Cristóbal Aguado: “Somos el farolillo rojo en envejecimiento, abandono de tierras y relevo de jóvenes”

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Entrevista al presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado

Cristóbal Aguado urge a las administraciones a elaborar un plan estratégico de futuro para la agricultura valenciana. / GG

Gonzalo Gayo. Redacción.

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, denuncia que la laxitud en los controles de los puertos de entrada y la falta de soluciones para prevenir y controlar las plagas y enfermedades constituye uno de los principales problemas de nuestra citricultura. En esta entrevista hace un llamamiento a todas las formaciones políticas para elaborar una hoja de ruta para construir el futuro de una agricultura con graves problemas sin resolver. “Somos el farolillo rojo de España y probablemente de Europa en tierras dejadas de cultivar, en envejecimiento de población agraria y en falta de incorporación de jóvenes. La clase política ya no puede esperar más para reaccionar” señala Aguado.

Valencia Fruits. ¿Qué balance hace de la anterior campaña citrícola en la que se registraron pérdidas históricas?

Cristóbal Aguado. Para los productores, la pasada temporada 2021/2022 fue un verdadero desastre, la peor de los últimos tiempos. Las cotizaciones percibidas a pie de campo se desplomaron a la mitad respecto al año precedente, a pesar de que los precios que pagaron los consumidores se mantuvieron elevados e incluso se incrementaron. Algunas variedades llegaron a pagarse por debajo de los 0,10 Ä/kg y muchos frutos ni siquiera se recogieron del árbol. Todo ello, además, coincidiendo con un encarecimiento brutal de los costes de producción.

“Esta temporada se caracteriza por una menor producción, una disminución de las importaciones de terceros países, un incremento de los costes de producción y una recuperación insuficiente de los
precios en origen”

VF. ¿Cómo está transcurriendo la presente campaña?

CA. De manera muy diferente, aunque al final los números siguen sin salir. Esta temporada se ha caracterizado por una menor producción, una disminución de las importaciones de terceros países, un incremento de los costes de producción y una recuperación insuficiente de los precios en origen. 

Los aforos oficiales estimaron un descenso del 8% en la Comunitat Valenciana, del 15% en España y del 13% en el hemisferio norte. Con todo, a medida que avanzaba la recolección los agricultores comprobaron que la disminución aún era mayor a la prevista. 

Pese a la menor oferta, los primeros precios ofrecidos a los citricultores valencianos se situaron un 30% por debajo de los costes de producción. Las cotizaciones han ido recuperándose, pero de manera generalmente insuficiente para compensar la bajada de cosecha y la subida de costes.

“A partir del 30 de junio será obligatorio para los compradores registrar digitalmente en la AICA los contratos antes de la entrega del producto”

“Recomendamos a los productores que a la hora de vender tengan en cuenta qué les ha costado producir un kilo de mandarinas o naranjas en su explotación”

VF. ¿Qué recomendaciones hacen a los agricultores? ¿Hay quejas ante las grandes superficies?

CA. A falta de que un organismo público establezca el coste medio de producción, como venimos reivindicando para que la Ley de la Cadena Alimentaria se pueda cumplir realmente, recomendamos a los productores que a la hora de vender tengan en cuenta qué les ha costado producir un kilo de mandarinas o naranjas en su explotación. Asimismo, les insistimos en que, en caso de sufrir abusos comerciales, nos hagan llegar sus contratos para remitirlos de forma anónima a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA). Desde AVA-Asaja hemos interpuesto ante este órgano dependiente del Ministerio denuncias contra grandes cadenas de distribución por usar los cítricos como producto reclamo en los inicios de la campaña nacional. Y es importante recordar que a partir del 30 de junio será obligatorio para los compradores registrar digitalmente en la AICA los contratos antes de la entrega del producto.

“La laxitud en los controles de los puertos de entrada y la falta de soluciones para prevenir y controlar las plagas y enfermedades constituye uno de los principales problemas de nuestra citricultura”

VF. ¿Qué impacto está teniendo la importación de plagas de países terceros en el sector citrícola?

CA. La laxitud en los controles de los puertos de entrada y la falta de soluciones para prevenir y controlar las plagas y enfermedades constituye uno de los principales problemas de nuestra citricultura. Además de la prohibición continuada de materias activas fitosanitarias, sin aportar al sector alternativas de contrastada eficacia, hay patógenos que generan resistencia a los pocos productos autorizados. En cítricos, esta campaña el Cotonet de Sudáfrica (Delottococcus aberiae) ha bajado su incidencia un 20% en las comarcas más afectadas, según la Conselleria de Agricultura. Sin embargo, tanto la araña roja como la mosca del Mediterráneo han multiplicado sus ataques. También preocupan, y mucho, las plagas y enfermedades que amenazan con introducirse en los cítricos españoles, como la falsa polilla, la mancha negra, la Xylella fastidiosa y el Huanglongbing (HLB). Respecto a la falsa polilla, valoramos la obligatoriedad de que las naranjas sudafricanas apliquen un tratamiento en frío, pero pedimos que se extienda a las mandarinas y los pomelos, que entrañan el mismo riesgo de propagación. De hecho, ya se ha detectado presencia de falsa polilla en mandarinas procedentes de Sudáfrica. 

“O los políticos cambian el rumbo o el problema no será solo de los productores, sino de toda la sociedad porque peligra la autosuficiencia alimentaria, el cuidado del territorio y la lucha contra el cambio climático”

VF. Recientemente AVA-Asaja publicó un informe sobre el abandono de tierras que afecta especialmente a cítricos en la Comunidad Valenciana. ¿Qué soluciones proponen a las administraciones?

