Asia se confirma como el mercado más interesante para la industria alimentaria debido al rápido aumento de población y de renta per cápita
Los fabricantes de alimentos y bebidas españoles afrontan Alimentaria como un escaparate para sus productos. / Alimentaria
Los fabricantes de alimentos y bebidas españoles afrontan el Salón Alimentaria como un escaparate para sus productos, especialmente de cara a la exportación, en la que el foco está dirigido sobre todo hacia Asia. Aunque esta feria es una cita más importante en términos de imagen que de ventas y cierre de negocios, sólo en el marco de los encuentros organizados por la patronal de la industria alimentaria (FIAB) se han celebrado en 48 horas en torno a 2.400 reuniones entre 160 compradores internacionales procedentes de 40 países extracomunitarios y empresas españolas.
“Está saliendo muy bien, hemos cumplido nuestros objetivos iniciales”, ha asegurado en declaraciones a Efeagro el consejero delegado del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX, entidad que también colabora en la organización de estas reuniones de negocios), Francisco Javier Garzón.
Garzón, que visitó ayer el Salón Alimentaria, destacó la “representatividad geográfica” de los compradores seleccionados, ya que pertenecen a los mercados exteriores que más interés generan en la industria alimentaria española.
“La feria es la más importante para el sector en España y supone un escaparate dentro de nuestra estrategia de internacionalización”, afirmó, tras recordar que la estrategia de cara a otros países se basa en proyectar “la comunión entre la industria, la calidad del producto y la gastronomía”.
Francisco Javier señaló Asia como el mercado más interesante debido al rápido aumento de población y de renta per cápita de la región: “Va a ser un foco de crecimiento en el mundo durante los próximos 15 o 20 años”. Además, indicó, en países asiáticos como China el producto español se identifica como de calidad y tiene un componente “aspiracional”.
“Es verdad que ese consumo en busca de un mayor estatus se da más en el segmento de los bienes de consumo, pero también lo detectamos en alimentación con productos gourmet y más exclusivos”, indicó.
La venta al exterior de productos agroalimentarios —capítulo donde se incluyen desde frutas y verduras hasta alimentos procesados— superó los 50.000 millones de euros en 2017, un 17% de todas las exportaciones españolas, según sus datos. La industria de alimentos y bebidas aporta cerca del 60% de todos esos ingresos, y en los últimos años registra tasas de crecimiento a doble dígito.
“Buscamos productos con valor añadido y ayudamos a las empresas a llegar a nuevos canales de distribución, como en las plataformas de comercio electrónico”, apuntó Francisco Javier Garzón en referencia a los acuerdos alcanzados por el ICEX con la estadounidense Amazon y la china Alibaba, dirigidos a potenciar estas ventas.
En esta misma línea se pronunció el director general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, quien ya habla de una edición del Salón Alimentaria “muy positiva”.
“Las primeras sensaciones son buenas, estamos consiguiendo que muchos sectores nuevos se incorporen a este esfuerzo por exportar”, subrayó en alusión a áreas como las del dulce, las conservas vegetales y de pescado y las aceitunas, que se suman a casos con mayor tradición de vender fuera, como carne, vino y aceite de oliva.
En su opinión, esta feria es una oportunidad perfecta para que las compañías “hagan contactos y luego los desarrollen” de cara a cerrar negocios posteriormente, y coincidió en resaltar la importancia de Asia para el sector. “Cada año se está incorporando gente a la clase media en países como China, Vietnam o Filipinas, a los que se suman mercados como el de Japón o Corea del Sur, con una economía más consolidada. Es gente con capacidad adquisitiva e interés por la gastronomía española”, apuntó.
