Entrevista al director general de Agrofresh Fruit Protection, Julián Herráiz
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Julián Herráiz señala que cada vez les surgen más retos porque hay una dinámica muy ágil, muy rápida en el mercado. / RAQUEL FUERTES
Raquel Fuertes. Redacción.
En esta entrevista Julián Herráiz, director general de Agrofresh Fruit Protection, va más allá del análisis de la presente campaña o de las necesidades de innovación en las soluciones postcosecha para dar respuesta a un mercado que demanda soluciones rápidas y eficaces. Desde su conocimiento del sector proporciona una visión de cómo está evolucionando y cómo se dibuja el futuro a partir de la premisa de que la calidad siempre ha de ser el valor diferencial de los cítricos españoles.
Valencia Fruits. ¿Cómo han visto el desarrollo de la primera parte de campaña citrícola desde AgroFresh?
Julián Herráiz. Lo cierto es que no hay ninguna campaña “normal” ni parecida a la otra. Tener una visión global de campaña en realidad es muy complicado porque depende mucho de qué tipo de operador, qué tipo de mercado, qué tipo de producto estés trabajando… Lo que sí advertimos es que cada vez nos surgen más retos porque hay una dinámica muy ágil, muy rápida en el mercado y los operadores que son nuestros clientes tienen que ofrecer soluciones en tiempo récord.
Esto es lo que vivimos también desde AgroFresh para dar servicio a nuestros clientes. Tenemos que adaptar las soluciones a los diferentes retos que van surgiendo de una forma muy rápida. Hemos de ser muy veloces y atender ciertas urgencias en determinados momentos. Esta agilidad implica que tienes que estar muy preparado, muy conectado con el mercado y siempre alerta para dar soluciones eficaces en un tiempo récord. Eso es, en definitiva, lo que te hace ser competitivo y entregar un producto de calidad.
VF. ¿Cómo ha afectado el parón provocado por la dana en el desarrollo de la campaña?
JH. La catástrofe, como todos sabemos, tuvo unas enormes repercusiones y también alcanzó a la producción de cítricos. La dana provocó muchas dificultades logísticas que se sumaron a lo que vivimos en Valencia en cuanto a afectación directa de una zona productora.
Esas limitaciones logísticas fueron tremendas y hubo que reaccionar. Ahí se vio la fortaleza del sector agroalimentario, en general, y del sector citrícola, en particular. Es un sector con una resiliencia muy bien entrenada.
Son capaces de sobreponerse a cualquier circunstancia, cualquier fenómeno y entregar el producto en el tiempo y de la forma que demanda el mercado. Y eso se volvió a demostrar. La capacidad de este sector es encomiable en cuanto a su nivel de servicio y su capacidad de reacción.
Quizás no hacemos hincapié y lo normalizamos, pero la cadena de valor de este sector ha demostrado en muchas ocasiones la gran capacidad de respuesta y de compromiso con el mercado y con los clientes finales. Hay que quitarse el sombrero y ponerlo en valor.
VF. ¿Cómo se puede coordinar la oferta española con la de países terceros para que el mercado se organice y no se vean afectados los precios de productos españoles?
JH. Es muy complejo lo que plantea. Hay muchos operadores, muchos intereses y una oferta mucho más amplia que la demanda. Esto hace que sea difícil estructurar la oferta. Pero es algo que el mercado nos va a enseñar a hacer y que vamos a tener que hacer sí o sí. Calidad y puesta en valor de la fruta deben ser claves. Todos los que estamos inmersos en este sector sabemos lo difícil que es llevar una fruta de calidad al cliente final. Deberíamos de tener suficiente valor en toda la cadena como para premiar y de alguna forma compensar el esfuerzo que cada uno de los eslabones implicados. Y es esencial aplicar la sensatez para hacer frente a los retos que tenemos el sector productivo a hora de la oferta. Es algo que se dice muy pronto, pero que es muy difícil de poner en práctica. Deben ser las asociaciones, ayudadas por la Administración y por las interprofesionales las que pongan cordura por el bien de todo de toda la industria, de todo el sector.
VF. ¿Qué tipo de productos y soluciones tecnológicas son los más demandados actualmente?
JH. Siempre hay un objetivo común y final y es parte de nuestra filosofía como y de la misión de Agrofresh: reducir el desperdicio alimentario. Todas las demandas van en este sentido: en prolongar la vida útil de la fruta y conseguir que se llegue con mejor calidad y con el volumen máximo al mercado final. Es duro que se pierda un fruto después de haberlo cultivado durante meses, haberlo recolectado, haberlo acondicionado para el mercado.
Y en esta línea están los productos que más se demandan. Empezando por el control de enfermedades, por supuesto, algo muy visible y necesario si queremos alcanzar mercados potenciales y llegar en óptimas condiciones no sólo al primer destino, al centro logístico, sino a la a cada a cada mesa de cada casa con calidad y frescura. Así trabajamos en el desarrollo de recubrimientos que protejan la pérdida de peso, que protejan la aparición de manchas, que permitan llegar más lejos y mejor con nuestros frutos. Esas son claras apuestas de futuro.
