Llega el huerto en mesa camilla para dar lechuga y albahaca a toda la familia

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Los ‘agricultores’ del hogar pueden aprender sin salir de casa y, de paso, autoabastecerse

Gurban lidera la agricultura en vertical y en entornos controlados. / GURBAN

Juan Javier Ríos. Efeagro.

Permitir a los hogares aprender de la agricultura sin salir de casa y, de paso, autoabastecerse de lechuga o de albahaca en suficiente cantidad, gracias a muebles tipo mesa camilla o en la encimera de la cocina, son los objetivos de un proyecto innovador que ahora impulsará el Gobierno.

Es una de las líneas de negocio de la empresa madrileña Gurban que ha sido recientemente seleccionada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para participar en el primer programa de aceleración de su centro La Vega Innova.

Gurban ha ideado un mueble provisto con paneles de luz led (que hacen las veces de la luz solar) para alimentar el cultivo y ofrece también todos los productos necesarios para su crecimiento, como son nutrientes, sustrato y semillas, según cuenta a Efeagro su fundador y director, Pelayo Bolívar.

Más allá de la lechuga y de la albahaca, los “agricultores” del hogar también pueden optar por sembrar otras hierbas aromáticas, brotes o varios tipos de mostaza, pero Bolívar advierte de que, en realidad, se puede cultivar “lo que quieras”.

Una de las novedades que ofrece el sistema es la posibilidad de comprar tres modelos (de 12, de 16 y de 32 plantas) que permiten cultivarlo en un salón, en un comedor o en una cocina pero sin que “parezca un juguete”.

Por el momento lo están testando pero ya cuentan con medio centenar de unidades a la venta en su página web con ofertas que van desde los 129 a los 199 euros.

La agricultura en vertical

Gurban ha dado este salto al huerto en casa tras liderar otra línea de negocio que comienza a coger fuerza en el sector primario español, como es la agricultura en vertical y en entornos controlados. En concreto, trabajan con contenedores marítimos en los que cultivan en pared y en ese espacio proveen a la planta de la luz artificial y del riego automatizado que necesitan.

El riego y la luz artificial pero también los niveles de CO2, la humedad del espacio o los niveles de nutrientes en el agua están controlados por sensores hasta crear un “microclima” dentro del contenedor marítimo.

Nacieron hace dos años y ya producen con este sistema más de seis variedades de lechuga, hierbas aromáticas, flores comestibles y brotes vivos o cortados como cilantro, albahaca genovesa y guisante rizado, entre otros. Por ahora, su principal clientela está en Mercamadrid, donde dan salida al 95% de su producción y, en 2022, han alcanzado niveles de demanda del orden de 400 kilos de brotes al mes sólo para abastecer a uno de sus clientes.

Ventajas e inconvenientes

Como todo, este sistema de agricultura vertical en entorno cerrado tiene sus ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas, un mayor aprovechamiento del espacio porque “harían falta 5.000 metros cuadrados de cultivo de lechuga en la agricultura tradicional por lo que nosotros podemos conseguir en un máximo de 30 metros cuadrados”, señala Pelayo Bolívar.

En vertical, no hay desgaste del suelo y de la tierra; se consigue utilizar un “90-95% menos de agua” por los sistemas de recirculación hídrica; no le hace falta pesticidas ni herbicidas; no queda a expensas de las inclemencias meteorológicas; y es una agricultura de “kilómetro cero” al poder desarrollarla en cualquier entorno.

Por el contrario, la agricultura vertical implica elevados costes energéticos; necesita, en proporción, más mano de obra para contar con personal cualificado en agricultura de precisión; y el producto final es más caro que el obtenido en la agricultura convencional porque, además, aún se centra en el cultivo de vegetales más “premium”.

En todo caso, Bolívar incide en que la producción en vertical no sustituye la agricultura horizontal: “Son un apoyo y, de hecho, en Gurban estamos yendo hacia modelos para compaginar ambos” con la producción en invernaderos también en la comunidad de Madrid.

Entra en La Vega Innova

Bolívar ha valorado que el proyecto haya sido seleccionado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) entre las nueve empresas emergentes para participar en el primer programa de aceleración de La Vega Innova, porque cree que les ayudará a crecer. “Nos puede aportar valor añadido” con el acceso a conocimiento en “envasado, logística, digitalización o trazabilidad del producto”, señala.

Esta convocatoria, en colaboración con Telefónica España, les permitirá también testear sus soluciones en la plataforma “Fiware” del centro, así como en sus instalaciones y fincas y podrán acceder a la implementación de proyectos piloto para el MAPA.