CA. En 2022 la superficie citrícola valenciana dejada de cultivar aumentó en 6.151 hectáreas, lo que implica un 4,1% menos en comparación con 2021, al pasar de 149.648 a 143.497 hectáreas en regadío. Fue la producción que más contribuyó a pulverizar el récord histórico de tierras abandonadas en la Comunidad Valenciana con un total de 171.386 hectáreas. Somos el farolillo rojo de España y probablemente de Europa en tierras dejadas de cultivar, en envejecimiento de población agraria y en falta de incorporación de jóvenes. La clase política ya no puede esperar más para reaccionar. En lugar de pseudopolíticas filosóficas que nos expulsan de los campos, tienen que hacer cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria de manera rigurosa, establecer reciprocidad o clausulas espejo a las importaciones foráneas, facilitar medicinas de las plantas verdaderamente eficaces y poner en práctica la Ley de Estructuras Agrarias para ampliar y modernizar las explotaciones, entre otras medidas que garanticen una rentabilidad digna. O los políticos cambian el rumbo o el problema no será solo de los productores, sino de toda la sociedad porque peligra la autosuficiencia alimentaria, el cuidado del territorio y la lucha contra el cambio climático.

VF. Se observa un incremento de nuevos cultivos tropicales. ¿Qué valoración hace?

CA. Las alternativas que han ido surgiendo a los cítricos tienen aún una presencia minoritaria. El kaki confirmó en 2022 su tendencia negativa, con un retroceso del 2,1% de su superficie cultivada en la Comunidad Valenciana, debido a los problemas fitosanitarios que atraviesa. Por su parte, también según el Ministerio, el kiwi creció un 12% y el aguacate un 0,07%, teniendo en el primer caso una inversión económica inicial muy fuerte y en el caso del aguacate el limitante del frío -solo es apto en zonas donde no hiela- y durante este invierno se ha podido constatar dónde no debería cultivarse. 

VF. Hay malestar por la quema de rastrojos. 

CA. No es para menos. El Gobierno aprobó la Ley 7/2022, del 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que incluyó los restos de poda y agrarios dentro de la prohibición general de quemas, como si se trataran de residuos artificiales, cuando evidentemente no lo son. Tras la presión de todo el sector agrario, tanto la administración nacional como autonómica reaccionaron, pero, después de varios vaivenes y contradicciones, las normativas generan confusión e incertidumbre. Por ello reclamamos la máxima claridad y agilidad para autorizar una práctica que resulta necesaria para la lucha contra plagas y enfermedades y la prevención de incendios.

VF. También existe indignación por las escasas indemnizaciones y los pleitos a causa de las expropiaciones en Parc Sagunt II.

CA. Los propietarios de los terrenos donde se proyecta la gigafactoría de Volkswagen se sienten maltratados por la Administración. La empresa pública Espais Econòmics Empresarials (EEE), participada por la Generalitat Valenciana y el Gobierno central, ha decidido llevarlos a los tribunales porque no aceptan el justiprecio avalado por el jurado provincial de expropiación, un órgano oficial de la propia Administración que goza de los principios de legalidad, veracidad y acierto. Estos juicios, que son hasta por diferencias de apenas mil euros, van a suponer un derroche de dinero público (795.000 euros de momento en procuradores y abogados) y un retraso de los pagos de al menos tres años. Y mientras racanea hasta el último céntimo a los agricultores, la Administración riega con ayudas millonarias a Volkswagen y le vende el suelo por menos de la mitad del valor de mercado. 

VF. ¿Qué aspectos de la nueva PAC preocupan más a los agricultores valencianos?

CA. Esta PAC tampoco es útil para la agricultura valenciana. El ministro Luis Planas prometió en Valencia que la PAC tendría un acento mediterráneo, pero no va a ser así. Sigue sin intervenir directamente en regular la cadena alimentaria ni en controlar las importaciones de países terceros, por lo que no garantiza la viabilidad de las explotaciones. Además, aumenta la carga burocrática y está influenciada por el Pacto Verde Europeo. Las principales novedades son una definición más rigurosa de agricultor activo, los ecoregímenes (23% del presupuesto de las ayudas directas, cuya aplicación en ocasiones es difícil, por no decir disparatada), la condicionalidad reforzada y social y la obligatoriedad del cuaderno de explotación digital, así como un régimen sancionador.  

VF. ¿Qué soluciones proponen para la escasez de agua que sufre la agricultura mediterránea?

CA. La gestión del agua debería estar sujeta a un Pacto de Estado consensuado entre todos los partidos políticos. El Ministerio para la Transición Ecológica tuvo la ocurrencia de plantear la reducción de la superficie de regadíos, como si el regadío fuera un capricho. Antes de soltar este disparate, la clase política debería analizar objetivamente todas las actuaciones que, con la tecnología del siglo XXI, puede aplicar para almacenar, distribuir y emplear de manera eficiente la máxima cantidad de agua. Se debería crear una red de distribución, que no es otra cosa que trasvasar, de donde hay a donde falta, de la misma manera que se hace con el gas, la electricidad o cualquier recurso de interés para la sociedad. Y construir recipientes que permitan aumentar el almacenamiento de agua cuando llueve para aquellos momentos en los que escasea: pantanos, balsas de riego, miniembalses cerca de la costa, etc. Hay muchas soluciones en las que trabajar para conseguir una agricultura con agua, porque hay que tener claro que la agricultura del futuro será con agua o no será. Porque donde no la hay avanza el desierto y no se puede luchar contra el despoblamiento rural con el que los políticos se llenan tanto la boca, pero a la hora de la verdad no hacen nada para evitarlo.

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