Fundación Artemisan presenta los resultados obtenidos en interFIELD en el que concluyen con un nuevo modelo de medidas agroambientales con el fin de compatibilizar la rentabilidad agraria y la conservación de la biodiversidad
Plantean la conservación de aprovechamientos de paisajes como la dehesa./ Archivo
La Fundación Artemisan ha presentado los resultados del proyecto de investigación ‘interFIELD’ con el que plantean un nuevo modelo de medidas agroambientales para incluir en la Política Agrícola Común (PAC), con el fin de compatibilizar la rentabilidad agraria con la conservación de la biodiversidad.
El proyecto, que ha contado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, ha expuesto y recogido sus conclusiones en un decálogo que podría aplicarse en el conjunto de la Península Ibérica.
Los resultados del estudio se han dado a conocer en el primer Foro Abierto de Gestión Agroambiental celebrado en Ciudad Real, en el que han participado representantes de la Junta de Castilla-La Mancha, de Asaja Sevilla, de AEPLA, de SEO Birdlife y del Ayuntamiento de Córdoba.
El coordinador de investigación de la fundación Artemisan, Carlos Sánchez, ha explicado a los medios de comunicación que la Estrategia Agroambiental es una propuesta elaborada tras meses de trabajo e investigación que plantea un nuevo modelo agroambiental para su posible inclusión en la próxima reforma de la PAC.
El documento incluye en total diez medidas que buscan compatibilizar la rentabilidad agraria con la conservación de la biodiversidad y que pasan, en primer lugar, por buscar alianzas entre el sector agrícola y otros como el cinegético o el forestal, así como el apoyo de administraciones, sindicatos agrarios, organizaciones no gubernamentales y otros organismos.
Artemisan plantea además la conservación de aprovechamientos y paisajes “de antaño”, donde se sigue practicando la agricultura y ganadería extensiva, como la dehesa, y en los que aún se conserva un elevado número de especies de flora y fauna.
Asimismo, la Fundación propone el impulso de figuras como los cultivos y barbechos con el objetivo de ofrecer hábitat, alimento y zonas de refugio y reproducción a especies de fauna silvestre.
En este sentido, la entidad ha asegurado que “ya hay camino andado” ya que en Europa existen ejemplos de este tipo de cultivos como linderos, caballones y márgenes funcionales financiados por las políticas agrarias.
Y ha agregado que, en países como España y Portugal, hay iniciativas públicas y privadas, impulsadas estas últimas por cazadores y gestores cinegéticos, que están frenando la pérdida de biodiversidad en los campos.
No obstante, para Artemisan, estos cultivos y barbechos deben incluirse en el “primer pilar de la PAC”, de tal forma que “cualquier aprovechamiento agrícola tenga que dedicar un porcentaje de terreno al desarrollo de estas figuras”.
Por otro lado, la Fundación plantea en esta Estrategia Agroambiental una simplificación de los trámites burocráticos que deben realizar los agricultores, así como la aplicación de unas normas de gestión y control de los fondos económicos.
Por último, este trabajo propone que se lleve a cabo una monitorización y seguimiento de las medidas propuestas a largo plazo para así poder establecer sus efectos y detectar posibles aspectos a mejorar o a mantener.
Además, para Artemisan es fundamental que todas estas medidas y conclusiones sean puestas en conocimiento de la sociedad y que así ésta conozca la importancia de la agricultura y el papel de agricultores, cazadores y otros gestores “para la producción de recursos y la conservación de la biodiversidad”.
