Cuidar la alimentación es fundamental durante embarazo y lactancia

Fernández Cuqui
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Diego Martínez

Una adecuada alimentación durante el embarazo y la lactancia es de suma importancia para la salud de la madre y la del bebé

salud 5 al día

Las recomendaciones dietéticas son muy parecidas a las de la alimentación saludable que debe seguir la población general.  Sin embargo, algunas ocasiones el ginecólogo, el médico de familia o el dietista-nutricionista pueden hacer una recomendación específica para asegurar el adecuado aporte de energía y algunos nutrientes como el hierro o el ácido fólico y evitar riesgos por el consumo de algunos alimentos.

La sensibilidad de los futuros padres respecto a la alimentación durante estas etapas es una oportunidad para seguir una alimentación saludable que cubra las necesidades de la madre y del feto y también del resto de la familia. La mujer embarazada no debe obsesionarse con el peso, es más importante el peso antes del embarazo que durante. Por otra parte, la embarazada no necesita comer por dos, ni una alimentación especial o restrictiva, ni suplementos multinutrientes, ni tomar alimentos exóticos con propiedades especiales. Las mujeres gestantes y lactantes deben tomar alimentos saludables, mayoritariamente de origen vegetal, como frutas y hortalizas, cereales integrales, legumbres o frutos secos y otros de origen animal (lácteos, pescados, carnes y huevos), bajos en grasa y en sal, así como agua como bebida básica.

Desde la Asociación “5 al día” ofrecen algunos consejos prácticos “que te ayudarán a disfrutar de alimentación más saludable para ti, tu bebé y el resto de la familia”.

Claves para una alimentación saludable durante el embarazo y la lactancia:

• Planificar la alimentación semanal para orientar en la compra.

• Consumir alimentos de origen vegetal como legumbres, frutos secos, al menos 5 raciones diaria s entre frutas y hortalizas y derivados integrales de los cereales como el pan, la pasta o el arroz.

• No consumir bebidas alcohólicas, algas ni carnes, huevos o pescados crudos o poco cocinados, pescados azules de gran tamaño como pez espada, lucio o atún rojo, vísceras ni quesos elaborados con leche cruda.

• Evita las carnes grasas y embutidos y los alimentos superfluos como la bollería o bebidas azucaradas.

• Usa aceite de oliva virgen extra para cocinar y aliñar los alimentos, así como sal yodada.

• Usa técnicas culinarias que no requieran mucha grasa como el vapor, salteado, horno, plancha, hervido, etc.

• Desinfectar las frutas que se consuman con piel y las hortalizas que se tomen crudas.

• Bebe agua como principal bebida y hazlo cuando tengas sed.

• No tomar “remedios naturales” como fitoterapia o complementos alimenticios, y seguir los consejos de los profesionales sanitarios.

• Durante la lactancia, asegurar 3 raciones de lácteos bajos en grasa.