De la Axarquía a Asturias, las fronteras del cultivo de aguacate en España se desdibujan

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Según los investigadores, el aguacate es originario de zonas tropicales y subtropicales y tiene unos requisitos climáticos muy específicos que deben cumplirse para asegurar una buena producción

El pueblo de Salas (Asturias) fue uno de los primeros lugares del norte donde se cultivó aguacate. / ARCHIVO

Celia Arcos. Efeagro.

La producción de aguacate en España ha atravesado un bache durante los últimos años debido a la sequía, un factor que ha hecho repensar al sector la viabilidad de cultivos ubicados en zonas como la Axarquía de Málaga, frente a otros puntos que se perfilan como nuevas opciones atractivas, como Asturias y Valencia.

Tras un 2023 “desastroso”, el sector de las frutas tropicales encara en general la actual campaña ahogado de nuevo por la sequía, que provocará una caída en la producción de aguacate en Málaga, principal zona productora.

Las perspectivas no son buenas, ya que la campaña pasada la Asociación Española de Frutas Tropicales (AET) cifró en torno a un 60 % la caída de la producción debido a la falta de recursos hídricos, además, el 30 % de las fincas realizaron talas.

Frente a esta situación se dan dos vertientes: por un lado, muchos agricultores de las principales zonas productoras se han replanteado la viabilidad de los cultivos en un contexto de falta de agua, con caídas de la rentabilidad.

Tras un 2023 “desastroso”, el sector de las frutas tropicales encara en general la actual campaña ahogado de nuevo por la sequía, que provocará una caída en la producción de aguacate en Málaga, principal zona productora

Por otro lado, movidos por una mejora en la condiciones de cultivo, los productores de otras provincias, como Huelva, Cádiz y Valencia, han optado por el aguacate frente a otros cultivos más tradicionales.

Así lo detalla en declaraciones a Efeagro el presidente de la Asociación Española de Frutas Tropicales, Álvaro Palacios, que explica que, muchos productores de limón y naranjas se han pasado al cultivo de aguacate ya que “solo requiere buen clima y un poco más de agua” y, a su vez, ofrece una mayor rentabilidad.

Confirma esta tendencia un estudio elaborado por las Universidades de Huelva y Extremadura y AGQ Corporación Tecnológica, en el que señalan que Andalucía y Valencia son las regiones climáticamente más adecuadas para el cultivo del aguacate.

El estudio parte del hecho de que en la expansión que ha tenido en las últimas décadas el cultivo del aguacate por toda la península debido a la alta demanda y a los altos precios -que han vuelto el cultivo muy atractivo-, no siempre se han seguido criterios de idoneidad climática, poniendo en riesgo la sostenibilidad.

Según los investigadores, el aguacate es originario de zonas tropicales y subtropicales y tiene unos requisitos climáticos muy específicos que deben cumplirse para asegurar una buena producción.

Asturias, un ejemplo excepcional

Y, aunque el estudio advierte de que el cultivo de este producto es posible en determinadas zonas del sur andaluz y Valencia pero no en el resto de la península, la empresa Aguacastur, especializada en el cultivo de aguacate en el norte ibérico, ha demostrado que Asturias puede ser una excepción.

El pueblo de Salas (Asturias) fue el lugar que le dio la primera pista a Andrés Ibarra, uno de los creadores de Aguacastur, para intuir el potencial de esta zona como productora de aguacate.

“Vi un árbol muy alto, identifiqué que era un aguacatero y que tenía frutos”, recuerda Ibarra en una entrevista con Efeagro; a partir de ahí, el responsable hizo en 2009 un recorrido por la zona cantábrica en el que descubrió que “había miles de ellos”.

Motivados por el ejemplo de esos cultivos, empezaron con su propia plantación y, aunque en el comienzo obtuvieron “muchas críticas” e, incluso, les llamaban “vendedores de humo”, después de que las plantas pasaran su primer invierno y comenzaran a crecer hubo un “cambio de opinión” y la “idea ya no parece tan descabellada”.

En general, la idea de cultivar aguacates en el norte del país genera “extrañeza” dadas las diferencias climáticas entre Málaga y este área; no obstante, Ibarra señala que el clima natural del producto en México, principal productor y exportador global, es “el mismo que el del norte de España”.

La empresa cuenta ya con cuatro inversores provenientes de segundas generaciones de españoles que emigraron a méxico y que han decidido volver y apostar por este tipo de cultivo, explica el responsable.

Y aunque el clima es cambiante y el futuro puede variar, las perspectivas de la empresa son optimistas y esperan seguir creciendo en un contexto en el que cada campaña pone de manifiesto la necesidad de apostar por nuevas técnicas y horizontes que mantengan la producción nacional.