COAG cuestiona la propuesta de la UE sobre el etiquetado de frutas y hortalizas del Sáhara Occidental

La organización agraria acusa a Bruselas de favorecer a Marruecos con una propuesta que permitiría etiquetar productos del Sáhara Occidental solo con la región de procedencia, pese a las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE y al rechazo del sector europeo

En caso de aprobarse, los productos procedentes del Sáhara Occidental dejarían de identificarse como tales y pasarían a etiquetarse únicamente por su región de procedencia. / ÓSCAR ORZANCO

Valencia Fruits. Redacción.

La organización agraria COAG ha denunciado que la Comisión Europea pretende ocultar a los consumidores el origen real de los productos procedentes del Sáhara Occidental mediante su propuesta de modificación del reglamento europeo de comercialización de frutas y hortalizas. Según la organización, Bruselas quiere eliminar la indicación obligatoria del país de origen para favorecer a grandes empresas y a Marruecos, “burlando sentencias del Tribunal de Justicia de la UE y engañando a consumidores y agricultores europeos”.

El pleno del Parlamento Europeo tiene previsto votar mañana si respalda o rechaza esta propuesta, que COAG asegura que está “hecha a medida de las peticiones de Marruecos”. La iniciativa introduce una excepción sin precedentes a las normas comunitarias actuales, que obligan a indicar el país de origen en los productos vendidos en el mercado europeo.

Según la organización, Bruselas quiere eliminar la indicación obligatoria del país de origen para favorecer a grandes empresas y a Marruecos, “burlando sentencias del Tribunal de Justicia de la UE y engañando a consumidores y agricultores europeos”

En caso de aprobarse, los productos procedentes del Sáhara Occidental dejarían de identificarse como tales y pasarían a etiquetarse únicamente por su región de procedencia: El Aaiún-Sakia El Hamra y Dajla-Ued Eddahab. COAG considera que este cambio forma parte de las “cesiones de la UE a Marruecos” dentro de la revisión del acuerdo UE-Marruecos, proceso impulsado tras las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE de octubre de 2024 que anulaban el acuerdo anterior.

Andrés Góngora, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG, ha subrayado que la votación del Parlamento Europeo puede suponer “un punto de inflexión”, ya que “la defensa de los intereses de la agricultura y el consumo europeos pasa por un rechazo contundente” a las pretensiones de la Comisión y el Consejo. La organización insiste en que “el Sáhara Occidental no forma parte de Marruecos” y que, conforme a las sentencias vinculantes del Tribunal de Justicia de la UE, la indicación obligatoria de origen “solo puede designar al Sáhara Occidental como tal”.

COAG advierte además de que la propuesta podría generar un “precedente peligroso”, abriendo la puerta a nuevos casos similares, con el consiguiente riesgo de competencia desleal para los productores europeos. También sostiene que no existe base jurídica ni institucional para redefinir el origen mediante un acuerdo internacional.

COAG advierte además de que la propuesta podría generar un “precedente peligroso”, abriendo la puerta a nuevos casos similares, con el consiguiente riesgo de competencia desleal para los productores europeos

El rechazo a la propuesta no se limita a COAG. Las principales organizaciones europeas de productores de frutas y hortalizas —COPA-Cogeca, Areflh y Eucofel— han alertado del impacto “perjudicial” de esta revisión del acuerdo UE-Marruecos. Según explican, la iniciativa perjudicaría a los productores comunitarios, vulneraría principios jurídicos fundamentales de la Unión y provocaría confusión entre los consumidores.

En una carta conjunta enviada al Parlamento Europeo, estas organizaciones denuncian la posible violación del derecho y de los valores comunitarios. El uso de nombres regionales en lugar de “Sáhara Occidental” en las etiquetas de origen, pese a la jurisprudencia que exige un etiquetado explícito, constituye —a su juicio— “un atajo legal que induce a error a los consumidores, ignora la jurisprudencia de la UE y crea un precedente para ocultar el origen de los productos”.