Los freseros preparan la nueva campaña marcada por la incertidumbre del agua

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A principios de septiembre se procederá a la instalación de los sistemas de riego y las estructuras metálicas y a la desinfección del suelo para llevar a cabo la plantación en octubre

Las labores están centradas en el alomado del terreno y las coberturas de plástico que se prevé terminen a principios de septiembre. / FEPEX

Efeagro.

Los agricultores de la fresa de Huelva, provincia que concentra en torno al 95 % de la producción nacional, están inmersos en los preparativos de los campos para el inicio de la nueva campaña agrícola que vendrá marcada por la incertidumbre de contar con el agua suficiente para su desarrollo.

En declaraciones a EFE, el secretario general de UPA Huelva, Manuel Piedra, ha señalado que las labores están centradas en el alomado del terreno y las coberturas de plástico que se prevé terminen a principios de septiembre, momento a partir del cual se procederá a la instalación de los sistemas de riego y las estructuras metálicas y a la desinfección del suelo para llevar a cabo la plantación en la primera semana de octubre.

De esta forma, todo se está desarrollando como en años anteriores y las previsiones son que la campaña arranque con el 100 % de la superficie estimada plantada -entorno a unas 6.000 hectáreas- y con el agua necesaria para su riego.

“En las reuniones que se han tenido con la Junta de Andalucía el sector ha trasladado la importancia de que la campaña empiece con normalidad, es decir, poniendo en producción el 100 % de las hectáreas prevista y así se va a hacer”

“En las reuniones que se han tenido con la Junta de Andalucía el sector ha trasladado la importancia de que la campaña empiece con normalidad, es decir, poniendo en producción el 100 % de las hectáreas prevista y así se va a hacer”, ha indicado.

Para ello, se cuenta con las dotaciones aprobadas por la administración competente, si bien desde el sector son conscientes de que “estamos en un período de sequía grave” y tienen puestas “todas sus expectativas” en que empiece a llover en otoño de forma que “se pueda completar la campaña con normalidad”, ha señalado.

“Esa es la pretensión, la de los agricultores y la administración, si bien si no se da ese periodo de lluvia la Administración competente tendrá que tomar medidas acorde a las necesidades de la sequía, de ahí que haya mucha incertidumbre, porque el desarrollo normal de la campaña dependerá de si se producen o no esas precipitaciones”, ha explicado Piedra.

Y ello, porque las infraestructuras que se están poniendo en marcha, algunas de ellas con carácter urgente como el bombeo del Bocachanza, “aún no están al 100 % ni cumbre todas las necesidades” y otras, “son a largo plazo, como el túnel San Silvestre, cuya construcción tardará dos años; la presa de Alcolea que todavía no sabemos y se va a terminar la ejecución, o el canal de Trigueros”.

Por tanto, “si no tenemos lluvia habría que acelerar esas infraestructuras porque sin ellas nunca vamos a poder terminar una campaña con tranquilidad”.

Pese a esa incertidumbre, ha remarcado Piedra, el sector “no abandona” y afronta una campaña con la puesta en producción de toda su superficie debido a la necesidad de “mantener la cuota de mercado al 100 %; la infraestructuras de las agricultores, porque sería inviable si se reduce la producción; y la mano de obra que genera esta agricultura tanto en finca a pie de campo, como en industria”.

Por ello, y pese a la preocupación que genera el hecho de que puede que esas lluvias tan necesarias para mantener el equilibrio hídrico para el cultivo no llegue, desde el sector se trabaja y se sembrará con normalidad de cara a una nueva campaña.