Empresas emergentes combaten con datos la volatilidad de los precios agrícolas

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La predicción de datos y la tecnología se convierten en armas para mejorar los precios en origen

Las predicciones tienen valor en un sector volátil como el hortofrutícola. / ARCHIVO

Mercedes Salas. Efeagro.

Empresas emergentes (start-up) españolas emplean la predicción de datos y tecnologías como la inteligencia artificial para combatir la volatilidad de los mercados, agravada con la crisis actual, y ayudar a que el agricultor obtenga mejores precios por sus cosechas.

La transparencia y la anticipación de los datos pueden ser armas muy valiosas para mejorar los precios en origen de productos como el trigo, las frutas o las hortalizas y en ello basan sus herramientas las empresas Abastores —lonja digital de cereales—, desde Madrid, y AGrowingData, con sede en Almería.

La guerra de Ucrania ha acentuado la inestabilidad de los mercados agrícolas, con escasez de oferta en el caso de los cereales, pero en sectores como el de las frutas y hortalizas la volatilidad es innata y, por su carácter perecedero, el agricultor tiene menos margen para vender su producto.

Una lonja digital que “pone en el mercado” al agricultor

Abastores empezó a comercializar materias primas agrícolas en 2021 a través de una plataforma, cuyo objetivo es “informar al productor de cereales y oleaginosas” y “ponerle en el mercado” basándose en las operaciones de las últimas 24 horas, según explica a Efeagro su responsable (CEO), Carlos García.

Especializada en el negocio entre empresas (B2B), su objetivo es que el agricultor sustituya su forma tradicional de vender la cosecha y encuentre una alternativa tecnológica con menos costes y trámites más simples, según García.

Eso significa que el agricultor “reciba de media hasta tres o cuatro ofertas diferentes”, según el responsable de Abastores, quien explica que hasta ahora en España las plataformas que existían estaban enfocadas en el almacenista y la fábrica, pero no en el productor.

Opera en toda la península, con especial implantación en las zonas productoras de cereal (Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y Castilla y León), tiene más de 500 agricultores registrados y ha conseguido que a través de su canal se comercialicen más de 450 camiones con grano y oleagionsas, según García.

“Creemos que el agricultor debe tener más poder, muchos nos eligen porque si “brujulean” por Internet y su oferta es transparente eso les permite vender más caro (que con el almacenista o la cooperativa) “, según García, quien precisa que en su plataforma es el operador o el comprador quien paga comisiones por la operación, no el productor.

El CEO de Abastores apunta que hasta hace poco, la única información que tenía el agricultor eran las lonjas comarcales y ahora todo evoluciona y las operaciones se ven diariamente, “se contrastan”.

Inteligencia de datos para mejorar el mercado hortofrutícola

Las predicciones tienen valor en un sector volátil como el hortofrutícola, sensible a factores como el calor, la afluencia de exportadores o las relaciones comerciales políticas, explica a Efeagro Mar Grande, profesora de Matemática Computacional e Ingeniería del Software en el Centro Universitario U-tad y socia de AGrowingData.

Para amortiguar esa incertidumbre, AGrowingData emplea la inteligencia de datos y modelos predictivos basados en variables como los kilos producidos por superficie o el lugar donde habrá demanda “para que por ejemplo una cooperativa de Almería que vende a la República Checa y Alemania” se dirija a uno u otro mercado según la situación.

También compara la evolución de precios por producto pues, por ejemplo en el caso del calabacín, hortaliza con precios muy volátiles que cambian abruptamente por semana, según Grande, es conveniente que el productor sepa el comportamiento de las ventas de otro alimento “competidor”, la berenjena.

La empresa trabaja con cooperativas y comercializadoras en Almería, Murcia y Castilla-La Mancha para asesorarles en su estrategia de venta a los supermercados, y permitirles jugar con el volumen que almacenan o que llevan a subasta según los precios.

Pero Mar Grande reconoce que el agricultor hortofrutícola tiene menos margen de negociación de precios justos y de elegir el momento en que corta el fruto de la mata por la naturaleza perecedera del producto.

No obstante, asegura que las estimaciones predictivas favorecen que los agricultores negocien remuneraciones más justas, pues si reflejan cómo van a evolucionar los productos en una semana “se pueden ajustar los precios con más margen” y se evita la “excusa” de decir que no se sabe a cómo se venderá una verdura en los días siguientes.