La federación atribuye la decisión de la CHE a razones políticas más que a planteamientos técnicos

Representantes de la Federación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Ebro se reunieron con el consejero aragonés. / JO
Javier Ortega. Aragón.
La Federación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Ebro, que aglutina a un centenar de entidades, con más de 600.000 hectáreas regadas de Aragón, Cataluña, Navarra, La Rioja, País Vasco, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Cantabria y Valencia, se opone a la propuesta de recortes de caudales de agua .
Su presidente, César Trillo, entiende que la decisión anunciada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) “no responde a razones técnicas, puesto que el Ebro tiene agua suficiente en la actualidad y para garantizarla en el futuro”. Por el contrario, considera que “se trata de ideología política y exigencia de Europa”.
Así lo declaró tras la reunión que representantes de la citada Federación mantuvieron la semana pasada con el consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Javier Rincón, a quien pidieron su apoyo.
“Lo que hay que hacer es incrementar el almacenamiento de agua dentro de la cuenca, dado que todas la cuencas están por encima del 100% y nosotros estamos al 52% de posibilidades”, indicó Trillo.
Se estima en un 14% o un 15% la reducción de las dotaciones de riego, porcentajes a los que se suma entre un 10% y un 15% por exigencias de ahorro para modernizarse. Por eso, en su opinión, “se trata de una doble reducción, una por modernizar y aumentar la eficiencia, con dinero de la administración pero también nuestro, y otra por la única justificación que dan de que es una demanda de la sociedad”.
Por su parte, el consejero Javier Rincón expresó su apoyo al planteamiento de los regantes, asegurando que el Gobierno aragonés va a estar “codo con codo con los regantes, siguiendo todas sus reivindicaciones y manifestaciones porque estamos de acuerdo en que la reducción de dotaciones que se está planteando a partir de 2028, es algo que se ha decidido no por razones técnicas, sino por otras que no entendemos”.
Rincón explicó que “el Ebro tiene agua suficiente para garantizar las dotaciones actuales y futuras para nuevos regadíos”. Y precisó que “el regadío es trabajo, es futuro, es asentamiento de la población, vertebración del territorio, y desde luego es algo a lo que no estamos dispuestos a renunciar y menos sin tener una explicación lógica para ello”.
El consejero confía en que “prime el sentido común y la lógica” para revertir la propuesta de la CHE e indicó que desde el Ejecutivo autonómico “nos vamos a oponer a esta reducción de dotaciones”.
Añadió que seguirán reclamando, “en la Comisión del Agua o en cualquier otro foro del sector, la finalización de las obras hidráulicas pendientes, que acumulan retrasos injustificables y absurdos en algunos casos”.