AVA-Asaja acusa a la Administración de “complicar cada vez más la vida al sector empresarial” y exige “autorizar los drones como alternativa para controlar plagas”

AVA-Asaja insta no solamente a promover las fumigaciones en helicóptero sino también a modificar la normativa de tratamientos aéreos de tal manera que el Gobierno español y la Unión Europea autoricen el uso de drones como alternativa para combatir las plagas y enfermedades agrarias. / VF
Valencia Fruits. Redacción.
Después de 25 años de servicio ininterrumpido, la empresa aérea especializada en la aplicación de fitosanitarios mediante vuelos de helicóptero ha decidido que este verano no continuará sus trabajos en los arrozales de la Albufera a causa de las crecientes trabas burocráticas y limitaciones legales que establecen las administraciones. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) alerta de las graves consecuencias que puede generar al sector arrocero la cancelación de la fumigación aérea, ya que encarecerá e incluso imposibilitará en algunas explotaciones el control de las enfermedades del cultivo, especialmente del hongo de la piricularia, agravando así la precaria rentabilidad del arroz en el parque natural.
El responsable de la sectorial del arroz de AVA-Asaja, José Pascual Fortea, asegura que “la compañía aérea quería seguir ofreciendo su labor de la mejor manera posible, pero en las últimas campañas arroceras cada vez se enfrentaban a más inconvenientes: las dificultades para conseguir las autorizaciones de vuelos y fitosanitarios, las limitaciones de zonas de trabajo, la gran cantidad de informes y documentación que hay que entregar diariamente a la Administración y que restan tiempo de descanso a la tripulación, la dificultad para encontrar pilotos cualificados y entrenados para realizar un trabajo de solo 40 días, etc. Después de buscar soluciones y no encontrarlas, la empresa nos comunicó su decisión de no continuar, lo que nos perjudica a los arroceros pero que comprendemos perfectamente”.
AVA-Asaja colaboraba cada año en las aplicaciones del helicóptero, que de manera rápida, segura y eficiente permitía prevenir los ataques de piricularia en miles de hectáreas de arroz de la Albufera. Si cesa esta fumigación aérea, los arroceros temen que la peor enfermedad del cultivo incremente los daños que causa a las plantas y eleve las mermas de producción por encima del 10% registradas en la pasada temporada. Además, los tratamientos terrestres alternativos implican un aumento de los costes respecto al aéreo y hay arrozales donde la maquinaria no puede ni siquiera entrar porque se hunde en el barro.
Al respecto, Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja, acusa a la Administración de “complicar cada vez más la vida al sector empresarial, y en este caso al agrario, con un sinsentido de restricciones, obligaciones y prohibiciones que luego no exigen a las producciones de países terceros que nos hacen la competencia desleal”. El dirigente agrario exige, en cambio, “más simplificaciones, facilidades e incentivos para trabajar, generar riqueza, suministrar alimentos y preservar el territorio como el parque natural de la Albufera del que depende fundamentalmente el cultivo del arroz”.
AVA-Asaja insta no solamente a promover las fumigaciones en helicóptero sino también a modificar la normativa de tratamientos aéreos de tal manera que el Gobierno español y la Unión Europea autoricen el uso de drones como alternativa para combatir las plagas y enfermedades agrarias. Ese es precisamente el objetivo que persigue el grupo operativo DRONSafe, en el que participa AVA-Asaja, cuyos ensayos evalúan en cultivos mediterráneos que las aplicaciones mediante drones garantizan una adecuada seguridad tanto del aplicador como de los transeúntes y un respeto al medioambiente.