El presidente de AVA-Asaja exige la defensa de los cítricos frente a acuerdos comerciales desleales con terceros países
Gonzalo Gayo. Valencia.
Con estas palabras describe Cristóbal Aguado la situación a la que se enfrenta la citricultura española esta campaña. Desde AVA-Asaja han trasladado a las administraciones, nacionales y comunitarias, la necesidad de que se adopten medidas que puedan paliar esta difícil situación, marcada por una subida descontrolada de los costes, la expansión de plagas, la estipulación de contratos que no permiten cubrir los costes de producción y por una PAC que, a priori, parece que va a ser insuficiente.
Valencia Fruits. ¿Qué previsiones contempla AVA-Asaja en esta campaña citrícola?
Cristóbal Aguado. Los aforos oficiales apuntan a una disminución de la producción citrícola del 4,8% en España y del 9,1% en la Comunidad Valenciana respecto a la campaña pasada, que ya fue bastante corta. Las principales causas que hay detrás de esta importante reducción de cosecha son las adversidades climáticas, los temporales de pedrisco y la afección sin precedentes del Cotonet de Sudáfrica, ya que la estrategia de control diseñada por las administraciones ha fracasado estrepitosamente y la plaga sigue expandiéndose.
“Las principales causas que hay detrás de esta importante reducción de cosecha son las adversidades climáticas, los temporales de pedrisco y la afección sin precedentes del Cotonet de Sudáfrica”
Con esta oferta no debería haber problemas para que los citricultores obtuvieran unos precios aceptables. Sin embargo, mientras que las variedades tempranas de mandarinas han tenido un comportamiento más o menos estable, exceptuando el grupo de satsumas, las compras de naranjas Navelina han empezado apáticas y a unas cotizaciones en origen que llegan a hundirse, en algunos casos, hasta los 2 euros por arroba (12,78 kilos) o 0,15 euros por kilo. Esto supone cerca de la mitad de los costes de producción, que por su parte, se han disparado un 30%. Para nosotros, el inicio de la campaña naranjera se da con la sustitución en los lineales de los supermercados europeos de la producción local por importaciones procedentes de países terceros, fundamentalmente de Sudáfrica, Egipto y Marruecos, una vez está garantizada la cantidad y la calidad de nuestros frutos.
VF. ¿Qué reivindica AVA-Asaja en materia de importaciones citrícolas?
CA. Todas las administraciones pueden y deben tomar decisiones en defensa del sector citrícola. Resulta inaplazable la revisión de los acuerdos comerciales de la Unión Europea con países terceros, que el gobierno comunitario defienda la consideración de los cítricos como producto sensible y reciprocidad en las importaciones además de establecer mayores controles fronterizos de plagas y enfermedades. Ahora mismo se está revisando el tratado con Sudáfrica y es una ocasión que no podemos perder para introducir cambios profundos si queremos evitar su tremendo impacto económico, fitosanitario, ambiental y social. Al mismo tiempo, pedimos a la gran distribución que otorgue prioridad en sus lineales a los cítricos españoles frente a importaciones foráneas que no cumplen nuestros estándares de frescura, calidad, seguridad alimentaria y medioambiente.
“En cuanto a las plagas, reclamamos un mayor esfuerzo inversor para la puesta en marcha de una estrategia combinada de lucha biológica, trampeo masivo y materias activas respetuosas con el medio ambiente”
VF. ¿El sector citrícola requiere más mercados?
CA. La Unión Europea es nuestro mercado de proximidad y, mientras no haya reciprocidad en las importaciones, la preferencia comunitaria es necesaria. Tenemos que mantener el mercado europeo a toda costa, pero los gobiernos también deben abrirnos mercados, no cerrarlos. Desde 2014 tenemos vetada Rusia por causas ajenas al sector agrario, y durante este tiempo, países terceros nos han sustituido. El Gobierno español debería liderar un frente europeo para buscar una salida diplomática a este veto y establecer compensaciones a los productores afectados por la pérdida de este mercado emergente.
VF. ¿Qué plantea ante los daños del Cotonet de Sudáfrica?
CA. Reclamamos un mayor esfuerzo inversor para acelerar la puesta en marcha de una estrategia eficaz que combine lucha biológica, trampeo masivo y materias activas respetuosas con el medio ambiente. A través de Agroseguro, el Gobierno debería de ampliar el pago de indemnizaciones económicas, no solo ante inclemencias climáticas, sino también ante los daños de esta plaga.
