Claves de la campaña de kaki 2021/2022

DECCO PEPITA

Los daños en la cosecha por las lluvias y el granizo, las plagas y enfermedades del cultivo y las perspectivas comerciales son claves para entender la nueva campaña del kaki

Según las estimaciones de AVA Asaja hasta el momento, se ha perdido en torno al 20-25% de la cosecha valenciana. / ARCHIVO

Nerea Rodríguez. Redacción.

Comienza la estación otoñal y eso es señal de temporada de kaki. Sin embargo, esta campaña 2021-2021 se presenta complicada y llena de incertidumbres a nivel productivo debido al ataque masivo de la plaga del cotonet que se ha registrado en toda la zona productora en la Comunitat Valenciana y por los daños que han ocasionado también las lluvias o los episodios de granizo.

La zona ‘cero’ del cotonet es la Ribera: desde Guadassuar, Alzira, L’Alcudia y Carlet hasta Alginet es donde se concentra la mayor incidencia. Otra zona afectada, aunque en menor medida, es Villanueva de Castellón y Algemesí, Almussafes y Benifayó, y una tercera zona, con presencia, pero menor afectación, es El Marquesat y la Vall d’Albaida.

Según las estimaciones de AVA Asaja hasta el momento, se ha perdido en torno al 20-25% de la cosecha valenciana. Unas mermas que pueden incrementarse a medida que vaya avanzando la temporada ya que, tal como recuerda Carlos Nemesio desde Anecoop, “la plaga del cotonet avanza según lo hace la producción de kaki, por lo que la merma fuerte llegará a final de noviembre”.

Los productores valencianos están muy preocupados porque no cuentan con herramientas de control eficaces contra las plagas y enfermedades del cultivo. La legislación fitosanitaria europea ha ido suprimiendo materias activas y durante ese tiempo las mismas administraciones no han dotado al sector de alternativas viables. El impacto de los cotonets, las moscas blancas y la mancha foliar del kaki alcanza niveles insostenibles desde el punto de vista de la rentabilidad. Una rentabilidad que se verá seriamente comprometida si tenemos en cuenta que esta plaga ha supuesto un incremento del 30% —según cálculos de AVA— de los costes de producción, solo a pie de campo, al aumentar el número de tratamientos realizados para frenar el avance del cotonet. Pero este coste aún es mayor si contamos el incremento de precios de las materias primas, de la electricidad, el transporte, los costes de producción propios del kaki y la confección.

Además, los productores han tenido que sufrir adversidades climáticas con la acumulación de numerosos episodios de tormentas con lluvias torrenciales y granizo en varias zonas productoras de kaki. Desde La Unió comentan que el último episodio de granizo —registrado el 20 de septiembre—podría haber echado a perder hasta 30 millones de kilos en localidades como Catadau, Carlet, Algemesí y, en menor medida, en Albalat, l’Alcúdia y Guadassuar.

Controlar las plagas

En esta crisis productiva, todas las voces del sector señalan la necesidad de trabajar codo con codo con las administraciones en la búsqueda de soluciones a las plagas y enfermedades. Ahora mismo, se están buscando soluciones alternativas desde todos los organismos públicos y privados, pero es un proceso que necesita tiempo. Y estas demoras van a repercutir en los productores. Mientras se esperan las posibles soluciones fruto de la investigación, desde La Unió, por ejemplo, se ha pedido a las administraciones la autorización de nuevas materias activas, ya permitidas para cítricos y hortalizas, y que darían más posibilidades para no crear resistencias en las pocas que se disponen de momento.
La lucha biológica, mediante el uso de feromonas, depredadores y parasitoides, es otra de las alternativas que apuntan numerosas voces del sector, para lo cual es necesaria una potente inversión.

Perspectivas comerciales

Con una importante reducción de cosecha, la campaña comercial, en principio, no tiene malas perspectivas, si tenemos en cuenta que el mercado europeo tiene ganas de fruta nueva.

Canso y Anecoop, coinciden al señalar que las perspectivas comerciales al inicio serán buenas. Empezará con mucha demanda, aunque habrá posiblemente un exceso de oferta en octubre, porque se va a intentar adelantar al máximo la recolección para evitar los problemas de plagas en noviembre. Luego habrá un periodo invernal más corto de lo habitual en los meses en los que tradicionalmente ha habido un exceso de oferta.

La premisa desde el sector comercializador es alargar todo lo posible la temporada y llegar con volúmenes comerciales hasta principios de enero.
Es previsible que los índices de precios de venta a final de campaña sean superiores respecto al año pasado debido a la reducción de oferta. No obstante, esto no será suficiente para compensar las pérdidas que hay ahora mismo en campo y que además irán a más a medida que avance la temporada en los meses de otoño-invierno.

La gran competencia entre los diversos supermercados por lograr el menor precio, y que cada vez los compradores cogen mayor dimensión y demandan un producto en el lineal con mayores garantías de calidad, también serán elementos de presión.

Tendencia de futuro

Todas las voces consultadas confirman que la tendencia general para los próximos años en la Comunitat Valenciana será de una reducción de la oferta de kaki, bien por la sustitución hacia cultivos alternativos o bien por el abandono de cultivo ante el aumento de costes de producción y pérdida de rentabilidad.

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