Melocotón de Calanda espera acercarse a la cosecha de la campaña pasada

Gustavo Ferrada Navidad
Deterra líder multiproducto

La Denominación de Origen prevé certificar esta temporada 4,5 millones de kilos

Alrededor de 2.000 temporeros han comenzado, estos días, el proceso del embolsado del melocotón de Calanda. / JAVIER ORTEGA

Javier Ortega. Aragón.

Los pueblos de la Denominación de Origen Melocotón de Calanda andan estos días con las tareas de embolsado del fruto para preservarlo de las plagas y tratamientos fitosanitarios. La bolsa de papel especial, colocada a mano una a una, permite el paso del sol, pero no del agua, polvo, ni de otros agentes externos; de esta manera se consigue un melocotón de excepcionales cualidades. El microclima creado favorece la formación de azúcares y dota al melocotón de una carne de extraordinaria firmeza. Se calcula que en toda la zona cada temporada se colocan unos 250 millones de bolsas.

Se espera una campaña parecida o ligeramente inferior a la pasada, calificada de histórica, con más de 4,5 millones de kilos certificados. Por ahora, la climatología ha acompañado menos que el año pasado, pues a las heladas de la pasada primavera se ha unido recientemente el pedrisco que puede reducir la cosecha entre un 10 y un 15% en una primera estimación.

No obstante, esto no tiene por qué afectar a la Denominación, pues el balance final dependerá de los kilos que se certifiquen. En declaraciones a La Comarca, el presidente de la DOP, Samuel Sancho, indicó que “ya llevamos varios años que vamos aumentando la cantidad final y en 2020 la campaña fue muy buena”. Igualmente se espera repetir los buenos precios, a lo que ayudaría si se reduce ligeramente la producción.

El incremento del consumo nacional hizo que no se notara la repercusión negativamente del coronavirus en la exportación. No se abren nuevos mercados y solo se han mantienen los clientes fijos al aumentar el consumo interno y los precios. Los principales mercados exteriores son Alemania y Suiza seguidos de Portugal e Italia.

Por ahora, la climatología ha acompañado menos que el año pasado, pues a las heladas de la pasada primavera se ha unido recientemente el pedrisco, que puede reducir la cosecha entre un 10 y un 15% según las primeras estimaciones

Respecto a la mano de obra la campaña transcurre tranquila al haberse vacunado a todos los temporeros y trabajadores relacionados con la fruta.

Además, llevan años contratando en origen y habilitando espacios que sirven de vivienda durante la campaña, que moviliza unas 1.500 personas que ascienden hasta las 2.000 en el punto álgido, el embolsado.

Por si fuera necesario la Comarca del Bajo Aragón acondicionaría un centro de aislamiento covid en el albergue de Calanda, cedido por el Ayuntamiento, aunque la previsión es que no será necesario abrirlo. El Centro de Salud calandino participaría en las labores de derivación y coordinación en caso de brote junto con Salud Pública, los Servicios Sociales comarcales trabajarían para garantizar la manutención y la higiene en el centro y se contaría con la participación de la Guardia Civil para la vigilancia.

Otro cambio de tendencia provocado por el coronavirus es que el pasado verano hubo un aumento notable de trabajadores de la zona, debido a las restricciones en la hostelería, mucho mayor que el provocado por la crisis de 2008. Este contingente local ayudó en una campaña “justa” de personal. En algunas semanas la mano de obra de la comarca llegó a suponer el 50% del total aunque la media durante la campaña fue del 30-40%.