Las lluvias aumentan las reservas hídricas de la península pero provocan daños severos en Andalucía y la Región de Murcia

En la Región de Murcia y Andalucía, las intensas lluvias han afectado gravemente a los cultivos hortícolas, tanto al aire libre como en invernaderos. / AGRODIARIO
Valencia Fruits. Redacción.
Tras 25 días de lluvias incesantes, el campo español ha pasado del alivio a la alarma. Las precipitaciones han provocado “significativas pérdidas” en la Región de Murcia y Andalucía. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha alertado sobre el impacto y las consecuencias a corto y medio plazo.
En términos generales, las lluvias han supuesto un respiro para la sequía, especialmente en el sur y este peninsular, donde las reservas hídricas han experimentado un incremento importante, con un aumento del 14% en total. Destacan, en este sentido, los ascensos en la cuenca del Tajo (del 54,4% al 75%), del Duero (del 62,9% al 75,9%), del Guadalquivir (del 35,2% al 50,3%) y de Cataluña (del 34% al 45,2%).
En algunas comunidades, como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Galicia y Madrid, los cultivos de secano como cereales, viñedos y olivares han mejorado considerablemente. Además, la disponibilidad de pastos ha aumentado en Galicia y la cornisa cantábrica, lo que representa un alivio para la ganadería extensiva tras un invierno particularmente seco.
Daños en Murcia y Andalucía
Sin embargo, en la Región de Murcia y Andalucía, las intensas lluvias han afectado gravemente a los cultivos hortícolas, tanto al aire libre como en invernaderos. Se reportan más de 5.000 hectáreas de lechuga, brócoli y coliflor anegadas en Murcia, con pérdidas estimadas en 10 millones de euros.
En Andalucía, los cultivos de secano, como el girasol y el garbanzo, han sufrido retrasos en la siembra, mientras que los cereales de invierno están padeciendo enfermedades fúngicas debido al exceso de agua. En el Bajo Guadalquivir, cultivos enteros de guisantes han sido devastados por enfermedades radiculares.
Huelva también se ha visto muy afectada, con la humedad dañando grandes cantidades de fresas y provocando pérdidas irreparables a pesar del aumento de precio. Además, el fuerte viento ha destrozado más de 200 hectáreas de invernaderos.
En Almería, cultivos como brócoli, pepino, pimiento, sandía y melón están sufriendo el impacto de la humedad excesiva, favoreciendo la proliferación de plagas y enfermedades como la botrytis y el mildiu. Generan especial preocupación los cultivos de sandía y melón, ya que se encuentran en plena fase de polinización y son especialmente vulnerables a los cambios bruscos de humedad y temperatura.
A pesar de la mejora en el balance hídrico nacional, COAG advierte que el exceso de agua podría afectar la planificación de cultivos y cosechas de primavera.