Eusebio León (Alcoaxarquía): “La agricultura debe caminar hacia cultivos respetuosos y de mínimo impacto»

Entrevista al Director técnico de Alcoaxarquía, Eusebio León

Eusebio León, director técnico de Alcoaxarquíaa. / ALCOAXARQUIA

Raquel Fuertes. Redacción. 

Alcoaxarquía decidió hace algo más de un año tomar parte en el proyecto CIMA, un proyecto de sostenibilidad en el que se testean las fincas (han implicado todas las fincas de tropicales ecológicos de la compañía) para conseguir reducir al mínimo la nutrición química y pensando en el microbioma. Sobre el resultado, explica Eusebio León, “hemos desarrollado un potencial de suelo y una estrategia nutricional mucho más completa” consiguiendo “resultados muy satisfactorios” tanto en aguacate como en mango. Y es que “todo redunda en la calidad del fruto”. Para Alcoaxarquía, la sostenibilidad no es pose: esta es su forma de trabajar.

Valencia Fruits. Alcoaxarquía participa en un proyecto de sostenibilidad denominado CIMA. ¿Qué es?

Eusebio León. El proyecto CIMA (Ciencia e Innovación en Medioambiente y Agricultura) es una iniciativa de Alltech Crop Science, una multinacional norteamericana especializada en microbiología. Entramos en un grupo de empresas muy seleccionadas de distintos ámbitos agrícolas, desde aceite de oliva y aceituna, hasta frutas, verduras, cítricos y, en nuestro caso, tropicales, además de bodegas de uva de vinificación.

VF. ¿En qué se concreta la participación de Alcoaxarquía en el proyecto CIMA?

EL. Trabajamos junto a Ideagro, el mayor laboratorio de España en microbiología, microbiota y microbioma. Vamos testeando las fincas para reducir al mínimo —en nuestro caso, a cero— el uso de nutrición química, porque todo lo cultivamos en ecológico. La base es aportar microorganismos vivos: bacterias, hongos y levaduras que aumentan la disponibilidad de nutrientes bloqueados en el suelo.

Por ejemplo, utilizamos bacterias solubilizadoras de fósforo, que ponen a disposición de la planta el fósforo presente en el suelo. Nosotros no aportamos nada de fósforo. En nuestra finca de Motril hemos pasado de tener carencias en hoja a niveles normales, con incrementos del 38% al 60% en algunos casos. Lo mismo ocurre con el nitrógeno, mediante bacterias fijadoras, y con el potasio, con bacterias solubilizadoras. 

Además, mejoramos la actividad microbiana del suelo con materia orgánica y otros productos que activan de forma natural el rizoma, donde vive la raíz.

VF. Una vez generada esa actividad biológica en el suelo, ¿qué cuidados requiere?

EL. Hay que evitar cualquier agresión a esos microorganismos vivos. No podemos aplicar agua con cloro ni fungicidas que destruyan la flora y fauna del suelo. Es fundamental proteger ese equilibrio.

VF. ¿Cómo se realiza el seguimiento?

EL. CIMA implica un control constante. Enviamos muestras a Ideagro, donde hacen test PCR de toda la actividad del suelo, tanto beneficiosa como patógena. Con esa analítica vamos ajustando la estrategia nutricional. Es un proyecto innovador, pionero, muy profesional y certificado, basado en datos, analítica y correcciones continuas.

VF. ¿Y cómo se comparte la información dentro del proyecto?

EL. A través de reuniones y eventos en los que intercambiamos conocimientos con las otras empresas participantes, aunque sean de sectores agrícolas distintos. Nos permite desarrollar toda la esencia del proyecto.

VF. ¿Qué resultados están viendo? ¿Es compatible la sostenibilidad con una buena producción?

EL. Totalmente. Los resultados son tangibles y muy visibles, tanto cuantitativa como cualitativamente. Por eso es tan interesante.

VF. Empezaron en Motril, pero ¿ya está implantado en toda la compañía?

EL. Sí. En el proyecto CIMA entramos con todas nuestras fincas de tropicales ecológicos: Motril, Málaga y Cádiz. Trabajamos con este proyecto tanto en aguacate como en mango.

VF. ¿Cuánto tiempo llevan y qué balance hacen del primer año?

EL. Entramos en el proyecto hace un año y estamos muy satisfechos. Hemos desarrollado un potencial de suelo y una estrategia nutricional mucho más completa. Antes nos faltaba el componente analítico de un laboratorio especializado como Ideagro, y ahora contamos con un seguimiento periódico con resultados casi en tiempo real.Este año ya hemos cosechado mango y estamos cosechando aguacate con este sistema. Los resultados son muy satisfactorios. En fincas jóvenes, donde las plantas aún no producen, también se está viendo una respuesta muy positiva a la reducción del aporte químico.

VF. ¿Cómo reacciona el retail y el consumidor ante productos cultivados con este sistema?

EL. Nuestros clientes de Eco y Bio valoran muchísimo que el proveedor esté en continua evolución, buscando nuevas técnicas regenerativas de suelo. Esto refuerza que su línea de productos no es ecológica “tradicional”, sino que se trabaja tanto el fruto como su entorno productivo. El suelo, la planta… todo redunda en una mayor calidad del fruto.

Hasta ahora, incluso en agricultura ecológica, no había tanto desarrollo en el interés por la actividad del suelo como ahora. Alcoaxarquía es la única empresa en España que está desarrollando un proyecto así en tropicales.

VF. ¿Qué expectativas tienen a medio plazo?

EL. Nosotros creemos en lo que hacemos. No somos productores orgánicos por un interés comercial, sino porque realmente lo sentimos así. Nuestro presidente, José Antonio Alconchel, defiende que la agricultura debe caminar hacia cultivos respetuosos y de mínimo impacto. No es una expectativa a corto o largo plazo: es nuestro estilo de trabajo. No es una impostura, es lo que somos.

VF. Para terminar, ¿qué otros aspectos del entorno quieren seguir estudiando?

EL. Además de la microbiología del suelo, queremos desarrollar un estudio de la fauna local: aves, herbívoros… Las fincas son muy bonitas y vale la pena profundizar en todo lo que forman parte de ellas.

Acceso a la entrevista en la página 8 del dossier Producción Sostenible en el ejemplar de Valencia Fruits. 

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