VF. AVA-Asaja ha anunciado que denunciará ante AICA los ruinosos contratos de compraventa en Navelina.
CA. Efectivamente. Instamos a este órgano dependiente del Ministerio de Agricultura a investigar, y en su caso, a sancionar prácticas abusivas en aquellos contratos que estipulan unos precios para el agricultor absolutamente ruinosos que no le permiten cubrir ni de lejos los costes de producción. El Congreso de los Diputados acaba de aprobar una reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria que prohíbe la venta a pérdidas en todos los eslabones y que ahora mismo está bajo tramitación por parte del Senado. Los bajos precios de las naranjas demuestran que los objetivos de la legislación no se reflejan en la realidad, y por eso, exigimos que la Ley de la Cadena evite de una vez por todas los abusos, impidiendo que los costes de producción que se toman como referencia para establecer precios no sigan dependiendo del poder de negociación de cada productor, porque eso le mantiene en una situación de debilidad. Queremos que sea un organismo público el que fije los costes de producción en cada eslabón de la cadena alimentaria.
VF. ¿Preocupa la escalada de los costes de producción?
CA. Estamos seguramente ante la campaña citrícola más cara de la historia. El último estudio del IVIA ha determinado los costes de producción en 0,23Ä/kg en naranjas y 0,28Ä/kg en mandarinas. No obstante, estos gastos se han encarecido este año en torno al 30% debido a la escalada de la energía eléctrica, los combustibles, los fertilizantes y los tratamientos fitosanitarios que los citricultores se han visto obligados a aumentar para tratar de frenar —algunas veces sin éxito por la supresión de materias eficaces— las plagas y enfermedades.
Hemos trasladado, tanto al Gobierno central como a la Generalitat Valenciana, la necesidad urgente de que se adopten medidas excepcionales de apoyo que puedan amortiguar las continuas subidas de los costes de producción e insumos agrarios porque, a diferencia de otros sectores económicos, los agricultores y los ganaderos no podemos fijar los precios que percibimos, y por tanto, no tenemos ni voz ni voto en este encarecimiento récord.
VF. ¿Qué repercusión está teniendo concretamente la subida del precio de la energía en los agricultores? ¿Qué soluciones piden?
CA. La energía eléctrica ha subido un 270% y el gasóleo agrícola un 73% en el último año, según un informe publicado por Asaja. Pero es que, además, esta escalada del precio de la energía ha coincidido con la implantación desde junio de los cambios en las tarifas de electricidad por parte del Gobierno, lo que ha dificultado la gestión de las entidades de riego al incorporar más restricciones y penalizaciones. Para abaratar la extracción del agua destinada a regar los huertos, reivindicamos un tratamiento específico y diferenciado al sector mediante un ‘kilovatio agrario’, además de otras medidas como extender la rebaja del IVA de las facturas de energía a las entidades de riego.
VF. ¿Qué impacto va a tener la PAC en el sector citrícola?
CA. Aunque todavía no conocemos la letra pequeña de la nueva reforma de la PAC, pensamos que no va a solucionar los problemas de los citricultores valencianos. La PAC va a seguir limitándose a ser un mero reparto de ayudas; solo se diferencia de las anteriores reformas en las etiquetas puestas para introducir más exigencias. Arquitectura verde, ecoesquemas o condicionalidad reforzada son otros nombres para explicar que habrá más requerimientos ideológicos si un beneficiario quiere acceder a menos dinero.
“Necesitamos una PAC adaptada a las necesidades de cada cultivo y ganadería, enfocada a un mercado equilibrado y ambiciosa en I+D+i agraria para afrontar los retos de una población mundial en crecimiento”
Todo apunta a que fracasará a la hora de garantizar una renta digna para los productores y una soberanía alimentaria europea, los dos objetivos fundacionales de la PAC. Necesitamos políticas agrarias que dejen atrás la burocracia, la discriminación de las ayudas a la agricultura mediterránea, las limitaciones ideológicas y la competencia desleal de países terceros. Necesitamos una PAC simplificada, adaptada a las necesidades de cada cultivo y ganadería, enfocada a un mercado equilibrado y ambiciosa en I+D+i agraria para afrontar los retos de una población mundial en crecimiento.