Un estudio de un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba, integrado en el proyecto “Diverfarming” para la viabilidad de la comercialización de la lavanda Brihuega, ha reafirmado el lavandín como un cultivo compatible con el olivar

El lavandín es un cultivo compatible con el olivar.
La UCO ha explicado en una nota que el equipo investigador ha viajado hasta Brihuega (Guadalajara) para conocer la cadena de valor del cultivo de la lavanda y el lavandín en un municipio que es líder a nivel nacional en la producción de estos cultivos.
Tras la reunión con Ángel Corral, responsable de la empresa Intercova Aromáticas y la visita de los campos de lavanda y lavandín y la destilería de aceites esenciales, los profesores de la Universidad de Jaén integrados en el equipo de la UCO, Manuel Parras Rosa, Francisco José Torres Ruiz y Manuela Vega Zamora, concluyeron que el comportamiento del lavandín lo hacía idóneo para su implantación en las calles del olivar.
El lavandín es un híbrido entre lavanda y espliego que posee un aroma más intenso, y su compatibilidad con las tierras que alojan el olivar, coste, marco de plantación, coste de cultivo, producción por hectárea y principales mercados, lo convierten en una opción rentable para ocupar las calles libres del olivar.
“Diverfarming” busca la implementación de la diversificación de cultivos y el uso de prácticas de manejo de bajos insumos en 8 países europeos con la intención de mejorar la fertilidad del suelo, evitar la erosión, aumentar la biodiversidad y favorecer el anclaje de la población joven en las zonas rurales.
En el territorio andaluz, la Universidad de Córdoba experimenta en un olivar situado en Torredelcampo (Jaén) en el que ya se ha realizado la primera diversificación, como es el cultivo del azafrán entre las filas de olivos.
La información recabada en este viaje establece la elección del lavandín, en sus dos variedades súper y grosso, como la opción más adecuada para implantar en el olivar experimental a partir de la próxima primavera.
“Diverfarming” es un proyecto financiado por el Programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, dentro del reto de “Seguridad alimentaria, agricultura y silvicultura sostenibles, investigación marina, marítima y de aguas interiores y bioeconomía” en el que participan las universidades de España, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Hungría y Suiza.