Se evalúan los efectos en los frutales en una campaña en la que se espera una buena cosecha con unas 600.000 toneladas

El granizo de gran tamaño ocasionó daños en los cultivos de amplias zonas de Aragón. / JO
Javier Ortega. Aragón.
Las tormentas de lluvia, viento racheado y granizo de gran tamaño caídas el pasado fin de semana ocasionaron importantes daños en amplias zonas de cultivos de Aragón principalmente en las provincias de Teruel y Zaragoza.
Se vieron afectadas las comarcas del Jiloca, Matarraña, los Monegros, el Campo de Daroca, el Bajo Aragón y el Campo de Belchite.
Además de viviendas, infraestructuras y vehículos, el granizo dañó los cultivos de cereal de invierno, causando pérdidas en miles de hectáreas de cebada. También ha afectado a los frutales, dañando los árboles más jóvenes, principalmente olivos, almendros, cerezas, melocotoneros y los primeros brotes del viñedo.
Ahora toca evaluar los efectos de la tormenta y los daños dependerán del tipo de cultivo y de su estado. En el caso de la fruta, se está a la espera de ver cómo evoluciona hasta el momento de la recogida, que esta campaña llega con al menos una semana de retraso.
La disponibilidad de agua para el riego augura una buena cosecha de fruta en Aragón tras años de sequía y se espera una producción de alrededor de 600.000 toneladas. Ya han comenzado las contrataciones para una campaña que empleará a cerca de 25.000 trabajadores.
En un comunicado, la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Araga) ha lamentado los daños causados por el granizo caído en las comarcas de Belchite, Jiloca y los Monegros. Añade que “la preocupación entre los agricultores es importante”. “El nivel de afección dependerá mucho del cultivo y del estado en que se encuentra, hay que ver la evolución, pero hay campos con el 50 o el 60% afectado”.
En la comarca de los Monegros, en Farlete y Monegrillo, las hectáreas afectadas calculan que puedan estar entre las 3.000-4.000.
En el término municipal de Azuara, en el Campo de Belchite, se estima que “unas 10.000 hectáreas se han visto afectadas” y “la cosecha de cebada va a sufrir graves consecuencias por el granizo”.
Araga analiza las diferentes opciones existentes “para apoyar a los principales afectados de la piedra y prever cuáles son las acciones a emprender a largo plazo para proteger campos de las inclemencias meteorológicas”.
En un primer cálculo, UPA Aragón dijo que las tormentas del sábado habían afectado a una superficie de cultivo de unas 15.000 hectáreas de las 178.000 dedicadas al cereal de invierno en la provincia de Teruel, de las que entre 8.000 y 10.000 habían sufrido daños de entre el 25% y el 70%.
El presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, indicó que “no se había visto nunca una granizada como esta en mayo, que ha dejado el campo raso”. “En pueblos como Cuencabuena, Ferreruela, Lagueruela, Cucalón, Bea, Burbáguena, Santa Eulalia y Luco, prácticamente ha barrido el 100 % de la cosecha”, precisó.
Asimismo, la fuerte granizada afectó a gran parte de la comarca turolense del Matarraña. En las localidades de Valderrobres, Cretas, Lledó, Fuentespalda, La Portellada, Fornóles, Valdeltormo o Ráfales se registraron daños en campos, lunas de coches, tejados, almacenes e infraestructuras.
El secretario general de UAGA, José María Alcubierre, indicó que “algunos cultivos han quedado como trillados”. Por eso, independientemente de los daños, dicha organización agraria reclama que la cobertura con Agroseguro cubra todas las pérdidas que se denuncien, garantizando el buen uso de una entidad que debe “volver a su misión inicial” de cubrir las pérdidas por las adversidades climáticas. “No puede ser sólo un negocio para las compañías privadas”, según Alcubierre.
Los cultivos están en sus fases iniciales y todavía quedan muchos meses expuestos a las inclemencias. Estas tormentas de mayo “han venido antes de lo esperado, así que habrá que estar atentos al desarrollo de una campaña que había comenzado con buenas expectativas”.
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