Su superficie alcanza ya las mil hectáreas, aunque solo una pequeña parte está en plena producción
Javier Ortega. Aragón.
El pistacho es un cultivo que está en auge en Aragón al que se dedican 1.000 hectáreas, aunque, de momento, solo una pequeña parte está en plena producción. Han surgido nuevos proyectos y las expectativas apuntan a un incremento continuado.
Contribuye a ello el hecho de que una hectárea de pistachero puede proporcionar, cuando se encuentra a plena producción, unos ingresos de entre 6.000 y 9.000 euros, el desembolso que exige su cultivo no excede de los 1.000 euros por hectárea.
Ángel Morlanes es uno de los pioneros que en 2010 decidió arriesgarse con un cultivo inusual en Aragón. El también presidente de la Asociación de Pistacheros de Aragón (Apistar), explica que lo hizo porque quería buscar una alternativa a sus viñedos. Como él, también lo hicieron otros agricultores, apenas tres más, que entre todos juntos apenas sumaban las tres hectáreas.
Ahora el cultivo del pistacho ha ido ganando terreno y ya son 1.000 las hectáreas que ocupa este fruto seco en esta Comunidad Autónoma, según las estadísticas agrarias del Gobierno de Aragón.
Este año las estimaciones de los responsables de Apistar apuntan a que sus socios, que cultivan unas 500 hectáreas, alcanzarán una producción que puede oscilar entre los 5.000 y los 10.000 kilos. Cuando las actuales plantaciones estén a pleno rendimiento podrían alcanzarse los dos millones de kilos.
Apistar proyecta crear una sociedad para poder realizar las ventas conjuntamente y además participa en dos proyectos de cooperación: Pistara y Pistacero.
El primero, coordinado por UAGA, y en el que participa junto con otros productores, empresas y centros de investigación, tiene como objetivo sentar las bases para orientar a los agricultores sobre las zonas más adecuadas para el cultivo del pistacho y las variedades que mejor se adaptan a cada una de ellas.
Para ello, se han colocado 42 estaciones meteorológicas repartidas por distintas comarcas aragonesas para recoger datos de temperatura y humedad, a lo que se suma los datos agronómicos aportados por los socios de la iniciativa sobre el comportamiento de cada variedad.
Además, se van a realizar 15 catas experimentales con variedades que no son comunes, pero que corresponden al entorno mediterráneo y que pueden funcionar mejor en Aragón que otras traídas por ejemplo de Estados Unidos.
Igualmente, a partir de este año y hasta 2025 se desarrollará el proyecto Pistazero, cuyo objetivo se centra en promover, impulsar y divulgar técnicas de sistema de manejo sostenible en el cultivo de pistacho en secanos semiáridos y regadío, implementando técnicas de poda 4.0.
Por otro lado, en la localidad turolense de Andorra se ha puesto en marcha Pistachos Andoval, la única procesadora de pistachos que existe en Aragón. Se debe al impulso de los hermanos Jaime y Marcos Valero, que en 2018 sumaron a la explotación familiar, dedicada esencialmente a cereal de secano y regadío y almendro en secano, el cultivo de pistacho.