La agroecología se presenta como una de las claves para una transición verde exitosa y duradera a largo plazo

La agricultura representa el 11 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. / EFEAGRO
Euractiv. Efeagro.
Producir más mientras se reduce el impacto en el clima y el medio ambiente: este es el reto al que se enfrenta el mundo agrícola hoy en día. La agroecología se presenta como una de las claves para una transición verde exitosa y duradera a largo plazo. Euractiv Francia explora el potencial de la agroecología, así como sus desventajas.
“Nos enfrentamos a una emergencia, con retos tanto económicos como ambientales”, afirmó Frédéric Lambert, jefe del departamento europeo e internacional del Ministerio de Agricultura y Alimentación, durante el Foro para el Futuro de la Agricultura (FFA) el pasado 16 de marzo.
La agricultura representa el 11 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE, según un informe de la principal unión agrícola de Francia (FNSEA)
Los Estados miembros están tomando decisiones respecto al sector agrícola, como reducir el uso de los pesticidas o aumentar la producción de alimentos sostenibles y saludables. Todo esto con el fin de lograr una soberanía alimentaria.
Pero la pregunta central es: ¿Cómo aumentar la cantidad y la calidad de productos en un sector marcado por bajos ingresos y los altos costes?
Agroecología: una práctica “inteligente”
Bruselas ha presentado un plan para ayudar a los agricultores europeos a convertirse al ecologismo. Además, en sus planes para reformar la Política Agrícola Común (PAC), la UE apuesta, entre otras cosas, por fortalecer las prácticas agroecológicas. Esto implica una colección de prácticas agrícolas que buscan reducir la presión en el medio ambiente, reintroducir la biodiversidad y preservar los recursos naturales a través de un enfoque sistémico. Incluye la agricultura orgánica, pero también las medidas agroambientales y climáticas en la agricultura convencional y las prácticas etiquetadas como de “alto valor ambiental”.
“La agroecología reduce la huella de carbono de la agricultura, promueve la recuperación de la biodiversidad, restaura la fertilidad del suelo, previene la contaminación del aire y el agua y aumenta la resiliencia económica de granjas produciendo alimentos saludables y asequibles”, alegó el Comité de las Regiones de la UE en un dictamen publicado el 4 de marzo.
Se trataría de una agricultura “inteligente”, acorde con la naturaleza, que respondería al desafío de la “transformación sistémica de los métodos de producción agrícola”
Esto es necesario para lograr los objetivos europeos de “reducir significativamente el uso de fertilizantes químicos y pesticidas, así como de antibióticos, para 2030”, como se describe en la política alimentaria insignia de la UE, la estrategia “De la Granja a la mesa”.
Los costes de transición, el “mayor obstáculo para el cambio de sistema”
Mientras las prácticas agroecológicas pueden ser rentables de medio a largo plazo, la transición genera habitualmente unos costes significativos en el corto plazo.
Estos costos de transición “son indudablemente un freno importante en el cambio de sistema”, según un comunicado publicado el pasado agosto por France Stratégie, el órgano asesor del gobierno que pretende arrojar luz sobre las opciones colectivas en materia social, económica y medioambiental.
Con los recientemente propuestos ecoesquemas, la Comisión desea recompensar las prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente. Es decir, la posición del Parlamento Europea en las recientes negociaciones de la PAC es de que al menos 30 % de los pagos directos a los productores se paguen si cumplen unos mínimos de producción orgánica estipulados por la Comisión.
No obstante, los agricultores europeos y las organizaciones agrarias profesionales han mostrado su desacuerdo, tanto a la convergencia de la nueva PAC como a los ecoesquemas.