La fuerza laboral empleada en la agricultura mundial en recesión

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Según la FAO, desde el año 2000 la fuerza laboral empleada en la agricultura ha disminuído

La producción mundial de cultivos primarios alcanzó los 9.600 millones de toneladas en 2022, un aumento del 56 por ciento en comparación con 2000. / VF

Efeagro.

La fuerza laboral empleada en la agricultura en todo el mundo disminuyó desde el año 2000, pese a que el valor agrícola aumentó mucho en términos reales, aseguró la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“El valor agrícola mundial aumentó un 89 por ciento en términos reales en las últimas dos décadas, alcanzando los 3.800 millones de dólares en 2022”, concretó la FAO en el Anuario Estadístico de 2024 que presentó este lunes.

Este crecimiento se contrapuso a “la proporción de fuerza laboral mundial empleada en la agricultura”, que “disminuyó del 40% en 2000 al 26% en 2022”, señala el informe de este organismo.

En este período, la producción de alimentos fue aumentando, aunque la FAO asegura que “el hambre sigue siendo un problema persistente”, y en 2023 hubo entre 713 y 757 millones de personas desnutridas.

“Considerando la cifra media (733 millones de personas), esto es entorno a 152 millones de personas más que en 2019”, añadió la FAO.

Según detalló, “la mayor parte personas desnutridas viven en Asia, aunque la prevalencia de la desnutrición es más alta en África”.

Asimismo, “la producción mundial de cultivos primarios alcanzó los 9.600 millones de toneladas en 2022, un aumento del 56 por ciento en comparación con 2000”.

Entre estos, “los cultivos básicos como la caña de azúcar, el maíz, el trigo y el arroz representan juntos casi la mitad de la producción agrícola mundial”, según las estadísticas.

Por otro lado, entre 2000 y 2022, “la producción de carne aumentó un 55%, y el pollo representó la mayor parte de este aumento”.

En 2022, “se produjeron 361 millones de toneladas de carne a nivel mundial, y el pollo superó el cerdo como la carne más producida”.

En las dos últimas décadas también aumentó el uso de plaguicidas hasta un 70%, y la mitad de su utilización se produjo en América.

A su vez, los fertilizantes inorgánicos usados para la agricultura aumentaron en este período: en 2022 alcanzaron los 185 millones de toneladas de nutrientes, 58% de ellos nitrógeno, “lo que representa un aumento del 37% en relación al año 2000”.

También crecieron las emisiones de gases de efecto invernadero de los sistemas agroalimentarios, que incrementaron un 10% entre 2000 y 2022, según la FAO.