Esta tendencia descendente se ha convertido en una constante en los hogares desde el año 2008
Valencia Fruits. Redacción.
El Informe de Consumo Alimentario en España de 2022, presentado la semana pasada por el ministro de Agricultura, Luis Planas, confirma la fuerte caída del consumo de frutas y hortalizas en los hogares españoles. Concretamente, y según una información difundida por Fepex, el consumo de frutas frescas cayó un 12,2% en 2022, el de hortalizas un 13,4% y el de patatas un 9,7%. El consumo desciende también respecto a 2019, antes de la pandemia, y es una constante desde 2008.
Los hogares españoles redujeron un 12,2% el volumen comprado de fruta fresca con respecto al año anterior, totalizando 3.731 millones de kilos. En valor, la tendencia es de estabilidad con una ligera variación negativa del 0,2% de la facturación, situándose en 7.242 millones de euros. Con respecto a 2019, el consumo de frutas frescas también se redujo un 11%. El consumo per cápita de fruta fresca se situó en 2022 en 80,6 kilos por persona y año, un 12% menos que en 2021 y un 11,3% menos respecto a 2019.
El consumo de hortalizas frescas también cayó en 2022 un 13,4%, situándose en 2.322 millones de kilos. El valor de la categoría también se situó en negativo, con un 4,9% menos, totalizando 4.945 millones de euros. Con respecto a 2019, la demanda de hortalizas en los hogares ha bajado un 11,6%. El consumo per cápita se situó en 50,2 kilos por persona y año, un 13,3% menos que en 2021 y un 11,8% menos respecto a 2019.
En cuanto a la patata, incluida la patata fresca, congelada y procesada, el volumen consumido en los hogares en 2022 mostró una contracción del 9,7% respecto a 2021, totalizando 1.222 millones de kilos. En valor la tendencia es la opuesta, creció un 1,6% sumando 1.333 millones de euros. Respecto a 2019, el consumo de patata en los hogares retrocedió un 4,1%. El consumo per cápita de patata en 2022 se situó en 26,4 kilos por persona y año, un 9,6% menos que en 2021 y un 4,3% menos que en 2019.
Considerando, exclusivamente la patata fresca, que representa la mayor proporción de los kilos comprados en el hogar en esta categoría (el 69,4% del volumen) el consumo en los hogares se redujo el pasado año un 10,7%.
Para Fepex, los datos de consumo de frutas en los hogares de 2022 muestran que la apuesta por la demanda de frutas y hortalizas frescas que se hizo en los hogares durante los confinamientos de 2020, a consecuencia de la covid, no se ha mantenido en el tiempo, volviendo a la tendencia decreciente o de estancamiento de la demanda de la mayoría de las frutas y hortalizas de los años anteriores a la pandemia. El incremento del precio medio del último año tampoco explica completamente el retroceso, que se lleva produciendo al menos desde 2018, según el Informe de Consumo Alimentario de España en 2022.
Salvando la excepcionalidad de 2020, donde la situación de pandemia impulsó la demanda de fruta fresca, desde 2008 la tendencia para la categoría de frutas en España es decreciente para la mayoría de los productos. En particular, midiendo el impacto a medio plazo (desde el año 2013), este mercado tiene una contracción del 20,9% del volumen de compras, según recoge el informe.
Lo mismo ocurre con las hortalizas frescas. Según detalla el informe, la compra de hortalizas frescas por parte de los hogares españoles a cierre de 2022 se reduce, no solo si lo comparamos con el año anterior, sino que es un 19,7% más baja que con respecto al año 2013. Si alargamos el comparativo al año 2008, el mercado hortícola pierde el 16,7% de las compras.
Este descenso sostenido del consumo de frutas y hortalizas frescas en el tiempo choca, según señala Fepex, con el consenso existente en el ámbito científico, sanitario e institucional sobre las bondades del consumo de frutas y hortalizas frescas para la salud, y requiere un análisis exhaustivo de esta situación.
Además de las frutas y hortalizas frescas, en el caso de los frutos secos, el consumo en los hogares en 2022 también cayó un 9% respecto a 2021, totalizando 149 millones de kilos y el valor ha retrocedió un 4%, totalizando 1.210 millones de euros. El consumo per cápita en 2022 ascendió a 3,2 kilos por persona y año, un 9% menos que en 2021.