Dos proyectos impulsan en Cataluña la agricultura regenerativa y la retención de carbono

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La agricultura del carbono permite mitigar el cambio climático al reducir la concentración de CO₂ en la atmósfera a través del secuestro de carbono en el suelo

Estos proyectos, en marcha hasta 2025, cuentan con una financiación de 2,6 millones de euros del Fondo Climático de la Generalitat. / Archivo

Efeagro.

Dos proyectos liderados por el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA), AgriRegenCat y AgriCarboniCat, constatan que el uso de fertilizantes orgánicos en campos de manzanos permite retener más carbono en el suelo y reducir el efecto invernadero.

Los resultados de estos proyectos los han presentado en Amposta (Tarragona), en un acto al que han asistido la secretaria de Acción Climática de la Generalitat, Anna Barnadas, y el director general de la IRTA, Josep Usall.

Estas investigaciones, que exploran desde 2022 qué beneficios pueden tener para los principales cultivos del territorio las denominadas agriculturas regenerativa y del carbono, muestran también que labrar menos a menudo y a menos profundidad, o directamente dejar de hacerlo, no perjudica la productividad de los cultivos en el caso de la huerta y de algunos cereales y, además, incrementa las absorciones de carbono en el suelo agrícola.

Asimismo, revelan que las hierbas que crecen cerca de cultivos leñosos como el manzano, las denominadas cubiertas vegetales, favorecen la biodiversidad y reducen la erosión del suelo.

Barnadas ha destacado: “Es una satisfacción constatar los primeros resultados de estos proyectos tan estratégicos, que se financian gracias a los ingresos del Fondo Climático, obtenidos por el impuesto sobre las emisiones de CO₂ de los vehículos de tracción mecánica y por el impuesto sobre las instalaciones que inciden en el medioambiente”.

En la misma línea, Usall ha subrayado: “Estos proyectos representan una oportunidad única y en un momento clave para aprender a aplicar la agricultura regenerativa y la del carbono”.

Hace pocos años que los científicos estudian la importancia de la salud del suelo para la calidad, la productividad y la sostenibilidad de los cultivos: “Queremos ampliar el conocimiento que ya hay en el territorio catalán, para poder cuantificar a escala local los efectos de la agricultura regenerativa y de la del carbono”, ha explicado Georgina Alins, investigadora del programa de Fructicultura del IRTA y coordinadora de AgriRegencat.

Respecto a la agricultura del carbono, permite mitigar el cambio climático, al reducir la concentración de CO₂ en la atmósfera a través del secuestro de carbono en el suelo; y posibilita que los cultivos sean más resistentes, porque al haber más carbono en el suelo mejora su fertilidad y aumenta la capacidad de retención del agua.

La investigadora del programa de Aigües Marines y Continentales del IRTA y coordinadora de AgriCarboniCat, Maite Martínez Eixarch, ha afirmado que “ante un escenario de cambio climático que se agudizará, las técnicas de agricultura regenerativa y del carbono son, posiblemente, el único sistema que tendremos para salir adelante sin que baje la productividad”.

Estos proyectos, en marcha hasta 2025, cuentan con una financiación de 2,6 millones de euros del Fondo Climático de la Generalitat.