Al contrario que en la presente campaña, el año pasado los daños ocasionados por la borrasca Filomena adelantaron las producciones de esta cucurbitácea
El melón pierde terreno en los invernaderos almerienses. / GIA
Gía. Almería.
Según los datos ofrecidos por el secretario provincial de COAG Almería, Andrés Góngora, se espera una campaña de melón, sobre todo el tipo categoría, marcada por un considerable descenso de la superficie cultivada. Góngora asegura que “el año pasado la borrasca Filomena ocasionó fuertes daños en las producciones de invierno, con lo que muchos agricultores apostaron para el ciclo de primavera por el melón”. Sin embargo, en la campaña agrícola 2021/2022, el invierno ha sido frío, pero no lo suficiente como para afectar directamente a los cultivos, y si a esto se suman los buenos precios obtenidos en cultivos como el pimiento o el pepino, muchos agricultores están decidiendo alargar el ciclo de invierno y no sembrar melón.
Otro factor que hay que tener en cuenta es la escasez hídrica, la cual se va a notar sobre todo en zonas como el Bajo Guadalquivir, donde se ha restringido el riego a 1.000 metros cúbicos por hectárea, cantidad con la que según el secretario provincial de COAG Almería “no se puede sacar un cultivo de melón, se necesitan mínimo 4.000 metros cúbicos”. Esta coyuntura puede ser similar en otras zonas como la Comunidad de Murcia, a menos que haya un considerable aumento de las precipitaciones en los próximos meses.
De este modo, teniendo en cuenta los factores de la falta de agua, los buenos precios en los cultivos de invierno y el notorio descenso de volumen de melón, se estima que los precios de esta cucurbitácea superen con creces los del año pasado, y que se prolonguen en el tiempo, ya que en el ejercicio agrícola anterior, a partir de mayo, fue un verdadero desastre.
El broche final lo puede dar la crisis energética que está padeciendo el mundo con el conflicto entre Rusia y Ucrania. El encarecimiento de los combustibles está elevando el coste del transporte de las mercancías, lo que puede influir en las exportaciones de países exportadores de melón como son los de Sudamérica. Aunque este aspecto genera mucha incertidumbre, y es difícil concretar previsiones exactas.
