Cinco profesionales del sector nos hablan sobre los cítricos ecológicos de la Comunidad Valenciana

Los entrevistados ofrecen una amplia perspectiva de por dónde podrían ir los desafíos y el futuro del sector citrícola ecológico. / CAECV
Una información de Raquel Fuertes para CAECV.
Más allá de las peculiaridades concretas de esta campaña y pensando en el futuro de productos de calidad y cualidades diferenciales apreciadas en el mercado, hemos querido saber en qué punto se encuentran los cítricos ecológicos valencianos. Para ello hemos contactado con cinco profesionales de primera línea, muy próximos al día a día real de estas frutas.
Estos profeisonales son Vicente Faro, presidente del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV) y productor de cítricos; José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante y agricultor; Salvador Pons, mayorista y productor de cítricos de Ecocamp Valencia y miembro de la junta del CAECV ; Guillermo Antelo, presidente de Naranjas Ché, y Julia Soler, presidenta de Cofrudeca. Los cinco dan su punto de vista en este reportaje de aspectos tan importantes como las tendencias de consumo, la promoción, los problemas, los fondos de inversión o la aparición de nuevas modas que pueden generar confusión en el conocimiento del consumidor.
Consumo
Y, precisamente, hemos empezado preguntándoles qué tendencias están observando en el consumo de cítricos ecológicos. Vicente Faro comenta una tendencia que condiciona el consumo: “La tendencia que observo como productor, es consumo a la baja de cítricos ecológicos, en general. El consumidor cree que todos los cítricos son ‘naturales’ y no aprecia la diferencia. Va buscando precio económico”.
Salvador Pons aprecia “una ralentización del consumo en fresco de estos productos en los lineales comerciales, a mi parecer debido a un encarecimiento excesivo de precios, provocado por el último eslabón de la cadena comercial. Para mí el porcentaje de beneficio comercial es desproporcionado comparando los precios de origen del convencional y del ecológico. Sin embargo, observo un ligero crecimiento en la industria para zumos”.
José Vte. Andreu también opina sobre este aspecto: “La percepción que tengo es que el consumo de cítricos ecológicos a nivel europeo está estancado con tendencia a la baja. Tras varios años de claro crecimiento, el mercado de cítricos ecológicos creo que está madurando, se está estabilizando, y como consecuencia de las sucesivas crisis (energética, económica, pérdida de valor adquisitivo…), esa estabilización se está realizando con tendencia a la baja. A nivel nacional, lejos de crecer la demanda en el mercado de cítricos ecológicos, está bajando”.
Guillermo Antelo proporciona datos interesantes sobre la evolución del consumo: “Aunque la tendencia del producto ecológico es positiva en general, el consumo de cítricos en Europa ha retrocedido en torno al 15% en los últimos 5 años, pero con un mayor precio de venta medio (€/Kg)”.
Julia Soler, por su parte, da una perspectiva un poco más positiva y apunta que aprecia un “ligero aumento en el consumo en el último año, aunque los precios son muy ajustados para el productor, respecto al cítrico convencional”.
Desafíos
Al ser interrogados sobre qué problemática encuentran actualmente los productores de cítricos ecológicos, Vicente Faro explica que “creo que falta una buena cantidad de comercios que elaboren y vendan los cítricos allí donde se demanden, con diferenciación ecológica. Sin demanda, es difícil que la oferta sea diversa y de calidad. El consumidor no diferencia ni conoce las dificultades de obtención, características de productos que se utilizan para producción y los beneficios sociales y ambientales que se generan con las prácticas de agricultura ecológica. Las comunidades de regantes con riego comunitario no contemplan la posibilidad de ofrecer abonado compatible con policultivo y/o agricultura ecológica”. Comercialización, oferta, demanda, conocimiento del consumidor, riego…, serían los puntos más destacables desde la perspectiva de Vicente Faro.
Andreu, por su parte, argumenta que los problemas son “básicamente, económicos. Falta de rentabilidad. El cultivo ecológico implica sí o sí una pérdida de productividad lo que lleva asociado un incremento de coste de producción exponencial. Ante el incremento de oferta de producto ecológico la retracción del consumo, el resultado está claro: descalabro económico para el agricultor”, haciendo así hincapié en los problemas relacionados con la rentabilidad.
