José Barres: “Nuestro sello representa tradición, saber hacer, calidad y seguridad alimentaria”

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Entrevista al presidente de la IGP Cítricos Valencianos

José Barres destaca que el peso de una marca como IGP Cítricos Valencianos no se mide en toneladas, ni en superficie, sino que “se mide en valor”. / Raquel Fuertes.

Nerea Rodríguez. Redacción. 

Tradición, experiencia, calidad y seguridad. Esto es lo que nos ofrecen los cítricos certificados con el sello de la IGP Cítricos Valencianos, en palabras de su presidente, José Barres. Es un distintivo que “da fe de una forma de entender la citricultura”. El citricultor valenciano tiene en este sello el reconocimiento a un trabajo bien hecho. La certeza de que un equipo de profesionales van a ayudarle y a velar para que sus producciones sean reconocidas como tal.

Valencia Fruits. ¿Cuál es el peso o la representación del sello de calidad IGP Cítricos Valencianos en la citricultura valenciana en 2022?

José Barres. El peso de una marca como IGP Cítricos Valencianos no se mide en toneladas, ni en superficie. Se mide en valor. Y eso es lo realmente importante. El sello IGP Cítricos Valencianos representa la tradición, el saber hacer, la calidad, la seguridad alimentaria. Ese es su peso real en el conjunto del sector citrícola. Un distintivo que da fe de una forma de entender la citricultura. En los últimos años, de manera progresiva, lentamente, pero con firmeza, se han ido sumando más operadores y agricultores que han entendido esto.

VF. ¿Qué supone actualmente para un citricultor valenciano certificar sus producciones bajo este sello?

JB. El citricultor valenciano tiene en este sello el reconocimiento a un trabajo bien hecho. La certeza de que un equipo de profesionales van a ayudarle y a velar para que sus producciones sean reconocidas como tal. Y para ello, hay un trabajo en equipo. No está solo. Vamos todos de la mano para que el prestigio de las naranjas (cítricos) valencianas, que lo tienen, sea reconocido y pagado.

VF. ¿Qué garantiza este sello al productor por una parte y al consumidor por otra?

JB. Al productor, es una garantía, certifica que el producto está en óptimas condiciones. Al consumidor, es la única referencia que le dice: usted está comprando unos cítricos producidos en la Comunidad Valenciana. Y, eso, significa que tienen un sabor que solo lo da las condiciones climatológicas de estas tierras. Que han sido cultivadas, con el mismo mimo desde hace dos siglos. Se pueden comprar cítricos de muchas partes. Pero el sabor y la calidad de los producidos aquí no lo tiene nadie. Por algo, la tradición se ha mantenido a lo largo de los años.  

VF. ¿Cuál es el poder de atracción de este sello en España y Europa?

JB. Este sello necesita de mayor proyección. No consiste en crear un sello y sacarlo al mercado. Eso no basta. Llevamos muchos años trabajando, peleando, para hacernos un hueco en los mercados nacionales e internacionales, con unos recursos muy limitados. Hemos conseguido mucho. La marca IGP Cítricos Valencianos es reconocida y demandada. Pero he de confesar que con más presupuesto podríamos hacer el doble. Y el sector lo necesita.

“La marca IGP Cítricos Valencianos es reconocida y demandada. Pero he de confesar que con más presupuesto podríamos hacer el doble. Y el sector lo necesita”

VF. Hablando de la cosecha 2022-2023 de cítricos en España en general y en la Comunitat Valenciana, ¿qué análisis realiza la IGP? 

JB. Se ha publicado recientemente en medios oficiales que la merma de este año podría estar en una media del 10 al 15%. Con lo que vamos comprobando en campo, dicha merma será mayor, lo que ha incrementado la demanda tanto en mandarinas como en naranjas. En principio, esto es una ventaja porque debe traducirse en un incremento de precios en campo. Pero dada la baja producción, para poder cubrir el aumento de costes de producción que ha sufrido el agricultor y generar unos beneficios aceptables, los precios deberían aumentar bastante más de lo que se ofrece en este inicio de campaña.

VF. ¿Cómo ha transcurrido la fase de cultivo teniendo en cuenta la primavera y el verano que hemos tenido?

JB. Ha sido un año muy complicado climatológicamente. Los árboles tuvieron una brotación y una floración muy temprana porque se dieron condiciones favorables, pero los vientos fríos en primavera quemaron parte de la floración.

Además, también hemos tenido días de altas temperaturas al final de primavera e inicio del verano que no han beneficiado el cuajado. Y por último, las temperaturas extremas de este verano han influido directamente en un aumento de frutos con menor calibre. A pesar de todo, los cítricos de esta campaña tienen un sabor formidable aún viniendo con retraso la coloración.

VF. ¿Hay programa de promoción de la IGP para esta campaña? ¿En qué va a consistir? 

JB. La IGP Cítricos Valencianos centra su promoción, en gran parte, en dirigirla al propio sector y que los agricultores, los operadores, y sobre todo la gran distribución, conozcan que tenemos una figura de calidad que distingue las cualidades y el origen de la Comunidad Valenciana de nuestros cítricos. Llegar al consumidor es más complicado, y sobre todo, es mucho más caro, pero este año estamos preparando acciones para que los consumidores puedan distinguir nuestro distintivo en su punto de venta.

VF. ¿Será otra campaña complicada o veremos algo de luz?

JB. Las campañas siempre son complicadas. Hay factores exógenos que se escapan a nuestra capacidad de adaptación. Además, influyen un montón de circunstancias que siempre añaden dificultad. Pero estamos acostumbrados. Realmente, producimos en fábricas sin techo. Y nuestros productos dependen del frío, el calor, la lluvia, etc. Además, los vaivenes del mercado, de los precios añaden más presión. Aún así, encaramos cada campaña con mucha ilusión. Nuestros agricultores y operadores lo merecen.

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