La DOP Melocotón de Calanda espera recoger unos 4 millones de kilos

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Esta campaña ha habido problemas a la hora de contratar temporeros para el embolsado de la fruta

Se calcula que en toda la zona de Calanda cada temporada se colocan alrededor de 250 millones de bolsas. / Javier Ortega

Javier Ortega. Aragón.

La Denominación de Origen Protegida Melocotón de Calanda espera recoger esta campaña cerca de cuatro millones de kilos, casi el doble que la anterior en que la producción fue muy corta y apenas llegó a 1,8 millones de kilos.

Los fruticultores prevén una campaña dentro de la normalidad, aunque han sufrido en algunas zonas concretas una merma del 30% de la cosecha debido a las heladas y las tormentas de granizo.
El melocotón amarillo con el sello de calidad comenzará a recogerse a partir del 20 de agosto y la campaña se prolongará hasta los primeros días de noviembre.

Los fruticultores de la DOP Melocotón de Calanda, que comprende 45 municipios de la comarca del Bajo Aragón, entre las provincias de Teruel y Zaragoza, están en plena faena del embolsado.

Se trata de una labor que se realiza a mano y que garantiza una maduración uniforme y un producto de mayor calidad.

El melocotón amarillo con el sello de calidad comenzará a recogerse a partir del 20 de agosto

Cada melocotón es protegido con una bolsa de papel parafinado, traslúcido y transpirable, para protegerlo de las plagas y tratamientos fitosanitarios.

La bolsa de papel especial, colocada a mano una a una, permite el paso del sol, pero no del agua, polvo, ni de otros agentes externos; de esta manera se consigue un melocotón de excepcionales cualidades.
El microclima creado favorece la formación de azúcares y dota al melocotón de una carne de extraordinaria firmeza. Se calcula que en toda la zona cada temporada se colocan alrededor de 250 millones de bolsas.

El embolsado, la recolección, que también se realiza de forma manual, y las labores en almacenes y cooperativas hacen que durante los meses de mayo a noviembre, en el conjunto de las explotaciones frutícolas del Bajo Aragón, se empleen hasta unas 3.000 personas.

Este año han tenido algún problema a la hora de encontrar trabajadores para el embolsado. Por ejemplo, en la cooperativa La Calandina, que agrupa a unas 50 explotaciones familiares que suman en total 350 hectáreas, han contratado unos 130 trabajadores frente a los 180 de otras campañas.

Aseguran que, por ahora, ha faltado mano de obra, tanto para el embolsado como para la recolección de las variedades más tempranas.