Desde Naranjas Ché señalan tres puntos clave: “Los últimos dos años, los productores estamos experimentando un menor rendimiento en kg/ha significativos, sobre todo en clementinas, que achacamos a cambios climáticos en la primavera-verano. También hay que contar con las amenazas fitosanitarias de fuera de la UE y con un menor margen comercial entre el cítrico ecológico y el convencional”. Rendimiento, margen comercial y limitaciones fitosanitarias son los puntos clave de los cítricos ecológicos para Antelo.
En cambio, Soler, distingue según zonas y superficies de cultivo: “Depende de la zona de cultivo. En zonas de Valencia con mucho minifundio la falta de rentabilidad, el riesgo de contaminaciones laterales por el incremento de la presión de plagas que en convencional hacen que aumenten los tratamientos, la dificultad en el manejo de explotaciones pequeñas… En parcelas más grandes los problemas son menores”.
Pons habla del coste elevado de los fertilizantes autorizados que provoca un mayor gasto “para combatir las malas hierbas, manual y mecánicamente, al no hacer uso de herbicidas”. También señala problemas como el aumento de plagas o la dificultad para que las comunidades de regantes propicien fertilizar con productos compatibles con la agricultura ecológica.
Entre los entrevistados ofrecen, pues, una amplia perspectiva de cuáles pueden ser los desafíos del sector citrícola ecológico. Pero, ¿qué ocurre con el futuro?
Futuro
Tras hablar de los retos y teniendo en cuenta el contexto y las tendencias, hemos preguntado sobre qué escenario de futuro prevén para los cítricos ecológicos
Al hablar sobre el futuro, Faro habla de incertidumbre y menciona hacia dónde hay que avanzar desde la base: “El futuro es incierto debido a que el sector debe avanzar mejorando la profesionalización, las estructuras agrarias, los canales de comercialización, la promoción y la información al consumidor. Sin estas bases, es difícil mantenerse en el tiempo y ofrecer una alternativa a las personas que decidan emprender en el sector”. Para este productor es necesario trabajar desde la estructura misma del sector para garantizar un proyecto con futuro.
Salvador Pons observa que “que pueden marcar una seña de identidad y calidad, diferenciándose de otras regiones, avaladas por los controles del CAECV”.
El presidente de Asaja Alicante, por su parte, hace hincapié en los aspectos más críticos y explica que “tras un periodo de fuerte crecimiento, excesivo crecimiento diría yo, a nivel productivo, y con una demanda estabilizada, el escenario no es muy halagüeño. Más bien de profunda crisis, lo que a medio plazo debe llevar a un reequilibrio en la relación oferta/demanda”.
Pons entiende que “el sector ecológico lo percibe con cautela, pendientes del interés que manifiesten en la producción y comercialización de fruta ecológica. De esto dependerá la evolución de la venta en las grandes superficies”.
Para Antelo la polarización llega al sector: “Se prevé un futuro polarizado. Por una parte, unas explotaciones cada vez mayores, con menores costes de producción, y, por otra, un aumento del valor de la producción, ya sea por nuevas variedades o por la diferenciación del producto”. Mayor tamaño, menores costes de producción y más valor por innovación o diferenciación de producto.
En ese mismo sentido se expresa Julia Soler: “Es previsible una transformación territorial a parcelas cada vez de mayor tamaño, o desaparición. Por otra parte, es de esperar una profesionalización del agricultor ecológico con tamaños de explotación cada vez más grandes y disminución del pequeño agricultor de fin de semana”. La profesionalización también en el punto de mira de la citricultura ecológica del futuro.
Fondos de inversión
Los cítricos ecológicos no son ajenos a lo que está sucediendo en los cambios de estructuras de propiedad con la aparición de fondos de inversión. Hemos querido conocer cómo lo está percibiendo el sector de los cítricos ecológicos.
Julia Soler ve dos vertientes muy diferenciadas en cuanto a la percepción de los operadores: “se puede percibir como amenaza, ya que ellos disponen de dinero para transformar e invertir, o como oportunidad para aprender de su modelo, que pasa por el aumento del tamaño de las explotaciones y la rentabilidad”.
