos jugamos el bigote en temas tan importantes como el seguimiento de la situación de mercados, activando si fuera el caso, nuevas ayudas; la propuesta de usos sostenible de productos fitosanitarios, que en su versión actual, nos podría dejar sin armas ante las plagas, y donde está previsto la publicación de un estudio de impacto por parte de la Comisión; nuevas técnicas de producción, que aprovechen los avances en innovación, permitiendo obtener variedades adaptadas al cambio climático; la propuesta de regulación de Sistemas Alimentarios Sostenibles, por la que se presentaría una propuesta legislativa de criterios mínimos que califiquen a los alimentos que llegan a la mesa de los europeos como sostenibles, y esperemos que las obligaciones también vinculen a los procedentes de países terceros; finalmente, la propuesta de regulación de las Indicaciones Geográficas de procedencia así como la modificación de la Directiva de normas de comercialización de zumos cerrarían este capítulo. 

En el Consejo de Medio Ambiente también se juega el sector buena parte de su competitividad. Así, y sobre lo que más nos afecta, estará a debate la propuesta de restauración de la naturaleza, que está generando gran debate y controversia; la propuesta de regulación de envases y residuos de envases; la regulación sobre la certificación de la captura de carbono en agricultura; la propuesta de Directiva sobre afirmaciones verdes, ya que existen cientos de sellos medioambientales en la UE en multitud de productos, entre ellos agroalimentarios, que no suponen ningún o poco beneficio medioambiental; la propuesta de regulación sobre el desperdicio alimentario o la propuesta legislativa de salud de los suelos agrícolas. En el área de comercio exterior nos jugaremos el resto, con cuestiones como los tratados con terceros países, y en especial en lo relativo a Mercosur. 

“Agenda cargada en un sector, el agroalimentario, extraordinariamente normativizado, en ocasiones en demasía, y a veces desde una visión idealista y teórica, cuando no ideológica. Eso sí, siempre la parte estrecha del embudo es para los productores euro-peos y nunca para las producciones de países terceros que se consumen en Europa, pues allí la ideología no llega, o no se vota. El papel de España puede ser clave en esta presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, ya sea en un último intento de poner sentido y equilibrio a las propuestas que puedan salir, o simplemente para posponer decisiones en el futuro escenario que pueda a aparecer como resultado de las elecciones europeas de 2024”

Como vemos, agenda cargada en un sector, el agroalimentario, extraordinariamente normativizado, en ocasiones en demasía, y a veces desde una visión idealista y teórica, cuando no ideológica. Eso sí, siempre la parte estrecha del embudo es para los productores europeos y nunca para las producciones de países terceros que se consumen en Europa, pues allí la ideología no llega, o no se vota. El papel de España puede ser clave en esta presidencia, ya sea en un último intento de poner sentido y equilibrio a las propuestas que puedan salir, o simplemente para posponer decisiones en el futuro escenario que pueda a aparecer como resultado de las elecciones europeas de 2024. De eso ya hablaremos más adelante, pues el resultado final de muchos de los temas que nos afectan dependerá de la futura composición de la Eurocámara.

(*) Presidente Frutas y Hortalizas Cooperatives Agroalimentaries

Acceso en la página 6 del ejemplar de Valencia Fruits. 

Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.