Además, tenemos un compromiso de desarrollo de soluciones en línea con la digitalización.
El control de procesos, la información, la toma de decisiones es cada vez más crítica… Como decía antes, estamos en un momento donde la dinámica del mercado es extremadamente rápida y tenemos que adaptar nuestra capacidad de tomar decisiones y de gestión de datos para ser capaces de adaptar nuestras estrategias a esta dinámica tan rápida del mercado.
Es por esto que la inversión de AgroFresh en herramientas digitales para tomar decisiones y para parametrización de las condiciones de conservación y envío de frutos es una de las líneas estratégicas de la compañía.
VF. ¿Hacia dónde se orienta la innovación postcosecha?
JH. Quiero recalcar que en Agrofresh el compromiso del I+D está en el ADN de la compañía, que seguimos apostando, que estamos implementando nuevas líneas de investigación, nuevas colaboraciones y es un compromiso firme, fuerte y de futuro. De hecho, nacimos así, o sea, Agrofresh nació desde una universidad con el descubrimiento del 1-MCP, a partir de ahí creó un proyecto para ayudar a esta industria y esa filosofía de innovación no la vamos a abandonar nunca.
Dicho esto, la innovación debe obedecer a la demanda del mercado. Debe aportar soluciones que nos permitan llegar mejor al mercado y hacer que nuestros clientes sean más competitivos y mantengan la calidad de sus frutos.
Es que llamamos el self life de la fruta: conseguir que tenga un mayor recorrido comercial y que las magníficas propiedades que tiene un fruto lleguen al consumidor final. Evidentemente, hay unas tendencias regulatorias que nos ponen en alerta y que nos retan en cuanto a innovación. Estamos trabajando intensamente todo lo relacionado con digitalización, por supuesto, y diferentes formas de aplicación y de protección de la fruta. O sea, estamos pensando también fuera de fuera de la caja, como dicen los americanos. Pensamos en formas diferentes que se puedan adaptar a las nuevas tendencias del mercado.
VF. ¿Qué podemos esperar de AgroFresh en los próximos años en cuanto a soluciones para cítricos?
JH. Lo que podemos esperar es el compromiso que ha tenido siempre Agrofresh con este sector. Los cítricos son uno de nuestros cultivos estratégicos, más aquí, en España donde, además, tenemos nuestros cuarteles generales tanto de producción como de desarrollo, de innovación… de muchas actividades.
Vamos a seguir siendo unos partners claves en el contexto de la industria de cítricos. No queremos ser meros proveedores. Para nosotros es esencial la confianza de nuestros clientes, la confianza en que nosotros les podemos dar las soluciones que necesitan. Ese es el compromiso de todas y cada una de las personas que formamos parte de este proyecto de AgroFresh. Y en este sentido la única vía de cambio que contemplamos es mejorarlo. Este es el compromiso que Agrofresh ha contraído con la industria y que vamos a mantener.
VF. ¿Se atreve a aventurar cómo serán los cítricos españoles de mediados de siglo?
JH. Aunque es una pregunta de difícil respuesta lo que sí que sé es que tienen que ser de calidad porque es el elemento diferenciador de la citricultura española. Es verdad que se está moviendo el timing de producción en cuanto a la estructura del año.
Sabíamos que el último trimestre era el más relevante y hay una tendencia de cambio que aplana ese pico, aumentando la producción en otros en otros períodos del año, aunque sabemos que ese trimestre tiene una oferta consolidada, con unas variedades asentadas. Pero el sector es muy dinámico y el reto que han asumido muchos operadores es la innovación, la creación de nuevas variedades.
También se busca prolongar la ventana de comercialización, el tener variedades de calidad en ciertos momentos en los que puede haber menor oferta que en otros. Es una excelente motivación para seguir innovando y poder ofrecer fruta de calidad durante más meses en el año, con variedades nuevas que impacten de una forma positiva en el sector por su manejo, por su durabilidad, por sus características organolépticas…
Y no puedo dejar de hablar de una tecnificación y digitalización del sector que ya está en marcha, en algunos casos por necesidad, por ejemplo, en la gestión de mano de obra, y en otras por necesidades de adaptarnos a las tendencias del mercado y de ser más competitivos.
“Quiero defender un concepto de agropositivismo porque hemos visto que es un sector estratégico capaz de adaptarse y de desarrollar soluciones y entregar productos de mucha calidad”
Al final soy positivo. Quiero defender un concepto de agropositivismo porque hemos visto que es un sector estratégico capaz de adaptarse y de desarrollar soluciones y entregar productos de mucha calidad, y esa es mi visión para el futuro de la citricultura.
Acceso a la entrevista en la página 48 del dossier de cítricos en el ejemplar de Valencia Fruits.
Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.