La estimación final de la producción de naranjas y de mandarinas en la Comunitat Valenciana se corrige alrededor de un 1% al alza
La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha publicado los resultados del segundo aforo citrícola de la Comunitat Valenciana, que confirman una reducción de la cosecha del 19,6 por cien con respecto a la anterior campaña. La previsión actualizada refleja que la producción para la presente temporada 2017/18 ascenderá a unos 3.172.107 toneladas.
Las primeras estimaciones realizadas por la Conselleria, que fueron presentadas por la consellera Elena Cebrián en septiembre del año pasado, situaron las estimaciones de cosecha de cítricos en 3.143.984 toneladas, un 20,3 por cien inferior al volumen de la precedente, cifrada en 3.943.213 toneladas. Por lo tanto, la corrección respecto a la previsión inicial ha sido de solo un 0,7 por cien.
Los datos del segundo aforo se obtienen como resultado de las revisiones efectuadas entre finales de octubre y principios de febrero en una selección de parcelas y variedades con el fin de corregir posibles desviaciones en las estimaciones de la cosecha en las variedades más tardías. La estimación del primer aforo se realizó en agosto de 2017. Del estudio realizado se desprende que, tanto en la producción de naranjas como en la de mandarinas, se produce una ligera corrección al alza, que ronda un 1% respecto a la estimación inicial realizada en septiembre de 2017.
Por su parte, la previsión de producción de limón de la variedad Verna mejora un 6 por cien respecto al primer aforo de agosto de 2017 —la prevista inicialmente suponía un 49 por cien menos que la del año anterior— mientras que se estima que la cosecha de pomelo será menor que la prevista inicialmente en Valencia.
Entre los hechos reseñables de la campaña, la Conselleria de Agricultura señala que este año se ha producido un rajado vertical (diferente al denominado “sonrisa de los cítricos” que es horizontal) en naranjas principalmente, aunque también en Ortaniques. Finalmente se han considerado indemnizables dentro de las coberturas del seguro agrario.
El aforo citrícola de la campaña 2017/2018 que se presentó en septiembre de 2017 ya indicaba que se esperaba, en general, un descenso de cosecha significativo en relación a la campaña pasada.
Esta disminución se debía, en parte, a la “vecería” o alternancia natural que presenta el cultivo de cítricos, también al efecto que las abundantes lluvias de finales de 2016 tuvieron sobre el arbolado, a la floración irregular y a la incidencia de las elevadas temperaturas registradas en el mes de mayo en la fase del cuajado de los frutos.