El control biológico ofrece un amplio abanico de soluciones para blindar a la agricultura de invernadero ante las plagas emergentes

Participantes en el foro celebrado ayer en Centro de Interpretación de la Cultura Mediterránea de El Ejido. / IBMA España
Valencia Fruits. Redacción.
El control biológico de plagas y enfermedades está desempeñando desde hace veinte años un papel primordial para garantizar la sanidad vegetal de los cultivos de invernadero, gracias a su elevado nivel de eficacia y a sus imbatibles ventajas técnicas. “Nadie puede poner en duda que el control biológico funciona y que es la única opción disponible en el mercado para controlar las plagas sin generar resistencias, sin dejar residuos químicos y sin necesitar plazos de seguridad”, afirmó la presidenta de IBMA España, Marisé Borja, durante el encuentro informativo celebrado ayer en El Ejido, junto a otros interlocutores destacados del sector agrícola almeriense.
Este encuentro contó con la participación del alcalde de El Ejido, Francisco Góngora; el concejal de Agricultura del ayuntamiento ejidense, Manuel Martínez; el secretario general de la Delegación Territorial de Agricultura, José Antonio Aliaga; el presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería (COITAAL), Fernando Paniagua; el presidente de Hortyfuta, Juan Tomás Cano, y representantes de las empresas Agrobío, Biobest, Bioline, CBC y Koppert.
La asociación IBMA España, que representa y defiende los intereses de las empresas del control biológico de plagas y enfermedades agrícolas, destacó la enorme importancia de que todo el sector agrícola almeriense, sin excepciones, contemple el control biológico como la estrategia prioritaria de control de plagas y como eje central de actuación en el conjunto de buenas prácticas agrícolas conocido como lucha integrada, que permite, si es necesario, el uso ocasional de plaguicidas químicos respetuosos con los insectos beneficiosos, con la biodiversidad existente dentro y fuera los invernaderos, y con la salud de productores y consumidores.
En este sentido, el presidente de Hortyfruta remarcó que “el control biológico hay que hacerlo durante toda la campaña, de inicio a fin del ciclo de cultivo y debemos aspirar al objetivo colectivo de que el control biológico llegue al 100% de la superficie de producción bajo plástico”, según señaló Juan Tomás Cano.
“El control biológico no es el futuro, es el presente en la agricultura de invernadero”, aseguró la presidenta de IBMA, al referirse a la pérdida de eficacia de algunos de los plaguicidas químicos más utilizados durante los últimos años para el control de plagas en cultivos bajo plástico. “La mayoría de las plagas se han vuelto resistentes. A esto hay que añadir que muchas de las materias activas disponibles en el mercado durante décadas ya han sido prohibidas por las autoridades debido a su perfil toxicológico, por lo que el espectro de soluciones químicas al alcance de los productores se ha visto notablemente reducido”, según la Dra. Borja, que remarcó que el campo almeriense “debe construir el futuro sin olvidar el pasado”.
Las consecuencias de esta situación se han visto con claridad en Almería durante las campañas 2023/24 y 2024/25. El control químico contra las plagas de trips no ha conseguido los resultados esperados, lo que ha generado pérdidas en los cultivos afectados y desesperación e incertidumbre en aquellos productores que aún no se habían decantado por el control biológico. “Todos los agentes del sector agrícola provincial deben estar unidos para generar la necesaria concienciación en torno a la importancia de que el control biológico debe ser la técnica generalizada en Almería, pero hay que hacerlo bien, manejar correctamente los tiempos de aplicación y tomar las decisiones correctas con ayuda de asesoramiento técnico cualificado”, según comentó Marisé Borja.
Por su parte, el representante de la Delegación Territorial de Agricultura en Almería, José Antonio Aliaga, recordó que “gracias al control biológico se ha reducido casi a cero la presencia de residuos de fitosanitarios en las analíticas de frutas y hortalizas, que están muy por debajo de la media europea”.
“El control biológico no puede debilitarse en el campo almeriense porque nuestra reputación comercial está en juego”, añadió Aliaga, quien recordó que la Junta de Andalucía ha gestionado en los últimos tres años más de 36 millones de euros para subvencionar las compras de insectos beneficiosos a las 42 OPFH existentes en la provincia, que aglutinan a más de 8.000 agricultores asociados, en una clara apuesta oficial por apoyar las técnicas de control biológico en el campo almeriense.
Sólo para el control de trips, una veintena de enemigos naturales ya están disponibles en el mercado español, además de numerosas plantas refugio
Una veintena de soluciones
“No hay que abandonar la lucha integrada ante la aparición de nuevas plagas, esa es la lección más importante para el campo almeriense en este momento”, insistió la presidenta de IBMA España, para recordar a continuación que sólo para el control de las nuevas especies de trips, como el Thrips parvispinus o los Scirtothrips, hay disponibles en el mercado español una veintena de soluciones biológicas. Entre los insectos y ácaros beneficiosos se encuentran Amblydromalus limonicus, Amblyseius swirskii, Amblyseius cucumeris, Amblyseius andersoni, Atheta coriaria, Chrysoperla carnea, Franklinothrips vespiformis, Hypoaspis miles, Macrocheles robustulus, Nesidiocoris tenuis, Orius laevigatus, Transeius montdorensis, Stratiolaelaps scimitus, Carpoglyphus lactis, Ephestia kuehniella y Artemia spp.
Entre las soluciones biológicas también se pueden citar nematodos entomopatógenos (Steinernema feltiae); microorganismos (Paecilomyces fumosoroseus, Beauveria bassiana); plantas reservorio (Lobularia marítima y otras spp.); sustancias naturales (Piretrina natural, aceite esencial de naranja, extracto de neem)
Evitar otra crisis del pimiento
El recuerdo a la crisis vivida en la campaña 2006/07 tras detectarse la presencia de plaguicidas químicos prohibidos en pimientos cultivados en Almería ha servido para recordar a todo el sector agrícola almeriense la necesidad de evitar situaciones de riesgo provocadas por el desconocimiento o por el nerviosismo. El presidente de COITAAL lanzó un mensaje especialmente dirigido hacia “los técnicos agrícolas más jóvenes, que no vivieron aquella crisis, para que sean conscientes de que no podemos vivir otra situación similar”.
Fernando Paniagua también anunció la puesta en marcha de un canal de denuncias anónimo que COITAAL ha habilitado en su página web para dar a conocer la existencia de malas prácticas y facilitar una rápida intervención de las autoridades.
Por su parte, el presidente de Hortyfruta, Juan Tomás Cano, reconoció que “los agricultores más jóvenes son los que más nerviosos se ponen ante las nuevas plagas, mientras que los productores más veteranos que vivieron la crisis de hace veinte años tienen una actitud más positiva y confían desde el principio en el control biológico”.
El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, valoró la evolución del control biológico desde la crisis del pimiento sufrida por el sector agrícola en la campaña 2006/07, pero advirtió que no se puede bajar la guardia ni dejar de innovar en la búsqueda de nuevas soluciones. “La naturaleza es sabia y cuando se usa el control biológico estamos replicando dentro de los invernaderos un ecosistema que se rige por las leyes de la naturaleza y eso siempre es un gran acierto porque genera valor añadido y diferenciación para nuestros productos en los mercados. Que nadie olvide que la producción hortofrutícola almeriense tiene un antes y un después en calidad y seguridad alimentaria, y el punto de inflexión fue la introducción del control biológico hace ahora veinte años”.