La Unió de Llauradors destaca que las importaciones de arroz de Mercosur a la UE aumentan un 200% en los últimos cuatro años, siendo Uruguay el principal exportador

Valeria Csukasi, jefa negociadora de Uruguay para el acuerdo entre el Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur). / MERCOSUR
La jefa negociadora de Uruguay para el acuerdo entre el Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), Valeria Csukasi, destacó este miércoles que ese pacto abre nuevas perspectivas para la inserción del país y beneficia a productores agrícolas de diversos sectores.
En el marco de un desayuno informativo en la Cámara Española Oficial de Comercio, Industria y Navegación (Camacoes) de Uruguay, Csukasi afirmó que Uruguay ve al acuerdo firmado el pasado 28 de junio como “un cambio de paradigma” en la inserción internacional del país.
“En Uruguay lo estamos viendo como un cambio de paradigma, el comienzo de un proceso que viene intensificándose y que continúa, que no se inicia y termina con el cierre de las negociaciones Mercosur-UE si no que abre nuevas perspectivas para la inserción del país”, resaltó la diplomática.
Csukasi aseguró además que la concreción del acuerdo entre el Mercosur y la UE, que implicó 20 años de negociaciones, es algo que Uruguay esperaba “desde la creación del Mercosur”, ya que no solo beneficia en lo comercial si no que, consideró, “es el puntapié inicial para una serie de otros acuerdos”.
En ese sentido, la jefa de las negociaciones indicó que el cierre de las mismas fortalece “enormemente” la imagen internacional del bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y le abre la puerta a posibles acuerdos con gigantes comerciales como Estados Unidos, China y Rusia.
“Nos ha fortalecido en el proceso mismo, nos ha hecho trabajar conjuntamente de otra manera, en la defensa de los intereses de todos, en entender por qué hay sensibilidades e intereses de un lado y del otro y eso yo creo que es un capital invalorable que va a dar beneficios claros en los próximos años”, recalcó.
Por otro lado, Csukasi detalló que el acuerdo otorga beneficios fiscales “inmensos” para los sectores ganadero y agrícola de Uruguay.
La diplomática valoró que si bien el acuerdo no contempla la venta de mayores volúmenes de carne uruguaya en el mercado europeo, sí permite renunciar al cobro de aranceles que se pagan para exportarla.
“Solamente con la eliminación del arancel para la cuota Hilton, Uruguay va a recuperar 15 millones de dólares que van a quedar en el país y estamos afinando los últimos ajustes pero podemos estar hablando de ganancias que van en el orden de los 60 a 80 millones de dólares, eso solamente hablando de carne”, señaló.
En cuanto al sector primario, Csukasi manifestó que el acuerdo es una “gran noticia” para sectores que atraviesan dificultades en Uruguay, como pesca, cítricos, cueros o lana, si bien, matizó, puede causar dificultades para el sector lácteo y, en menor medida, el vitivinícola.
Csukasi fue presentada por el vicepresidente segundo de Camacoes, Andres Burghi, y el embajador de España en Uruguay, José Javier Gómez-Llera y García Nava, en un evento que también contó con la presencia del embajador de la UE en Montevideo, Karl-Otto König.
Uruguay y la importación de arroz
La Unió de Llauradors señala que las importaciones de arroz a los mercados de la Unión Europea procedentes de los países de Mercosur (Uruguay, Argentina, Paraguay y Brasil) se han incrementado más de un 200% en los últimos cuatro años y, con el nuevo acuerdo en ciernes, suponen una nueva amenaza para los productores de la Comunitat Valenciana puesto que se pretende que entren 60.000 t. anuales ya sin ningún tipo de aranceles.
La Unió resalta que, desde el año 2015, las importaciones han pasado de 54.846 toneladas a las 165.885 del pasado año, siendo Uruguay el principal exportador que ha duplicado su presencia en los mercados comunitarios llegando a las 79.269 t. del pasado año, casi el doble que en 2015 (40.819 t.) y todo ello sin aranceles.
Ahora, en el acuerdo suscrito a finales de junio por las autoridades de la UE y Mercosur se contempla una cuota de exportación de arroz libre de aranceles de 60.000 toneladas anuales a la UE desde este grupo de países de Sudamérica.

Uruguay, el principal exportador de arroz del grupo de Mercosur, ha duplicado su presencia en los mercados comunitarios alcanzando las 79.269 t. el pasado año, frente a las 40.819 t de 2015, y todo ello sin aranceles. / ARCHIVO
La Comisión Europea viene lanzando en los últimos tiempos la idea de que Uruguay dispone de una industria arrocera obsoleta y que la mayor parte de sus exportaciones son de arroz de grano partido y, por tanto, con destino principal a la alimentación animal, con el objetivo, a juicio de La Unió de no crear preocupación al sector arrocero europeo.
Sin embargo, la información recabada por La Unió demuestra todo lo contrario. Uruguay, en este caso, cuenta con un gran conglomerado de empresas encabezado por SAMAN —que maneja aproximadamente el 50% del total de la producción de arroz de Uruguay—, dispone de una infraestructura industrial y tecnológica de última generación que le permite completar exitosamente el ciclo productivo y comercial del arroz, alcanzando una capacidad de procesamiento anual de más de 600.000 toneladas de arroz que secan y almacenan en silos propios, para luego molinarlo y envasarlo. Para ello, cuentan con nueve plantas industriales ubicadas en los puntos más estratégicos de la cuenca arrocera de Uruguay.
Otras empresas arroceras como Casarone Agroindustrial o, sobretodo, Coopar, S.A. disponen también de producción e industria procesadora de arroz competitiva. De hecho, estas dos junto con SAMAN forman parte de empresas asociadas o vinculadas entre sí como Arrozur, Galofer o Comisaco que les permiten producir, comercializar e incluso generar energía con la cáscara del arroz; lo que pone en entredicho la obsolescencia que maneja la Comisión Europea acerca de la industria arrocera uruguaya.
La Unió insiste en la necesidad de realizar estudios de impacto económico sobre aquellos sectores más sensibles del Acuerdo con Mercosur con objeto de conocer los efectos a medio y largo plazo sobre los productores de un sector que ya se ha visto muy castigado por otros acuerdos con países terceros del sudeste asiático como Camboya y Myanmar, para los que la UE ya se vio obligada a activar la cláusula de salvaguardia.
Enric Bellido, responsable sector del arroz, afirma que “las autoridades europeas deben de ser conscientes que con este tipo de acuerdos se potencia la producción y comercialización en esos países terceros y se hunde la nuestra; no hay más que ver cómo ha aumentado por ejemplo Sudáfrica su capacidad productiva y comercializadora al amparo del acuerdo de asociación con la Unión Europea. Además, existe un claro agravio comparativo entre unos países y otros en la aplicación de productos fitosanitarios y seguridad alimentaria”.