Economía circular en el uso de restos de poda de cítricos

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La base de Citrus Biochar, proyecto de economía circular, es el uso del biochar o biocarbón, procedente de la poda de cítricos, como abono para el suelo

Cítricos Mandarinos

Citrus Biochar busca las aplicaciones de los residuos de poda de cítricos en una economía circular. / RF

EFEAGRO

El proyecto Citrus Biochar, en el que está inmerso Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva, ha probado la reutilización de los restos de poda de cítricos como abono en el propio cultivo, confirmando que mejora la porosidad, y la retención de agua, la fertilidad y la actividad microbiana del suelo.
El grupo operativo que lleva dicho proyecto está formado por el Grupo de Desarrollo Rural Guadiodiel, la Universidad de Jaén, a través de Escuela Politécnica Superior de Linares, en concreto el departamento de Ingeniería Química, Ambiental y de los Materiales y Qualifica2 SL.
Sus expertos han puesto en común los resultados en una mesa técnica celebrada en la cooperativa Cartayfres de Cartaya (Huelva), ha informado Cooperativas en un comunicado.
La gerente de la federación onubense, Natalia Aguilera, ha explicado que es “una alternativa real a la quema de residuos de poda, lo que podría implicar un cambio en los hábitos de los trabajos agrícolas”.
Ha precisado que la base de este proyecto de economía circular es “el uso del biochar o biocarbón como enmienda del suelo porque mejora la porosidad, y por tanto la retención de agua, la fertilidad y la actividad microbiana del suelo”.
Ha aclarado que “es especialmente interesante en suelos arenosos”, hay que tener en cuenta que la calidad del biochar depende de la materia prima, que en este caso era el resto de poda de mandarina y el proceso de pirolisis”.
En este proyecto se han realizado pruebas y ajustes para obtener el biochar deseado para volver a extenderlo en la finca seleccionada.
Esta técnica puede llegar a ser asequible, aunque es necesario seguir analizando las posibilidades para hacer una transformación de la poda, en zonas cercanas a las fincas o en la propia finca, de manera que se reduzcan costes logísticos, según la misma fuente.
En la actualidad, en las cooperativas, ya se está trabajando con los restos de la poda, para potenciar la “economía circular”, impulsando que el residuo que se genera de la poda se triture y distribuya uniformemente en el suelo, entre las calles de los cítricos, arándanos, caquis, principalmente.
Las pruebas se realizan en una finca de unas 10 hectáreas de Cartaya, dedicada a la mandarina, que pertenece a un socio de la Cooperativa Nuestra Señora de la Bella, “Cobella” de Lepe. Gracias a estos estudios “se han logrado resultados muy interesantes y se ha identificado el procedimiento adecuado de la conversión de restos de poda de cítricos en biocarbón”.