AECOC ha presentado su informe “Pulso al sector de frutas y hortalizas”, un informe que analiza perspectivas, evolución y desafíos de este sector clave en la economía española
España no sólo es el primer productor de frutas y hortalizas de la UE, sino que ha reforzado su liderazgo en exportaciones. / ARCHIVO
Valencia Fruits. Redacción.
La asociación de fabricantes y distribuidores, AECOC, ha presentado su informe “Pulso al Sector de Frutas y Hortalizas”, una radiografía actualizada de uno de los sectores estratégicos de la economía española. El documento, presentado en rueda de prensa por Barbara Calvaresi, responsable del sector hortofrutícola de AECOC, y Enrique de los Ríos, presidente del Comité de Frutas y Hortalizas de AECOC y director general de Unica Group, analiza la evolución reciente del sector, sus previsiones de cierre para 2025 y los principales retos que se presentan para los operadores en un contexto de incertidumbre y tensiones comerciales internacionales.
En datos
El sector agroalimentario aportó en 2023 un 8,9% del PIB español, lo que equivale a unos 119.140 millones de euros. De esta cifra, la producción agraria —es decir, la actividad primaria— representó en torno al 3% del PIB. Dentro de este ámbito, el sector hortofrutícola tuvo un papel protagonista, generando 25.081 millones de euros en valor de producción, lo que supone el 38,5% del total del valor agrario nacional.
En términos de mercado, según los últimos datos de NIQ, las frutas y hortalizas movieron en España 15.200 millones de euros, con un crecimiento del 8% en valor. Este incremento se explica, principalmente, por un aumento de la demanda (+4,4% en volumen). Las frutas representaron el 55% de la facturación, con un incremento del 10% en valor respecto al año anterior, mientras que las verduras, que suponen el 45% restante, también registraron crecimientos destacados.
España no sólo es el primer productor de frutas y hortalizas de la Unión Europea —con más del 25% de la producción europea total—, sino que ha reforzado su liderazgo en exportaciones. En 2024, el país exportó 12,3 millones de toneladas, un 8% más que en 2023, con un reparto de 5,7 millones de toneladas de hortalizas (+10%) y 6,6 millones de toneladas de frutas (+7%).
Estas exportaciones generaron una facturación conjunta de 17.703 millones de euros (+5%), de los cuales 8.044 millones correspondieron a hortalizas (+2%) y 9.658 millones a frutas (+8%). Los principales destinos siguen siendo Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Portugal, Italia y Polonia.
La visión del sector
El informe “Pulso al Sector de Frutas y Hortalizas”es fruto de las encuestas realizadas a principios de abril de 2025, con la participación de empresas líderes de la industria hortofrutícola (como Anecoop, Eurobanan, Foodiverse, Agroponiente, Unica Group, entre otras), así como de una representación aproximada del 60% de la cuota de mercado de la gran distribución (Mercadona, Lidl, Carrefour…). Estas aportaciones ofrecen una visión detallada sobre cómo las empresas están abordando el primer trimestre del año.
El 83,6% de las empresas participantes ha experimentado un crecimiento en sus ventas en valor durante el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo período del año anterior
El 83,6% de las empresas participantes ha experimentado un crecimiento en sus ventas en valor durante el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo período del año anterior. De este total, un 42% ha incrementado sus ventas en más de un 5%. Sin embargo, un 13,4% ha mantenido sus ventas estables, mientras que un 3% ha registrado una caída en sus cifras de ventas.
En cuanto al crecimiento en volumen, el 70,1% de las empresas ha incrementado sus ventas en volumen en el primer trimestre de 2025, con un 33% de ellas experimentando un aumento superior al 5%. Por otro lado, un 14,9% ha mantenido un volumen estable, mientras que otro 14,9% ha registrado una disminución en este aspecto.
En términos de rentabilidad, la situación es más desigual. El 40,3% de las empresas ha logrado incrementar su rentabilidad en comparación con el primer trimestre de 2024. Sin embargo, un 60% de las empresas se mantiene estable o ha visto una pérdida de rentabilidad, con un 38,8% manteniendo sus márgenes estables y un 20,9% experimentando un descenso en este indicador.
