La agricultura valenciana evalúa daños tras las lluvias y el granizo

Gustavo Ferrada FA 25
Livingstone
AGROPONIENTE FA

Las lluvias dejan daños por granizo y encharcamientos en arroz y hortalizas, aunque también alivian el déficit hídrico y mejoran el calibre de cítricos y kakis

Efectos de la lluvia en un campo de Tavernes. / AVA-ASAJA

Valencia Fruits. Redacción.

Tras un lunes marcado por la alerta roja, el campo valenciano respira con algo más de calma, aunque persiste la preocupación por los efectos que han dejado las lluvias torrenciales y el granizo en distintos cultivos. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) hace balance provisional de los daños y advierte que habrá que esperar a los próximos días para valorar su alcance real.

De momento, el temporal ha provocado la paralización de cosechas como el arroz de la Albufera, las variedades tempranas de cítricos, la vendimia, la almendra y los primeros caquis. El arroz, en plena siega, es uno de los cultivos más vulnerables, ya que un exceso de agua podría afectar al grano. También preocupa el estado de las alcachofas del Baix Maestrat, con riesgo de asfixia radicular si persiste la humedad.

El arroz, en plena siega, es uno de los cultivos más vulnerables, ya que un exceso de agua podría afectar al grano

El granizo descargó en la Plana Baixa, con afecciones en Artana, Onda, la Vall d’Uixò, Nules y La Vilavella, municipios que ya habían sufrido daños por la piedra en julio. En la Sierra de Espadán se llegaron a registrar hasta 160 litros por metro cuadrado en pocas horas, lo que aumenta la inquietud por posibles arrastres e inundaciones.

No obstante, las precipitaciones también han dejado efectos positivos: han mejorado el calibre de cítricos, kakis y aguacates, han aliviado el déficit hídrico de olivos y frutales de secano, y han permitido recuperar pastos tras un verano muy seco.

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, señaló que “de momento la lluvia ha sido beneficiosa en muchos cultivos, pero seguimos muy pendientes porque los encharcamientos y el pedrisco pueden aumentar los daños. No hace un año sufrimos una DANA devastadora y sabemos lo que puede ocurrir”.

Aguado insistió además en la necesidad de acometer infraestructuras hidráulicas pendientes: “Un año después de la DANA, las obras que había que hacer para prevenir o minimizar daños siguen sin ejecutarse. ¿Cuántas DANAs más tienen que producirse para que se actúe?”, lamentó.