España se apaga, el sector, no

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Un apagón masivo deja a España sin suministro eléctrico durante horas el 28 de abril

Un día después, con el servicio eléctrico prácticamente restablecido en España, Red Eléctrica descarta el ciberataque y seguimos sin conocer las causas del apagón. / RF

Raquel Fuertes. Redacción.

Cuando España se paró por un apagón masivo a las 12:33 del lunes 28 de abril las primeras reacciones fueron de tranquilidad. Quien más quien menos, pensó que sólo afectaba a su barrio, a su pueblo, a su ciudad… Hasta que una llamada (al principio hubo teléfono) o un mensaje (incluso internet) nos iba dejando claro que lo que había pasado era algo mucho más grande y de consecuencias (y causas) desconocidas.

Un día después, con el servicio eléctrico prácticamente restablecido en España (parece que en Portugal todavía hay zonas sin corriente), Red Eléctrica descarta el ciberataque y seguimos sin conocer las causas de un suceso más propio de un guion distópico que de una realidad ante la que los españoles reaccionamos como pudimos y, mayoritariamente, bien.

Los lunes son día de cerrar la edición de Valencia Fruits, pero ayer era festivo en muchas poblaciones valencianas y, al igual que pasó con otras empresas del sector, el apagón no nos afectó tanto como si hubiese sido cualquier otra semana. De vuelta a la redacción, hemos hablado con contactos del sector para ver cuál ha sido la incidencia en un mundo como el nuestro que trabaja con producto fresco que hay que conservar y transportar en condiciones muy concretas.

Como decía uno de los contactos consultados “hay que ver la fruta en las cámaras. Había mucha y depende de las horas la evolución de las cámaras habrá más o menos incidencia. Lo normal es que tengan una inercia y que no suba mucho la temperatura, pero hay que verlo cámara a cámara”. Lo cierto es que muchas empresas también cuentan con medios de producción energética alternativa y ayer fue el día de ponerlos en marcha. Y las empresas que no contaban con estas alternativas han sufrido pérdidas y retrasos, aunque aún no se conocen los datos.

Por ejemplo, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) advertía de que “los viveros e invernaderos sufrieron problemas por la interrupción de los sistemas de ventilación de las plantas, especialmente en aquellos casos que no disponían de grupos electrógenos para hallar una solución alternativa. Además, el apagón provocó fallos en los sistemas de refrigeración y conservación de productos agroalimentarios, lo que comprometió la calidad de aquellos alimentos altamente perecederos que se encontraban en cámaras frigoríficas o procesos de postcosecha”.

AVA-Asaja también subraya que “el sector agrario no fue ajeno a los problemas compartidos con otros sectores económicos, como las interrupciones en las gestiones informáticas, los sistemas de monitoreo, los controles de inventario y las dificultades logísticas derivadas del apagón. En muchos casos, el cierre de gasolineras impidió el abastecimiento de combustible de la maquinaria agrícola”.

En medio de esta situación, Proexport, a través de su presidente, Mariano Zapata, asegura que “es pronto para tener un balance económico de las pérdidas que se hayan podido ocasionar en el sector de las frutas y hortalizas. Hay que tener en cuenta que se trata de producto fresco y, por ejemplo, algunas empresas cuentan con grupos electrógenos que les han permitido mantener las cámaras encendidas, mientras otras no han podido hacerlo”.

“En general se vivió una jornada de caos, de desorden, porque somos muy dependientes de la electricidad. Administrativamente, sin comunicación con clientes y proveedores, ha sido muy complicado gestionar los pedidos, sabemos que hay muchos que ni siquiera han entrado. Y otras operaciones como realizar cargas, o preenfriar el producto, eran inviables. Más adelante, además, tendremos que hacer reclamaciones y ver cómo responde los seguros”, añade.

En lo que se refiere al suministro ciudadano, varias cadenas de supermercados españoles confirmaron a EFE que tuvieron que cerrar parte de su parque de tiendas debido al apagón eléctrico masivo. Se vivieron muchas escenas de pago sólo en efectivo que a muchos les recordaron los días de la DANA.

Tecnología y tradición

Pero también muchos supermercados disponían de suministros energéticos alternativos que les permitieron operar con cierta normalidad en medio del desconcierto. Y no sólo los supermercados. Muchas empresas pudieron continuar con su actividad gracias a la previsión y las inversiones tecnológicas.

Frente a la desinformación (demasiadas horas sin información oficial que los ciudadanos recibieran siquiera por radio, que era único medio que funcionaba a gran escala), las empresas y los ciudadanos a título particular se fueron organizando para no sucumbir al caos. Pero fueron muchas las empresas del sector que consiguieron, incluso, seguir trabajando con cierta normalidad.

Es el caso de Cañamás Hnos., que pudo funcionar con “total normalidad” gracias a que su instalación de l’Alcúdia (única operativa en este momento final de la campaña citrícola) es energéticamente autosuficiente porque cuenta con una planta de cogeneración, además de la planta fotovoltaica con la que cuentan todos los almacenes de la compañía. Quico Peiró destaca que se trabajó el lunes “con total normalidad”, sufriendo sólo los retrasos de la mercancía que no pudieron retirar los clientes desde el muelle por no poder acceder a las instalaciones. Sí salieron los camiones de Cañamás y durante el martes se recuperó paulatinamente la normalidad.

En grandes empresas del sector señalaban que “parece que la fruta en cámara no se ha visto perjudicada por la actividad de los generadores con los que contamos. Y, en cuanto a retrasos, sí puede haber alguno derivado de la interrupción de la actividad ayer. Se acumulan hoy (martes 29) algunos pedidos de ayer a los que se dará salida a lo largo del día de hoy”.