Perspectivas para 2025
A pesar de los desafíos derivados del contexto internacional, los problemas agrónomicos y las fluctuaciones en los costes de producción, las empresas del sector hortofrutícola se muestran optimistas respecto a 2025. Según las encuestas realizadas a principios de abril, el 75% de los encuestados cree que el sector continuará creciendo en los próximos meses.
Una percepción que Enrique de los Ríos defendió con claridad ante quienes cuestionan ese optimismo en un momento de dificultad es que “parece que cuando el sector es optimista es como si algo no encajara. Venimos de una etapa complicada, con problemas de producción, sequías y muchos sustos, pero ahora se está recuperando. Además, tener fruta y verdura en los lineales se ha convertido en un activo estratégico en los mercados. Por supuesto que vamos a seguir teniendo problemas —ambientales, de plagas—, pero el sector es resiliente, y eso es lo que reflejan los datos de la encuesta: que efectivamente, hay razones para el optimismo”.
Las perspectivas de crecimiento para 2025 indican que el mercado europeo será el principal motor de expansión para las empresas del sector, con un 48,9% de los encuestados que sigue señalando este mercado como su fuente principal de crecimiento
Este optimismo se ve reflejado también en las expectativas de ventas a nivel empresarial. El 78% de las empresas participantes prevé crecimientos en volumen para 2025, con un 77,7% de las empresas esperando un aumento en sus ventas de volumen en comparación con 2024. Este dato subraya la tendencia general de crecimiento, aunque hay un pequeño porcentaje —4,5%— que espera una posible disminución en el volumen de ventas.
Sin embargo, las previsiones de rentabilidad presentan una imagen más cautelosa. El 57% de las empresas prevé mantener su rentabilidad, mientras que el 43% espera lograr un crecimiento en este aspecto. La rentabilidad se mantiene como uno de los mayores retos del sector, y es claro que, aunque el volumen de ventas sigue siendo un motor importante, las empresas deberán adaptarse a los márgenes ajustados para seguir siendo competitivas en un entorno tan volátil.
En este sentido el presidente del Comité de Frutas y Hortalizas de AECOC matiza que “aumentar la rentabilidad supone una especie de alivio tras una época en la que era muy difícil conseguirlo. Venimos de un periodo marcado por fuertes aumentos de costes, saliendo de la crisis del COVID y entrando en un contexto geopolítico más complicado. El valor de la producción está creciendo, pero también venimos de grandes inversiones, por lo que hay que ser cautos. Para que la rentabilidad suba, debemos mantener un estricto control de la eficiencia dentro de nuestras empresas, y trabajar en aspectos clave como el marketing y la capacidad de influencia del sector”.
Para el 45% de las empresas, las exportaciones representan más del 50% de las ventas totales, lo que subraya la importancia de los mercados exteriores para el sector
Exportaciones e internacionalización
El sector hortofrutícola español sigue demostrando su relevancia en los mercados internacionales, especialmente en la Unión Europea y el Reino Unido. Para el 45% de las empresas, las exportaciones representan más del 50% de las ventas totales, lo que subraya la importancia de los mercados exteriores para el sector.
Las perspectivas de crecimiento para 2025 indican que el mercado europeo (incluyendo el Reino Unido) será el principal motor de expansión para las empresas del sector, con un 48,9% de los encuestados sigue señalando este mercado como la fuente principal de crecimiento para sus negocios. Le sigue de cerca el mercado nacional, con un 44,4% de las empresas apostando por el mercado doméstico para su crecimiento en 2025. Los mercados asiático, americano y otros mercados internacionales parecen tener una relevancia menor, con sólo un 2,2% de las empresas considerando a estos como claves para su expansión.
“España está muy bien posicionada al estar pegada a un continente como Europa, que es el mercado natural para nuestras frutas y hortalizas —explica de los Ríos —, si bien algunos productos, como los cítricos, han tenido un buen desempeño puntual en mercados como China o en Oriente Medio, a corto plazo la diversificación hacia Asia o América parece limitada. La vida útil de las frutas y hortalizas frescas es corta, por lo que, aunque intentemos diversificar hacia otros destinos, Europa seguirá siendo la clave”.
