Entrevista al presidente de Apoexpa, Joaquín Gómez

Joaquín Gómez confirma que las previsiones apuntan a un aumento de cosecha respecto al año pasado. / RAQUEL FUERTES
Nerea Rodriguez. Redacción.
Con la campaña 2025 recién iniciada en la Región de Murcia, Joaquín Gómez, presidente de Apoexpa, analiza para Valencia Fruits las claves de una temporada que arranca con una excelente calidad y una previsión de producción superior a la del año anterior. En un escenario marcado por la consolidación de la uva sin semilla, el crecimiento del consumo y la apertura de nuevos mercados, Gómez repasa el posicionamiento de la uva murciana y anticipa la importancia del International Table Grapes Symposium, que convertirá a Murcia en epicentro mundial del sector en 2026.
Valencia Fruits. La campaña 2025 de uva de mesa ya ha comenzado con las primeras uvas murcianas. Desde la Región de Murcia, principal zona productora nacional, ¿qué previsiones iniciales manejan en cuanto a volumen, calidad y ritmo de recolección?
Joaquín Gómez. Este año la campaña lleva, como mínimo, un retraso de unos diez días. Las altas temperaturas han provocado que la uva no madure en los tiempos habituales. No obstante, ya estamos entrando en ritmo: comienzan a recogerse cantidades importantes, y estimo que la próxima semana —la semana 30— alcanzaremos un nivel normal de recolección, tanto en variedades blancas como rojas y negras.
En cuanto a la calidad, este año es francamente buena. En la uva de mesa dependemos mucho del clima y, aunque lo que hoy afirmamos puede cambiar en quince días si se presentan lluvias, por ahora los pronósticos apuntan a tiempo seco, lo cual nos favorece enormemente.
Respecto al volumen, prevemos una cosecha superior a la del año pasado, posiblemente en torno a un 10% más. En 2024 fue una campaña bastante normalita, y este año estimamos una producción de unas 250.000 toneladas solo en la Región de Murcia.
“Egipto nos da más de un dolor de cabeza al inicio de campaña”
VF. ¿Cuáles serán los factores que marcarán la diferencia en la presente campaña?
JG. A partir de agosto contaremos con volúmenes muy importantes de uva en el mercado, pero sin la fuerte competencia de Egipto, lo que despeja significativamente nuestro panorama. Además, el consumo mundial de uva viene creciendo de manera notable: todas las fuentes especializadas confirman esta tendencia. Esto nos permitirá mantener precios en línea con los de 2024 —que no fueron malos— o incluso superiores.
VF. ¿Qué podemos decir del estado de las plantaciones tras el invierno y la primavera? ¿Cómo ha sido la climatología durante la fase de cultivo?
JG. La climatología, en general, ha sido favorable este año para el cuaje y el desarrollo de la uva de mesa. Gracias a ello, ya en las primeras variedades estamos observando una calidad superior a la del año pasado. Si se mantiene el tiempo seco, podremos conservar ese nivel de calidad durante toda la campaña.
Y aunque pudiera darse algún episodio puntual de mal tiempo, no sería un gran problema: la mayoría de los parrales están protegidos frente al granizo y la lluvia. En estas condiciones, estimamos que la campaña nacional se alargará hasta finales de noviembre, con volúmenes significativos durante todo ese periodo.
VF. Murcia ha sido pionera en la apuesta por las uvas sin semilla. ¿Cómo ha cambiado el mercado con esta evolución?
JG. La irrupción de la uva sin semilla ha contribuido de forma decisiva al incremento del consumo en los últimos años. Su principal ventaja es la facilidad de consumo, algo que conecta con todos los segmentos sociales: niños, personas mayores, cualquier perfil. Es muy sencillo llevarse un racimo pequeño o mediano al trabajo, dárselo a un niño o simplemente disfrutarlo en cualquier momento. Es, por así decirlo, “la IV gama natural”.
Además, hoy disponemos de una gran diversidad de sabores y colores, lo que permite adaptarse a los distintos gustos del consumidor. Todo esto ha hecho que la uva sin semilla se haya consolidado como un producto con identidad propia y con una demanda muy sólida.
VF. ¿Hasta qué punto se ha consolidado en Europa el consumo de estas variedades frente a las tradicionales?
JG. Hablar de uva con o sin semilla empieza a tener cada vez menos sentido. Hoy por hoy, las uvas con semilla se consumen, principalmente, cuando no hay disponibilidad de las otras. Eso ya es un indicio claro de que la categoría dominante es, sin duda, la uva sin semilla.
VF. ¿Cómo están evolucionando otros países como Italia, que es el principal productor en Europa?
JG. Italia ha entrado en los últimos tres años en una dinámica muy rápida de transformación, sustituyendo variedades tradicionales por uvas sin semilla. Aun así, siguen manteniendo la variedad Italia como una referencia clave en su oferta.
Sigue siendo la gran potencia europea en producción de uva, y está avanzando con paso firme en su reconversión hacia el modelo de uva sin semilla.
“Si tuviéramos en Francia el mismo consumo que en Alemania o Inglaterra, el margen de crecimiento sería enorme”
VF. ¿Qué posicionamiento tiene hoy la uva murciana en los mercados europeos? ¿Hay margen para seguir creciendo?
JG. Sí, todavía hay margen para crecer. Por un lado, el consumo sigue aumentando a nivel general; y por otro, hay mercados europeos donde la penetración de la uva sin semilla aún no es tan alta. Un ejemplo claro es Francia: si alcanzáramos allí niveles de consumo similares a los de Alemania o Reino Unido, el potencial de crecimiento sería considerable.
