¿Cuál es el coste de producción de uva de vino en España?

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La Interprofesional del Vino de España presenta el mayor estudio independiente que analiza los costes de uva de vino en nuestro país

El estudio establece una metodología para el cálculo de costes de producción de uva. / UPA

La Interprofesional del Vino de España ha puesto a disposición de los operadores del sector la primera fase del “Estudio de Costes de producción de uva para la elaboración de vinos en España” elaborado por el Departamento de Economía y Ciencias Sociales de la Universidad Politécnica de Valencia y dirigido por el doctor ingeniero agrónomo Raúl Compés.

El estudio, que tiene carácter informativo y pretende servir de referencia para el cálculo de costes de producción de uva para vino, determina que el coste medio de producción en España es de 0,50 euros/Kg. de uva. Una cifra que, no obstante, presenta una gran variabilidad en función del territorio o el método productivo.

El estudio establece una metodología para el cálculo de costes de producción de uva con destino a transformación en vino, que ha sido testada con viticultores de toda España, para distintos sistemas de cultivo y manejo de la vid. Presenta además los resultados agregados de toda la información recogida que se agrupa por tipo de coste, localización geográfica, por comunidades autónomas, y tipo de cultivo. El estudio tiene en cuenta los precios de la mano de obra, la maquinaria, los fertilizantes, los productos fitosanitarios y el agua y la energía.

Costes muy dispares

En función del territorio, los costes totales medios son muy dispares, y se mueven en un rango que va de los más altos en las Comunidades de Galicia –9.303 €/ha– y País Vasco –6144,17 €/ha– a los más bajos en Extremadura –1.517,43 €/ha– y Madrid –1.872,31 €/ha.

En cuando a los sistemas, los costes totales por kilo más bajos los presenta la espaldera en regadío –0,39€/kg–, seguido, casi con los mismos costes, por el vaso en secano –0,513€/kg-. La espaldera en secano –0,5179€/kg– presenta los mayores costes.

Herramienta para el sector

Todas las personas, físicas o jurídicas, que se dediquen al cultivo de la vid, cuentan ya con esta herramienta para la gestión y planificación de su explotación, permitiendo tener elementos de comparación con respecto a variables como tipo de coste, territorio y tipo de cultivo. Además, el trabajo puede contribuir a la mejora de la gestión comercial y por tanto de la rentabilidad del viticultor. El estudio lleva anexa una hoja de cálculo de fácil manejo para la recopilación de todos los costes de cada viticultor.

Segunda fase, en marcha

La primera fase del estudio concluye demostrando que los costes en viticultura son complejos y tienen una variabilidad muy alta, tanto por zonas como por tipo de cultivo. Influyen también factores internos como el perfil del viticultor, el destino de la producción –calidad de la uva–, la edad de la viña, su variedad, el sistema de conducción y manejo; pero también a factores externos como las condiciones ambientales, que varían de una campaña a otra y de una parcela a otra.

Por ello la Interprofesional del Vino va a abordar una segunda fase en la que se ampliará el alcance y la muestra para tener datos agregados más fiables y segmentables más precisos. La metodología, además, queda a disposición del sector para ser utilizada en estudios que pueda interesar investigar de zonas concretas y que sean comparables con otras.

Desde OIVE se recuerda, además, que el sector vitivinícola cuenta para esta nueva campaña con los contratos homologados de compra/venta de uva y vino. Con estos nuevos modelos reconocidos a nivel institucional por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Interprofesional del Vino de España busca facilitar y ordenar las transacciones entre los actores de la cadena de valor del vino por lo que, a pesar de ser voluntarios, desde OIVE se recomienda su uso.

Desde OIVE han recordado que la Ley de la Cadena Alimentaria establece la obligatoriedad, a lo largo de toda la cadena, de que los precios de los productos agroalimentarios deben calcularse respecto a “factores objetivos, verificables, no manipulables y expresamente establecidos en el contrato”, y deben cubrir los costes efectivos de producción. La norma, en definitiva, persigue evitar la destrucción de valor a lo largo de la cadena agroalimentaria, y así se menciona en el texto. El precio de compraventa de uva se debe fijar en contrato tras la negociación de las partes y considerando los costes efectivos de producción. Desde OIVE han recordado que este estudio pretende ser una guía útil para el sector y que “en modo alguno se pueda interpretar como referencias de precios medios”.