Uno de los grandes temas que está generando debate en el sector es el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur. Un 52% de las empresas cree que este acuerdo podría impactar en la competitividad del sector hortofrutícola español. Aunque el 43,3% de los encuestados considera que el impacto será moderado, hay un 9% que estima que el acuerdo tendrá un impacto negativo considerable. La principal preocupación se centra en la competencia desleal, con un 49,3% de las empresas destacando este aspecto como su mayor temor sobre el acuerdo. El presidente del Comité comenta al respecto que “el acuerdo con Mercosur va a ser como una especie de ‘barra libre’, cualquiera podrá exportar a Europa, y algunos productos tendrán un impacto negativo en el sector nacional, especialmente aquellos que coincidan con la temporada española y que mantengan una calidad adecuada, porque los costes de producción y la calidad no serán los mismos. Si bien algunos productos podrían complementar la temporada y generar beneficios, la percepción general es que, si se levantan las barreras y se da libre acceso, se producirán atropellos en productos que no deberían estar en el mercado. Por eso, seguimos siendo cautos y observamos el desarrollo de este acuerdo con atención.”
Otro factor que podría influir en las exportaciones españolas es el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Un 37,3% de los encuestados cree que las políticas del presidente estadounidense podrían afectar negativamente a las exportaciones de frutas y hortalizas españolas. Sin embargo, hay un 38,8% que considera que este retorno no repercutirá en el volumen habitual de exportaciones, mientras que el 9% opina que podría beneficiar a España al mejorar su competitividad en mercados como México o China, que compiten directamente con Estados Unidos.
Legislación española
En medio de un entorno normativo cada vez más complejo, las empresas del sector hortofrutícola hacen frente a una creciente preocupación por las nuevas legislaciones tanto a nivel europeo como nacional. En particular, el Decreto Ley de Envases y Residuos de Envases es uno de los puntos más controvertidos y preocupantes para el sector, que busca adaptarse a los nuevos requisitos sin poner en riesgo la competitividad y la viabilidad del negocio.
Según las encuestas realizadas, el 58,2% de las empresas se muestra particularmente preocupado por el impacto de este Real Decreto. Esta normativa está diseñada para reducir el impacto ambiental de los envases y los residuos, pero su implementación ha generado inquietud en un sector que depende de la correcta gestión de los productos frescos y su distribución.
El 20,9% de los encuestados señala que el Real Decreto que desarrolla el registro de contratos alimentarios es otra de las normativas que más preocupa a las empresas, mientras que un 9% se muestra preocupado por la Ley de Desperdicio Alimentario.
Aunque el tema no formaba parte del informe, durante el turno de preguntas posterior a la presentación surgió una cuestión relevante: el posible impacto de la reducción de la jornada laboral. Nuria Pedraza, directora de Comunicación de AECOC, aclaró que no se ha incluido en el estudio porque “aún no es una realidad, sino un debate parlamentario”. No obstante, advirtió de sus posibles consecuencias, “esta medida tendría implicaciones para todos los sectores que AECOC representa, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, que ya están tienen muchas dificultades. Desde AECOC seguimos de cerca este debate y creemos que cualquier cambio en materia laboral debe abordarse de forma integral. No podemos hablar sólo de reducir horas cuando el sector sufre problemas de productividad, altos niveles de absentismo y una grave escasez de mano de obra. Todo esto, sumado al debate sobre la jornada laboral, complica aún más la situación”.
Es por ello que el sector pide a la Administración un enfoque más colaborativo y una mayor sensibilidad a la hora de diseñar e implementar nuevas normativas. Un 65,7% de los encuestados considera que lo más importante es que las empresas y sectores afectados sean escuchados en el proceso de creación de nuevas leyes. Además, un 13,4% destaca la necesidad de que las medidas contemplen plazos razonables de implantación, mientras que un 11,9% subraya la importancia de que exista una armonización entre las diferentes legislaciones de los países de la Unión Europea.
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