Además, países del este de Europa, como Polonia, están incrementando su consumo de uva sin pepita. Son mercados que hasta hace poco eran incipientes, pero que ahora empiezan a consolidarse como destinos importantes para nuestras uvas de mesa sin semilla.
VF. En cuanto a la situación productiva en Europa, el crecimiento está limitado por el agua y la mano de obra. ¿Esta tendencia se mantiene?
JG. España e Italia siguen siendo los dos grandes referentes en la producción de uva de mesa. Desconozco en detalle la situación concreta en Italia, pero imagino que será muy similar a la nuestra. Ahora mismo, el principal factor limitante es, sin duda, la mano de obra: condiciona todos los aspectos del proceso productivo.
Esto hace que sea difícil plantear un aumento de la producción en países como España, Portugal, Italia o Grecia, precisamente por esa escasez de personal. A ello se suma el tema del agua, especialmente crítico en zonas como Murcia. Aun así, hemos demostrado ser resilientes y nos esforzamos por adaptarnos a este contexto.
Son dos retos que arrastramos desde hace ya algunos años, pero las empresas están sabiendo ajustarse, superando obstáculos y manteniendo tanto la calidad como la regularidad en la producción.
VF. Egipto se ha convertido en un duro competidor para la oferta española. ¿Qué informaciones llegan desde el país africano?
JG. Egipto nos afecta sobre todo al inicio de la campaña nacional. Ellos ya están terminando cuando nosotros apenas comenzamos a coger ritmo, pero es cierto que desde mediados de junio y durante buena parte de julio su presencia en los mercados es cada vez mayor.
Están también inmersos en un proceso de reconversión hacia variedades sin pepita, y cuentan con un producto de buena calidad. Sin embargo, su principal limitación es el calor. Mientras que aquí una ola de calor puede perjudicar, allí los efectos son mucho más severos: no es lo mismo trabajar con 42 grados que con 50. Eso condiciona su producción, especialmente a partir de estas fechas, y nos da cierto respiro. Aun así, no cabe duda de que al inicio de campaña Egipto nos provoca más de un dolor de cabeza.
VF. ¿Qué papel juegan otros competidores como Turquía, Grecia o Sudáfrica en la actual coyuntura de mercado?
JG. Turquía y Grecia, por ahora, no han entrado de forma intensiva en la dinámica de renovación varietal. Además, su cercanía geográfica con los países del Este, Oriente Medio o el Golfo les permite enfocarse en esos mercados, mientras que la Europa occidental —que es la zona con mayor poder adquisitivo— les queda algo más alejada. Por tanto, de momento no representan una gran amenaza para nosotros, aunque conviene no perderlos de vista.
En cuanto a Sudáfrica, su producción es de contraestación, por lo que ahora mismo no compite con nosotros, sino que se convierte en un país cliente. De hecho, algunas de nuestras empresas están comenzando a enviar uva a Sudáfrica. Lo mismo ocurre con otros países del hemisferio sur como Chile o Perú: lejos de ser competencia directa, complementan nuestra campaña y nos ayudan a mantener continuidad en el mercado.
VF. ¿Se ha podido avanzar en la apertura de mercados lejanos como Canadá o Estados Unidos? ¿Qué estrategia están siguiendo para evitar la sobrepresión del mercado europeo?
JG. La gran incógnita este año es Canadá. Todo dependerá de su relación comercial con Estados Unidos. Nadie tiene claro qué va a pasar, especialmente con los anuncios de nuevos aranceles por parte de Trump, que luego se aplazan o quedan en el aire.
Lo que sí está claro es que, si finalmente esas medidas se materializan, se abre una ventana de oportunidad muy interesante para España en el mercado canadiense, que es un gran consumidor de uva de mesa. Hay mucho interés por parte de Canadá, aunque condicionado a que su proveedor habitual tenga problemas.
En cualquier caso, las empresas españolas ya se están posicionando estratégicamente, y a medida que avance la campaña —especialmente a finales de agosto— iremos viendo cómo evoluciona esa posibilidad.
“Tenemos muchísima ilusión en la próxima edición del International Table Grapes Symposium”
VF. Murcia acogerá en 2026 el próximo International Table Grapes Symposium. ¿Qué representa para el sector murciano este evento? ¿Qué oportunidades abre en términos de visibilidad, transferencia de conocimiento y posicionamiento internacional?
JG. Tenemos muchísima ilusión puesta en la próxima edición del International Table Grapes Symposium. Las expectativas son cada vez más prometedoras, y estamos viendo una gran acogida desde regiones productoras clave como Sudamérica, Sudáfrica o Australia. Creemos que será un evento de referencia para los cinco continentes productores de uva.
Incluso China, gran productor mundial —aunque todavía no presente en el mercado europeo—, ha mostrado un alto interés en participar, lo que refuerza el carácter verdaderamente global del encuentro.
Esperamos que este congreso sirva para proyectar a la Región de Murcia como la gran referencia europea en uva sin semilla. Además, puede ser una oportunidad única para avanzar en temas fundamentales como la armonización en el uso de fitosanitarios, la apertura de nuevos mercados, las futuras líneas de investigación e innovación… En definitiva, un foro internacional que impulse el desarrollo productivo y comercial de la uva sin pepita a nivel mundial.
Acceso a la entrevista en las páginas 2-3 del dossier de Uva en el ejemplar de Valencia Fruits.
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