Por su parte, en empresas como Reyes Gutiérrez señalan que “toda la fruta está en perfecto estado. Lo único es que tenemos algo de retraso con el tema del transporte, pero prevemos estar a pleno rendimiento próximamente”.

En las empresas asociadas a Proexport “se ha estado trabajando incluso de madrugada con el objetivo de volver cuanto antes a la normalidad y garantizar el suministro de frutas y verduras en los lineales españoles y europeos”.

Empresas tecnológicas como RAW Data comentaban que “nuestros clientes pudieron seguir trabajando gracias al modo sin cobertura de nuestra APP. Que permite geolocalizar operarios en parcelas, registrar la productividad en campo y controlar los kilos cosechados. Y todo se sincroniza automáticamente cuando vuelve la conexión”.

En empresas como Peris, continuó en parte la actividad gracias a que “la claridad natural nos permitió seguir trabajando. Nos volcamos entonces en tareas analógicas, como la tría de calabaza. ¡Ventajas de mantener vivos los procesos tradicionales!”, señalan en el blog de la empresa donde también destacan que en IV gama “Sin electricidad, tuvimos que parar de inmediato. Activamos el protocolo de evacuación, que se llevó a cabo con eficacia y coordinación ejemplar. Después, trasladamos todo el producto a las cámaras de conservación, que permanecieron cerradas para mantener el frío interno el mayor tiempo posible. ¡Y funcionó! Cuando recuperamos el suministro, la temperatura en las cámaras se mantenía entre los 6 y 8 °C, lo que permitió salvar toda la producción”.

De puertas hacia afuera

Varias compañías de transporte informaron a los importadores europeos de serias dificultades operativas que impedían garantizar tanto los plazos previstos de entrega como la integridad del servicio logístico. También advirtieron que, “dadas las circunstancias excepcionales”, no asumirían responsabilidades por posibles daños o deterioros en la mercancía derivados de esta situación de fuerza mayor. Desde el sector aseguraron que estaban trabajando para seguir la evolución del incidente y restablecer la normalidad lo antes posible, al tiempo que agradecían la comprensión mostrada por sus clientes.

Jean-Luc Angles, director general de Anecoop France (Perpignan): “Tenía previsto viajar el lunes por la tarde a Murcia, pero finalmente me quedé en Perpiñán porque el martes se presentaba un día complicado en los almacenes socios en España. De hecho, allí reina cierta confusión. El lunes hubo pedidos comprometidos que no se pudieron servir, lo que después ha generado una gestión muy complicada. No cumplir con lo previsto, evidentemente, crea tensión. Pero también explicas la situación, y al ser algo puntual y generalizado, se entiende”.

Angles señala que “hemos notado diferencias según las zonas. En Andalucía occidental, donde la luz volvió antes, los compromisos se han cumplido. Sin embargo, en las zonas más cercanas al Mediterráneo todo ha sido más complejo. Esta misma mañana (martes 29) seguíamos sin poder contactar con algunos almacenes; había empresas aún incomunicadas. Además del incumplimiento en las entregas de ayer, lo poco que salió va a llegar muy tarde. Incluso esa mercancía podría perderse por los retrasos. En un balance preliminar, calculo que perderemos en torno al 40% de la facturación de un día”.

Por su parte, Philippe Arroyo, CEO de Buonanno (Saint-Charles, Perpignan) explicaba que “estamos en un auténtico caos. Entre lo que ha salido, lo que no, los pedidos que se han podido cumplir y los que no, y sin poder contactar con algunos proveedores, la situación es muy complicada. Ayer (lunes 28) aún no éramos conscientes del alcance del problema, pero hoy es cuando realmente estamos viendo las consecuencias: no sabemos si la mercancía ha salido, si está confeccionada o no. Poco a poco van llegando camiones con productos que ni esperábamos ni teníamos notificados. Estamos gestionando el desorden como podemos”.

El día después

El martes, el esfuerzo por volver a la normalidad se topaba con realidades como que “las comunicaciones siguen fallando y hay problemas de acceso para parte del personal, porque muchos dependen de trenes y metro, servicios que aún siguen afectados”, como señalaban en Peris y como hemos podido constatar en diferentes puntos de toda España: “las empresas ubicadas en la zona de Almería no contaban con un suministro eléctrico restituido al 100%. La luz iba y venía, así como la conexión a Internet o telefónica”, apuntaban desde Proexport.

Los teléfonos aún no funcionan al 100% al cierre de esta edición el martes 29 y los transportes públicos van recuperando la frecuencia, pero aún no están totalmente operativos. Hay que sumar los problemas de tráfico por los servicios que no se pudieron prestar el lunes y por el incremento de vehículos particulares en el tránsito rodado ante esa inestabilidad de los medios colectivos.

Como ejemplo de mercado mayorista, Mercamadrid se encontraba operando con normalidad el martes “para garantizar el abastecimiento en la Comunidad”, según informaba la Delegación del Gobierno en sus redes sociales, añadiendo que la plataforma de distribución alimentaria “se encuentra funcionando desde primera hora”.

Muchas voces llaman a la responsabilidad de las autoridades ante situaciones excepcionales como la vivida el lunes 28 de abril en España, pero no son pocas las empresas que, como Peris, señalan la importancia de los protocolos ante emergencias mientras muestran una cierta frustración frente a la respuesta inicial de las instituciones: “Esta experiencia también pone sobre la mesa una realidad que las empresas conocemos bien: ante emergencias como esta, somos nosotros quienes debemos actuar con rapidez, proteger a nuestros equipos, salvaguardar el producto y asumir los costes derivados. Aunque entendemos que forman parte de nuestra responsabilidad, no deja de resultar frustrante comprobar que, en la mayoría de las ocasiones, veremos si también en ésta, debemos ser autosuficientes y salir adelante sin esperar demasiado (o incluso nada) a cambio”.