Sobre este aspecto, Andreu asegura que “no cabe duda de que en la Comunidad Valenciana el sector citrícola tiene un gravísimo problema de estructuras agrarias. El minifundio que durante mucho tiempo ha sido motor de la economía agraria, hoy es un gran problema por la falta de rentabilidad de ese tipo de explotaciones. A eso sumas el envejecimiento tanto de las plantaciones como de los agricultores, y el resultado de la ecuación es clara y demoledora. La caída de la capacidad productora y el decaimiento del sector”.
El presidente de Asaja Alicante añade que “ante este hecho la conversión a cultivo ecológico se vio en el sector como una oportunidad de futuro para poner en valor nuestra cultura citrícola y nuestra forma de trabajar. Pero la realidad no está siendo la esperada. La crisis estructural sigue, y el decaimiento del sector también. La llegada de los fondos de inversión no tiene como objetivo la producción primaria, sino la comercialización. La realidad es que se está produciendo una gran reconversión forzosa del sector encaminada a conseguir explotaciones de mayor tamaño. No hay otro camino”, concluye.
Faro, por su parte, aprecia que esta situación no pasa sin dejar huella: “Muchos lo perciben como una amenaza, otros lo ven cómo un indicador de tendencia. Lo cierto es que, no han dejado indiferentes a los agricultores y muchos han empezado a cambiar su estrategia hacia la mecanización, utilización de nuevas tecnologías, canales de venta alternativos gracias al gran desarrollo de la logística y las plataformas digitales de venta”.
Guillermo Antelo hace una interesante aportación en este aspecto, introduciendo matices muy interesantes: “Los fondos de inversión a nivel rústico están comprando grandes fincas, pero no se interesan por el minifundio valenciano y a nivel comercial se está produciendo integraciones aceleradas de grandes operadores. Aunque los fondos son una fuente de inversión para el sector, un motor de modernización y provocan una concentración que puede beneficiar la rentabilidad y la competitividad internacional de los cítricos valencianos (incluido el nicho ecológico), los agricultores tradicionales observamos esta situación con preocupación como un factor que presiona a la baja los precios en origen y que amenaza la supervivencia del modelo de agricultura familiar en la región”.
¿Agricultura regenerativa?
Hay términos y prácticas que se ponen de moda. También en agricultura. Hemos querido saber cuál es su percepción sobre lo que se está dando a conocer como agricultura regenerativa y cómo afecta a la citricultura ecológica.
El presidente del CAECV habla claro sobre este aspecto: “Pienso que se está ilusionando a jóvenes agricultores en una forma de producir que realmente no ofrece una diferenciación en la venta. No se distingue ‘agricultura regenerativa’ en canales de compra de productos. No existe norma clara que seguir y, finalmente, quien se aprovecha de esta agricultura no son los agricultores son los que utilizan los créditos de carbono para utilizarlos para otros intereses que no son los agricultores ni el medioambiente”.
“La agricultura ecológica responde a una norma clara auditable y certificable, engloba en su regulación el cuidado del suelo y el entorno, de la calidad del producto y la salud de los consumidores”
Andreu, por su parte, explica que “la agricultura regenerativa es una forma de producir que tiene como objetivo cuidar el suelo y el hábitat. No responde a una norma clara certificable” y subraya que “la agricultura ecológica sí responde a una norma clara auditable y certificable, que engloba en su regulación el cuidado del suelo y el entorno, a la vez que de la calidad del producto y la salud de los consumidores. Sin duda, la visión de la agricultura ecológica es mucho más global”.
Según el presidente de Asaja Alicante, “la agricultura regenerativa responde más a una moda o forma de cultivo que llega desde el mundo urbano, y ligada a grandes corporaciones industriales en estrategias de marketing enfocado a mejoras de imagen de dichas corporaciones. Un agricultor profesional que conozca bien su profesión, como principio básico debe tener el cuidado del suelo y el hábitat. De no ser así, sería como vivir en una casa sin cimientos”.
