El sector afronta el futuro con optimismo gracias a la constante innovación varietal, la sostenibilidad y el auge del consumo saludable, y a pesar del impacto provocado por el cambio climático

Las manzanas frescas continúan siendo un producto básico en los hogares de todo el mundo. / ARCHIVO
Nerea Rodriguez. Redacción.
Como fruta de consumo mundial, las manzanas siguen dominando el sector de los productos frescos, con variedades que van desde las dulces hasta las ácidas y que satisfacen a una base de consumidores muy diversa. Sin embargo, bajo la superficie de este mercado se esconde un panorama complejo, moldeado por los cambios en los patrones de consumo, las condiciones climáticas y las prácticas agrícolas.
La innovación varietal ha permitido que el sector haya sabido ofrecer diversas propuestas que responden a las nuevas exigencias de los clientes, logrando que la manzana mantenga su posición de ‘compra recurrente’
Las manzanas frescas han sido durante mucho tiempo un producto básico en los hogares de todo el mundo. Variedades tradicionales como la Golden, Gala, Red Delicious o Granny Smith se han convertido durante muchos años en un producto fijo en la cesta de la compra de los consumidores. Sin embargo, si por algo se caracteriza el sector de la manzana es por su apuesta decidida por la innovación varietal y el impulso de las variedades club, como por ejemplo la Pink Lady, pionera en todo el mundo en este segmento.
Esto ha permitido que, ante los cambios en las preferencias de los consumidores, el sector haya sabido ofrecer diversas propuestas que responden a las exigencias de los clientes, logrando que la manzana mantenga su posición de ‘compra recurrente’.
La creciente inquietud por una alimentación saludable, también ha hecho que las manzanas frescas se hayan convertido en una opción popular. Las manzanas tienen un alto contenido de fibra dietética, vitamina C y antioxidantes, que contribuyen a la salud cardíaca, la salud digestiva y el bienestar general.
La comodidad es otro factor que está ayudando a mantener la demanda de la manzana de mesa. Las opciones de manzanas preenvasadas y listas para consumir están ganando popularidad entre los consumidores que buscan aperitivos prácticos y saludables. Así, propuestas como los envases individuales, las rodajas o los snacks a base de manzana han facilitado su incorporación a los acelerados estilos de vida actuales.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la sostenibilidad y la consideración de la manzana como una opción respetuosa con el medioambiente. Mensaje que desde el sector se hace hincapié con datos y ejemplos contrastados y certificados.
Por último, la amplia oferta en la línea bio se ha convertido en un importante reclamo comercial. Ante la creciente preocupación de los consumidores por el uso de pesticidas y el deseo de consumir productos libres de residuos químicos, se constata un notable aumento de la demanda de manzanas ecológicas y, en consecuencia, una cuota de mercado al alza.
El mercado de la manzana fresca está muy influenciado por los niveles de producción, las preferencias regionales y la estacionalidad de las cosechas
Un mundo de tendencias
El mercado de manzanas frescas está muy influenciado por los niveles de producción, las preferencias regionales y la estacionalidad de las cosechas.
Entre los mayores productores mundiales de manzanas se encuentran China, Estados Unidos, Polonia y la India. China sigue siendo el líder indiscutible en la producción de manzanas, ya que representa casi la mitad de la producción mundial. Sin embargo, países como Estados Unidos y Polonia también contribuyen de manera significativa al suministro mundial con regiones productoras clave en Washington, Míchigan y Nueva York en Estados Unidos, y la región de Baja Silesia en Polonia.
Con una producción que se extiende por todo el mundo, las variedades que se cultivan y consumen varían dependiendo de los continentes, países incluso regiones. En América del Norte, las variedades más populares son las manzanas Red Delicious, Granny Smith, Gala y Fuji, mientras que en Europa se prefieren variedades como Golden Delicious y Bramley. Los mercados emergentes de Asia muestran una preferencia creciente por las manzanas Fuji y Gala, mientras que en América Latina hay una gran demanda de variedades tradicionales como las manzanas Anjou y Braeburn.
Nuevas variedades
El desarrollo de nuevas variedades es continúo en el mundo de la manzana, marcada por la evolución de los gustos de los consumidores.
Por citar algunos casos recientes como ejemplos de nuevas variedades, la manzana Cosmic Crisp, introducida en 2019, ha ido ganando popularidad gracias a su perfil de sabor único, su textura crujiente y su capacidad para mantenerse fresca durante más tiempo. Otras variedades nuevas, como la Opal y la SweeTango, también están despertando el interés de los consumidores por tipos de manzanas novedosos que ofrecen un toque fresco a las variedades tradicionales favoritas.
Otras propuestas tecnológicas, aunque siguen siendo un tema controvertido, son las manzanas modificadas genéticamente (MG), como la Arctic Apple. Presentes ya en algunos mercados, estas manzanas están diseñadas para resistir la oxidación, lo que las hace más atractivas para los consumidores que prefieren las manzanas precortadas o que se preocupan por el desperdicio de alimentos debido a la oxidación.
Cambio climático
Los efectos del cambio climático en la producción hortofrutícola son una realidad a la que el sector intenta dar respuesta, y la manzana no es una excepción. El aumento de las temperaturas, los patrones climáticos impredecibles y los cambios en los niveles de precipitaciones están alterando las cosechas de manzanas y afectando a la calidad de la fruta.
Los manzanos son muy sensibles a las heladas, y las heladas tempranas o tardías pueden dañar las flores o los frutos, reduciendo el rendimiento. Además, las plagas y enfermedades son cada vez más frecuentes debido al cambio climático, lo que afecta aún más a la producción.
Hoy en día, todos los actores del sector de la manzana cuentan con líneas de I+D orientadas a mitigar los efectos del cambio climático, ya sea mediante técnicas de protección o mediante la obtención de variedades de fruta más resistentes.
Así las cosas, se podría decir que el futuro de este sector parece prometedor a pesar de los desafíos que implica el cambio climático, un consumo de frutas y hortalizas a la baja o unas exigencias cada vez más altas y marcadas por la sostenibilidad y la alimentación saludable. Todo apunta a que seguirá siendo, en los próximos años, una pieza clave del mercado mundial de la fruta.
Acceso a la entrevista en la página 2 del dossier de Manzana en el ejemplar de Valencia Fruits.
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