Para vidrio, plástico, papel, cartón o productos de uso agrícola, los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor para la gestión de residuos de envases industriales se ha multiplicado en los últimos años, pero ¿qué son exactamente?, ¿hay mercado para todos?

Imagen de una planta de tratamiento de residuos. Efeagro/Archivo/Raquel Manzanares
Rubén Figueroa. Efeagro.
Las empresas cuyos productos generan residuos asumen legalmente la responsabilidad de su gestión, desde la recogida hasta su tratamiento y valorización, una obligación que pueden cumplir de forma individual o de manera colectiva, opción esta última en la que entran en juego los Scrap.
Mediante este sistema, las empresas, en vez de gestionar directamente sus residuos, ceden la gestión a un tercer organismo, que es el Scrap, una entidad sin ánimo de lucro especializada en esas funciones y que debe garantizar la reutilización, reciclabilidad y valorización energética de los residuos.
Los Scrap suelen estar formados por las propias empresas que van a utilizar este mecanismo para gestionar sus residuos, más aquellas que se adhieren mediante el pago de una cuota fija o una tarifa que varía en función de la cantidad de residuos que ese asociado vaya a introducir
Así lo explica uno de los Scrap más veteranos de España, Ecoembes, fundado en 1996 y dedicado a los residuos de envases domésticos ligeros (plástico, papel y cartón, latas y briks), un sector en el que desde 1994 las empresas están obligadas a asumir los costes de gestión y tratamiento de estos residuos.
Al albur del decreto de envases
En 2022, el real decreto de envases y residuos de envases desarrolló el régimen de responsabilidad ampliada del productor para el sector de los envases comerciales e industriales, en el que hasta entonces era voluntario, y motivó la aparición de nuevos Scraps en esta área de actividad.
“La gran mayoría (de los Scrap de envases industriales) surgen al amparo de esta nueva normativa“, expresa a Efeagro Jesús Pérez, director del Cluster de Innovación de Envase y Embalaje, entidad que ha organizado recientemente un encuentro con multitud de estos sistemas.
¿Cómo funcionan?
Suelen estar formados por las propias empresas que van a utilizar este mecanismo para gestionar sus residuos, más aquellas que se adhieren mediante el pago de una cuota fija o una tarifa que varía en función de la cantidad de residuos que ese asociado vaya a introducir, explica Pérez.
Cada uno “tiene una estrategia y una estructura de costes, etc., y las empresas libremente seleccionan el que más le conviene en función de su especialidad”, abunda el director del Clúster.
Entre sus cometidos está el “crear una cadena de valor” que garantice la circularidad de los residuos y para ello tienen que trabajar con diferentes agentes, como empresas de recogida y transporte o plantas de tratamiento y reciclaje, apunta Ecoembes.
La alternativa a esto es que cada empresa asuma estas labores por sí misma, algo que, según Pérez, “es verdaderamente complejo y costoso” y que sólo las empresas con amplia infraestructura y músculo financiero pueden acometer.
¿Cuántos Scrap hay?
Ecoembes contabiliza la existencia de más de una veintena de estos sistemas, algunos desde hace décadas, que abarcan los distintos sectores de actividad que tienen regulada la responsabilidad ampliada del productor, desde neumáticos, medicamentos y aceites hasta bombillas, aparatos electrónicos o baterías.
A raíz del real decreto de envases y residuos de envases surgieron algunos nuevos y otros ampliaron su marco de acción
En el campo
Un ejemplo de estos últimos es Sigfito, que surgió hace más de 20 años como iniciativa de los fabricantes y envasadores de productos fitosanitarios y que ahora, con la nueva normativa, ha ampliado su gestión a todos los envases comerciales e industriales de semillas y productos relacionados con la alimentación y sanidad animal.
En el ámbito agrario figura también Aevae, dirigido a fabricantes, envasadores y distribuidores de productos de uso agrícola profesional y ganadero.
Algunos muy especializados en determinados materiales de envases son Cartón Circular, creado por la cadena de valor del papel y cartón, y Ecovidrio, especialistas en la gestión de vidrio.
Hay muchos más, como Envalora, que están especializados en envases de un solo uso; Implica, que tiene una visión multisectorial, multimaterial; o Genci y Sigaus, que trabajan un sistema multisectorial y multienvase.
¿Hay mercado para todos?
A pesar de la cantidad de todos estos sistemas ya en funcionamiento, Pérez se muestra convencido de que van a surgir más, algunos más especializados y otros más generalistas.
Señala que esta concurrencia es positiva para que las empresas tengan un amplio abanico donde elegir, según sus intereses y los materiales que manejen.
“Los que tengan un buen modelo de negocio, una buena estructura de gestión y que sean eficientes van a tener posiblemente en mayor éxito que otros. El éxito de un Scrap va a estar condicionado a la calidad del servicio y al coste al que lo preste a la empresa”, comenta Pérez.
Asimismo, indica que muchos tendrán que colaborar entre ellos, por ejemplo en los casos en los que uno esté presente en una comunidad autónoma donde otro no tiene estructura pero sí necesita operar.