Julia Soler, por su parte, explica que “se está empezando a ‘vender’ en otros países europeos, como Francia, pero la agricultura regenerativa no deja de ser un punto dentro de lo que es la agricultura ecológica, que es un concepto mucho más amplio”.
Quizás el más tajante sea Salvador Pons: “A mi parecer el sello agricultura regenerativa es un fraude, ya que carece de los controles necesarios. Es una manera de eludir el control de la certificadora. ecológica, haciendo una competencia desleal y confundiendo al consumidor. No hay más agricultura regenerativa que la ecológica.”.
Menos crítico se muestra Antelo: “La agricultura regenerativa va un paso más allá que la agricultura ecológica, puede reforzar los valores y objetivos que los agricultores ecológicos perseguimos, como un refuerzo de las prácticas ecológicas que ya efectuamos, una mejor defensa frente a enfermedades o un aumento del reconocimiento de nuestros productos por parte del consumidor europeo”.
Promoción
Un aspecto en el que los cítricos,ecológicos, pero también convencionales, tienen que mejorar es en el aspecto promocional. Más en los tiempos que corren. Hemos querido saber qué propuestas o mejoras lanzarían para aumentar la presencia y el conocimiento de los cítricos ecológicos certificados entre los consumidores.
Sobre este aspecto, el presidente del CAECV apunta que “para popularizar los cítricos ecológicos entre la población se podría apostar por la compra pública y ofrecerlos en todos los comedores escolares, residencias y hospitales para deleite de la población, un producto que simboliza nuestra tierra, además con el gusto de siempre y con la seguridad que procede de nuestra tierra. Solamente con este gesto, se conseguiría dar a conocer este producto tan clásico y, paradójicamente, desconocido por los consumidores”.
Como colofón, Andreu asevera que “no hay varitas mágicas y trucos de magos. Sólo hay un camino. El camino largo, el del esfuerzo continuo. El de buscar la satisfacción del consumidor. Un consumidor satisfecho, traerá a otro. Las grandes campañas de promoción son flor de un día, si detrás no hay una sólida estructura que consolide el sector. Eso pasa por conseguir rentabilidad para los agricultores, con tener un sistema de certificación eficiente y solvente cono el del CAECV. Con tener un sistema de comercialización y distribución que crea en el proyecto. Y, por último, con tener consumidores satisfechos y fidelizados. No hay otro camino”, concluye.
Como propuestas, desde Naranjas Ché abogan por un plan que incluiría “campañas que comuniquen el valor real de nuestras cosechas, con aspectos ambientales (captación de CO2), la transparencia al origen y difundiendo el consumo seguro sin pesticidas”. Además, sumaría “la promoción del ‘Cítrico Ecológico Valenciano’, llegando a un acuerdo con la IGP para promocionar esta subclase”.
Antelo también se apunta a las últimas tendencias para hacer un marketing de sostenibilidad: colaborar con “influencers de estilos de vida zero-waste, fitness y gastronomía en mercados clave de la UE (Alemania, Francia, Países Nórdicos…)”.
Pons aboga por la información: “Hacer una campaña de información sobre los cítricos ecológicos, destacando los beneficios para la salud, el hecho de que estén libres de insecticidas y pesticidas, y, sobre todo, la seguridad que ofrece la certificación por una Autoridad de control pública, como es el CAECV”.
Sobre el enfoque de campaña Julia Soler apostaría directamente por los beneficios del producto: “en un producto como los cítricos ecológicos tenemos muy claro que la principal ventaja para el consumidor es la frescura del producto. Un cítrico ecológico huele y sabe a fresco, no a cámara, y cualquier consumidor lo puede apreciar. Aprovecharía ese ‘huele y sabe’ en campañas promocionales”.
Un producto de gran calidad que los consumidores tienen que conocer para tener la oportunidad de conocer todos sus beneficios, más en un momento en el que el contexto es complejo y no exento de amenazas. Las propias características del producto y las ideas de estos profesionales son un buen punto de partida para colocar al cítrico ecológico valenciano en el lugar que merece.
Acceso a la noticia en las páginas 32-33 del dossier de cítricos en el ejemplar de Valencia Fruits.
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