La huella hídrica de un kilo de tomates es mil veces menor a la de un alimento procesado

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Un estudio de la UAL presentado en Fruit Logistica explica que el uso del agua que se requiere para cultivar un kilo de tomates es menor que el que se necesita para alimentos procesados 

El 70 por ciento de los invernaderos utiliza toda el agua de la lluvia que cae sobre los mismos. / Archivo

Efeagro. 

Un estudio de la Universidad de Almería (UAL) indica que la huella hídrica de un kilo de tomates es mil veces menor a la de un alimento procesado, según ha destacado en la feria Fruit Logistica de Berlín el consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco.

“En la pasada edición de Fruit Attraction hablábamos de cómo la Junta podía aportar valor añadido a un producto que ya de por sí tiene mucho, explicándole al mundo entero y con datos científicos que la huella hídrica, el uso del agua que se requiere para cultivar las hortalizas de invernadero, era el mínimo posible”, ha dicho en declaraciones a los medios.

Así, ha resaltado los datos del estudio de la UAL y ha añadido que “un kilo de tomates está mil veces más sabroso y es mil veces más sano”.

“Datos como éste son los que quiere aportar la Junta al sector, ponerlos al servicio de las empresas, agricultores, comercializadoras para que ganen en credibilidad, rotundidad, en rentabilidad, y de esa manera garanticemos el futuro de un sector que hasta ahora nos ha dado muchas alegrías”, ha recalcado.

En esta línea, ha apuntado que el 70 por ciento de los invernaderos utiliza toda el agua de la lluvia que cae sobre los mismos, entre otros datos que “hablan de la sostenibilidad de un modelo agrícola, la agricultura intensiva bajo plástico, que optimiza los escasos recursos naturales, el escaso suelo del que se dispone, para ganar en productividad y seguir dando alegría al conjunto de Andalucía”.

Este estudio, ha abundado, está incluido en el I Plan Estratégico de Frutas y Hortalizas en Andalucía. Horizonte 2030.

“Queremos que nuestros invernaderos sean más sostenibles aún si cabe y este estudio supone una herramienta más de apoyo al sector hortofrutícola para mantener ese liderazgo que también en sostenibilidad ostentan en los mercados”, ha explicado el consejero, que ha puesto en valor la excelencia y modelo de producción andaluz, sostenible y rentable.

Plan Estratégico para frutas y hortalizas de invernadero

El I Plan Estratégico para las frutas y hortalizas de invernadero tiene como objetivo ayudar al sector a mantener su posición de liderazgo en los mercados nacionales e internacionales, identificando y poniendo a su servicio todos los instrumentos disponibles. Este primer plan cuenta con un presupuesto de 441 millones de euros para ir desarrollando acciones destinadas a mejorar el sector.

El estudio se ha centrado en los ocho cultivos hortícolas de invernadero más significativos de la provincia de Almería como son el pimiento, la sandía, el tomate, el calabacín, el pepino, el melón, la berenjena y la judía verde.

No obstante, debido a que existen muchas variedades comerciales y ciclos de cultivo ha sido necesario extender el alcance de este estudio a 18 casos que agrupan estas variedades.

Además, de este estudio también se desprende que las huellas hídricas obtenidas para los cultivos hortícolas de invernadero de la provincia almeriense son menores que las de otros alimentos de origen animal, vegetal o procesados y menores que las huellas hídricas de la producción de las hortalizas cultivadas al aire libre.

Sobre la citada estrategia, Fernández-Pacheco ha sostenido que tiene que “servir como hoja de ruta para que este sector eminentemente exportador, que supone un incentivo fundamental para la balanza comercial de Andalucía, siguiera ganando en competitividad”.