El sector fresero ha apostado esta campaña por variedades con buena respuesta a las altas temperaturas
La meteorología ha retrasado el inicio de la campaña fresera onubense. / ARCHIVO
Valencia Fruits. Redacción.
La campaña de fresa en la provincia de Huelva se ha retrasado esta campaña respecto a años anteriores debido a factores meteorológicos. La temporada onubense 2023/24 ha comenzado con serias dificultades: sucesivas olas de calor en verano que retrasaron el crecimiento de las plantas de frambuesa, un fin de replantación tardío para la fresa y descensos en las superficies tanto de frambuesa como de fresa motivados por el recorte en la dotación de riego que ha entrado en vigor a principios de 2024. A pesar de los problemas, la fresa, aunque todavía en volúmenes pequeños, ya ha comenzado a llegar a los mercados internacionales.
El sector, una vez más, demuestra gran capacidad de reacción frente a los cambios. En este sentido, un aspecto destacable de este ejercicio es que los productores onubenses han apostado por variedades que, en lugar de buscar una cosecha más precoz, se encaminan a una mejor respuesta frente a las altas temperaturas que se producirán en mayo, con el fin de posibilitar el alargamiento de la campaña y compensar, así, la pérdida de volumen cosechado en el inicio de la campaña. De ahí, señala el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, que se observen descensos en variedades, principalmente Fortuna y Rociera, que desde hace años tenían un papel protagonista en la provincia de Huelva.
No obstante, en la segunda semana de enero ya había presencia de fresa española en los mercados internacionales, con buena acogida, dada su calidad. Tras un difícil mes de diciembre, las bajas temperaturas han favorecido la calidad de la fresa, cuyos precios en origen se sostienen en niveles altos, con un valor en origen aproximado de 4,69 euros/kg.
En Alemania, la fresa española cotizaba en la segunda semana de enero a 8,53 euros/kg, en competencia con fresa de Egipto, Grecia y Países Bajos. En Francia, en el mercado de Rungis, el precio se situaba en 6,1 euros/kg en bandeja de un kilo, mientras que la fresa procedente de Marruecos alcanzaba un valor de 8 euros/kg en el formato de 250 gramos.
